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La ATP frena su expansión entre las dudas sobre la Davis y las exigencias de su ‘star system’

El circuito profesional opta por no cargar el calendario y mantener los 63 torneos existentes, mientras debate con los jugadores si crean la World Team Cup en Australia si la Copa Davis no se reforma. Este año repartirán 200 millones de dólares en premios, un 10% más.

M.Menchén

31 ene 2018 - 04:57

La ATP, el dilema de la Davis y el reto de potenciar un producto que reparte 200 millones en premios

 

 

El Open de Australia es la primera gran cita del calendario tenístico, pero las raquetas no dejaron de golpear ni siquiera en Navidad. El 31 de diciembre se puso en marcha la temporada 2018 con tres torneos ATP250, que formarán parte de un circuito que este año volverá a estar formado por 63 torneos y cuatro Grand Slam. En otras palabras, no habrá ninguna nueva incorporación en pleno debate sobre el aumento de lesiones entre los jugadores. Al menos, no hasta que se resuelva el futuro de la Copa Davis.

 

Fuentes del sector explican a Palco23 que fue un tema de intenso debate en las reuniones entre la dirección de la ATP y los jugadores, que se celebraron en Londres coincidiendo con las finales del circuito profesional. Por un lado está la cuestión económica, muy encauzada pues este año se repartirán más de 200 millones de dólares en premios, pero por el otro está lo ajustado del calendario y la voluntad de que los torneos sean cada vez más “player friendly”, en referencia a que faciliten la participación de los jugadores.

 

La voluntad de toda la industria es que la Federación Internacional de Tenis cumpla su compromiso de reformar la Copa Davis y que sobreviva a la conversión de este deporte en un producto de entretenimiento atractivo. “La otra opción que queda sobre la mesa es la creación de la World Team Cup, que sería en Australia y a comienzos de enero, pero eso haría que muchos tenistas llegaran justos al Open de Australia”, comenta un ejecutivo conocedor de estas discusiones.

 

 

 

 

El futbolista Gerard Piqué entró en liza para promover este torneo de selecciones, pero en la recta final ya sólo quedaban los dueños de Indian Wells y el Open de Australia, como adelantó Palco23. Sin embargo, finalmente se habría elegido el país de Oceanía por la dificultad logística de pasar de una cita exigente en Estados Unidos a otra en el Melbourne Park, al que ya hay muchos atletas que llegan tocados, como evidenció la lesión de Rafa Nadal.

 

“Cada  vez  va a ser más difícil sobrevivir para los pequeños torneos, debido a las mayores demandas de los jugadores y de territorios con mucho interés por estar en el calendario. Seguro que habrá una racionalización”, comenta un alto ejecutivo de la industria. De hecho, muchos creen que a partir de 2019, una vez se aclare el futuro de la Copa Davis, se producirá una limpia en la categoría ATP250, que consta de 39 eventos.

 

“Es una lástima que en sólo cinco semanas se disputen seis grandes torneos”, apunta, en referencia a que entre abril y mayo se disputan el Rolex Montecarlo Masters, el Barcelona Open Banc Sabadell, el Mutua Madrid Open, el Internazionali BNL d’Italia en Roma y Roland Garros. Se trata de torneos Masters 1000, de los que hay nueve en el calendario, y ATP500, de los que se cuentan trece y no ha habido adiciones en los últimos años. A ellos se les suman los cuatro Grand Slam, las ATP Finals de Londres en las que compiten los diez primeros clasificados del ránking y las Nitto ATP Finals, creadas para dar a conocer a las jóvenes promesas del deporte.

 

 

 

 

“El año 2019 ofrece una continuación de la estructura y el calendario de torneos existentes que, desde 2009, sirvió con éxito como plataforma mundial para los mejores tenistas profesionales masculinos del mundo, lo que llevó al crecimiento récord del Tour, los torneos y los jugadores en la última década”, defiende la organización, sobre la estabilidad de las fechas desde 2016, más allá de que algunas sedes hayan cambiado. Por ejemplo, Octagon renunció en 2015 a mantener el Valencia Open y se lo llevó a Viena, criticando los impagos de la Administración.

 

La necesidad de contar cada vez con más presupuesto responde a las crecientes exigencias de los jugadores y la mayor competencia de algunos torneos, que ofrecen elevadas primas para asegurarse la presencia de las estrellas. “La mayoría de torneos pagan appearance fees, o garantías por participar, a los jugadores del top 10 y a veces incluso del top 20”, explican desde un torneo. No es una cuestión baladí, ya que muchas veces este seguro puede incluso ser equivalente al premio que entregan a los tenistas que alcanzan las rondas finales de cada cita.

 

En total, durante 2018 se repartirán más de 200 millones de dólares, de los que 137,5 millones corresponden a los premios de los 61 torneos que comparten agenda con los cuatro Grand Slam. Se trata de un aumento interanual del 10%, que también ha obligado a los promotores del póker de citas más importantes a mantener esta senda alcista. El Open de Australia ha repartido 16,2 millones de dólares entre los jugadores de individuales, un 10% más que en 2017. Y es previsible que también se aplique este aumento en Roland Garros, que en 2017 repartió 16,2 millones de dólares, US Open (19,5 millones) y Wimbledon (17,2 millones).

 

“Hemos conseguido un aumento de más del 110% desde 2008, cuando se realizaron numerosos cambios estructurales en el Tour”, señala Chris Kermode, presidente de la ATP desde 2014 y cuyo mandato finaliza en 2019. Un análisis que se demuestra con datos.

 

 

 

 

Andrea Agassi y Pete Sampras, que protagonizaron la última gran rivalidad del tenis en los noventa, ganaron 31 millones y 43 millones de dólares, respectivamente, por su trayectoria deportiva. En el siglo XXI, las dos grandes figuras han sido Rafa Nadal y Roger Federer, cuyos emolumentos por este mismo concepto ascienden por el momento a 94,9 millones y 115 millones de dólares, respectivamente. Incluso Novad Djokovic, otro de los referentes de este deporte actualmente, ha recaudado más que las dos leyendas estadounidenses, con 109,99 millones de dólares.

 

Los ejecutivos del sector consideran este cambio es debido a que “la ATP atraviesa su mejor momento desde el punto de vista de producto”. La estabilidad del calendario ha hecho que la asistencia a los torneos se mantenga por encima de los 4,5 millones de personas desde 2015, mientras que la audiencia acumulada en televisión se cifra en 995 millones de telespectadores. “Nuestro calendario ha arrojado resultados sólidos para el Tour en los últimos diez años, atrayendo audiencias récord”, precisa Kermode, para después precisar que es el momento de buscar fórmulas para “continuar con el crecimiento sostenible que ha sustentado el Tour en los últimos diez años”.

 

Esa reconfiguración será clave para la renovación de los principales patrocinios de la ATP, así como la renovación de sus contratos de televisión, que en España están en manos de Movistar+ y Eurosport. Emirates firmó por cinco años como patrocinador principal y estará hasta 2021, pero FedEx sólo tiene contrato hasta 2019. Se desconoce si los otros dos socios platino del circuito, Peugeot e Infosys, trabajan con los mismos plazos que el grupo de mensajería. Y el gran interrogante, para muchos, será el papel que puedan tener Amazon y los grandes grupos tecnológicos. Por algo se empieza, y el grupo de e-commerce empezó por las jóvenes promesas. ¿Son todos ellos el futuro?