Competiciones

La ACB guarda el talonario: los clubes reducen a mínimos históricos el gasto en fichajes

Los equipos de la Liga Endesa gastaron más que nunca en personal en 2017-2018, pero las amortizaciones por la compra de jugadores están en mínimos, con 3,5 millones de euros. En el ciclo 2016-2018, los clubes gastaron tres veces menos en traspasos que en 2010-2011.

Patricia López

10 jun 2019 - 05:00

La ACB guarda el talonario: los clubes reducen a mínimos históricos el gasto en fichajes

 

 

La ACB se aprieta el cinturón en el mercado de traspasos. Los clubes de la Liga Endesa, que en la época de crisis redujeron su facturación por la caída de los ingresos de patrocinio y televisión, han aprendido a competir fichando más barato o y apostando por la cantera. Prueba de ello es que las amortizaciones por fichajes han caído a mínimos históricos durante las dos últimas temporadas, según datos de la competición a los que ha accedido Palco23.

 

En el bienio 2016-2017 y 2017-2018 se contabilizaron amortizaciones de inmovilizado por 3,4 millones y 3,5 millones de euros, respectivamente. Son cifras nunca vistas en la ACB, lo que demuestra que cada vez más los clubes optan por gestionar mejor sus recursos o priorizar otras partidas de gasto, como la de personal, que ha seguido una tendencia totalmente opuesta  se encuentra en máximos históricos.

 

Es una situación distinta a la que se vivió en 2010-2011, cuando el pago de amortizaciones fue de 11,7 millones de euros. En esa temporada, Real Madrid y el Barça Lassa representaron casi la mitad de este importe. En el equipo culé tuvo especial impacto el fichaje de Ricky Rubio, que está considerado el más caro de la historia de la ACB. Se estima que más de 3,5 millones de euros fueron a parar a las arcas La Penya, y de ahí que las amortizaciones del club azulgrana fueran de 1,7 millones en 2010-2011, y de 1,4 millones en 2011-2012.

 

 

 

 

Los costes por fichajes el club merengue fueron de 4,1 millones en 2010-2011 y de 2,7 millones en 2011-2012, una cifra elevada pese a que Sergio Rodríguez llegó libre procedente de la NBA. En 2011-2012 se incorporó a Jaycee Carroll y a Rudy Fernández, para el que el Madrid sí que tuvo que pagar al Joventut de Badalona por sus derechos. En 2013-2014 también se registró un repunte que en parte se debió a que una temporada antes el Barça incorporó a Kostas Papanikolaou por aproximadamente 1,5 millones de euros. El Saski Baskonia abonó 200.00 euros al Bàsquet Manresa por Adam Hanga, que tres años después dejó 500.000 euros en el club vitoriano para firmar por el Barça.

 

En los últimos años ha habido un cambio de paradigma y las direcciones técnicas de los clubes se han visto obligadas a adaptarse. Por un lado, la crisis económica obligó numerosos equipos a reducir su presupuesto por la caída de los ingresos procedentes de las administraciones públicas, el patrocinio y los derechos audiovisuales, que se anotó una caída interanual del 24,5% en 2012-2013. Por el otro, los clubes tuvieron que destinar buena parte de su presupuesto al pago de la deuda, que en 2010-2011 asumió máximos con 107,7 millones.

 

De ahí que algunos equipos hayan reforzado su apuesta por la cantera, ya sea por filosofía o por necesidad. Es algo que señaló Fernando Galindo, presidente del club estudiantil, en una entrevista con este diario, al admitir que “no podemos ni queremos pagar grandes cantidades para fichar o retener jugadores; estamos pagando las consecuencias de políticas no responsables económicamente que se hicieron en otras temporadas”, apuntó.

 

 

 

 

Otro factor que explica por qué en la actualidad se paga menos para adquirir jugadores es que los clubes suelen salir al mercado en búsqueda de talento en edad de formación, al que consiguen fichar gratis o a precio muy reducido cuando están en plena adolescencia. Es una situación que antes la ley impedía hasta que el jugador estaba más maduro, y que permitía a los clubes de procedencia ingresar mayor cantidad por su traspaso. Luka Doncic es un claro ejemplo, ya que firmó un contrato de formación con el Real Madrid cuando tenía doce años.

 

Que las amortizaciones se hayan reducido no significa que los equipos hayan recortado su gasto. De hecho, las últimas cuentas disponibles cifran en 134,3 millones de euros la inversión agregada en personal, el mayor gasto de la historia de la ACB. Esta partida aumento un 20,1% interanual y por sí sola exigió más dinero que la capacidad real de los clubes para generar ingresos. Es decir: se gasta menos en adquirir jugadores, pero más en sus contratos y en mantenerlos en el equipo.

 

Y, en cuanto a la cantera, el sindicato ABP, advierte de que esta situación no ha contribuido a incrementar el número de jugadores españoles en los equipos de la ACB. Según el último informe migratorio internacional publicado por Fiba, la competición española es la que tiene mayor porcentaje de jugadores extranjeros y mayor número de nacionalidades representadas. Los  últimos datos disponibles cifran en 323 el número de jugadores exportados y en 601 el número de deportistas que llegaron a España para jugar a baloncesto, y sitúan al país como el que tiene peor balance migratorio.