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José María Trémor (Rfep): “El polo sólo es un deporte de ricos si quieres competir al más alto nivel”

El presidente del Federación Española de Polo en España desde hace menos de un año admite que el reto principal de su mandato es incrementar el número de licencias, aprovechando el auge del polo.

Javier Trullols

29 jul 2021 - 04:51

José María Trémor (Rfep): “El polo sólo es un deporte de ricos si quieres competir al más alto nivel”

 

José María Trénor Lowenstein es presidente de la Federación Española de Polo desde el pasado septiembre. Fue vicepresidente en la última legislatura de Jaime Espinosa de los Monteros y se presentó como única candidatura a la presidencia del organismo. Asegura que el polo no es un deporte para ricos y anticipa un auge en su práctica en España y a nivel global.

 

Pregunta: Fue elegido presidente de la Federación en septiembre pasado, ¿cuáles son los retos y sus planes para esta legislatura?

Respuesta: El reto principal es incrementar el número de licencias. El deporte del polo, que no deja de ser minoritario, debe abarcar más edades y también más mujeres, que cada vez hay más practicantes. Al mismo tiempo, hay que ampliar el número de regiones en las que se practica en España. Actualmente estamos en Cataluña, zona centro y Andalucía. Para poder jugar se necesita acceder a caballos e instalaciones muy particulares, debido a su tamaño, y no es fácil encontrarlas. Subvencionamos la creación de nuevos campos y en las escuelas deportivas de clubes buscamos que la gente joven que empieza pueda alquilar caballos para iniciarse, haciendo así el polo más accesible, sin tener que comprar caballos.

 

P.: ¿Cómo está afectando la pandemia al polo en España y a la Federación?

R.: Ha afectado porque, por un lado, es un deporte donde compites contra gente de otros países, y por otro, por la movilidad entre municipios. Su efecto ha sido como en todos los deportes, aunque al practicarse al aire libre las distancias de seguridad se han podido mantener bien. Además, en el caso particular de Andalucía, se ha dado el caso que mucha gente extranjera que normalmente competía en sus países de origen, al no poder volver y llevarse sus caballos, ha impulsado la celebración de competiciones, y en Sotogrande ha habido más que en años anteriores.

 

P.: ¿Existe una base de practicantes de polo en España?

R.: Cada vez es mayor. Este viernes habrá cuarenta niños compitiendo en Sotogrande, mientras que el año pasado llegamos a tener ochenta. Siendo pocos, notamos que cada año vamos a más porque el acceso al caballo y al aire libre es algo muy apetecible y divertido. Se ha conseguido incrementar el interés por caballos más tranquilos, aptos para los niños, que no necesariamente tienen que ser los más rápidos. De esta manera se crean planes de familia, completos, donde pueden estar jugando padre, madre e hijos. Y eso es algo que vamos a ver cada vez más.

 

 

“Es un deporte que requiere de un gran espacio y de superficies planas, y eso va a ser siempre una barrera inevitable”

 

 

P.: ¿Cuáles son las barreras para el desarrollo de este deporte en España?

R.: Si comparamos con un país como Argentina, que es la meca con diferencia respecto al resto del mundo, te encuentras mil campos de polo en la provincia de Buenos Aires, y además hay muchos caballos. Es un deporte que requiere de un gran espacio y de superficies planas, y eso va a ser siempre una barrera. Por otro lado, poco a poco empieza a haber cría en España, si bien los mejores caballos todavía se traen de Argentina. Además, es un deporte que económicamente no tiene retorno, no hay competiciones para obtener un lucro económico, es un hobby.

 

P.: Este año, el Torneo Internacional de Polo de Sotogrande alcanza su edición número cincuenta, ¿qué supone?

R.: Es un éxito, un reconocimiento para los que lo impulsaron hace cincuenta años, la familia Mora Figueroa y Enrique Zobel. Desde entonces se ha consolidado en agosto como la cita obligada del mundo del polo, en la que los mejores polistas del mundo compiten por sus extraordinarias condiciones, con probablemente los mejores campos de polo del mundo, al nivel de unos pocos que hay en Argentina. Este año, en particular, vuelve a haber mucha competición con la participación de los mejores jugadores, lo que acaparará todos los focos. Y va a ir a más.

 

P.: El polo cuenta con su propio servicio over-the-top (OTT) y LaLiga Sports TV retransmite torneos. ¿Es la mejor solución ante la falta de interés de otros medios?

R.: El polo no deja de ser una competición difícil de seguir por televisión, con partidos que pueden durar hasta dos horas. Tienes que ser conocedor para apreciar su belleza en televisión. Es un deporte que se disfruta o se valora sobre todo por lo que supone la velocidad y el ruido, aspectos que alcanzan su plenitud para los espectadores que lo presencian en persona. La entrada de Pololine (OTT) es una muestra de que cada vez hay más gente conectada y viéndolo. Es indudable que el número de licencias en el mundo aumenta año a año, crece, y la gente tiene un interés evidente en seguir las competiciones de los mejores jugadores y equipos a lo largo de toda la temporada, empezando en Estados Unidos, luego Inglaterra, Sotogrande y Argentina. Pololine ha visto que cada vez hay más sponsors y gente que tiene interés en estar ahí.

 

 

“En España nos inspiramos en los modelos de Estados Unidos, Inglaterra y Argentina”

 

 

P: ¿El polo es sólo para ricos?

R.: No, la prueba es que hay todo tipo de jugadores. Para el polo de alta competición tienes que disponer de medios económicos, pero contratas a profesionales, en un deporte en el que los profesionales no son ricos. Y hay mucho polo, el mayoritario, de campo, que no es el que se juega en las grandes competiciones. Con dos caballos, que son mucho más accesibles y económicos que los de salto, puedes jugar a polo. El polo sólo es un deporte de ricos si quieres competir al más alto nivel las principales competiciones, como la Copa de Oro en Inglaterra o la Copa de la Reina.

 

P.: ¿En qué países debe España fijarse para que el polo crezca?

R.: Nos inspiramos en los modelos de Estados Unidos, Inglaterra y Argentina. Quizás el polo mujeres es el que más ha cambiado en los últimos años, con un comité de hándicap propio, donde pueden competir entre ellas cuando hasta ahora siempre competían con hombres. Además, hay que conseguir que los que empiezan tengan continuidad y accedan a la compra de caballos, incentivando la cría.