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José Julio Espina (Aebm): “El balonmano se debería haber profesionalizado en los noventa”

El presidente de la Asociación de Entrenadores de Balonmano asegura que los técnicos pedirán estar afiliados en el régimen general de la Seguridad Social y un salario mínimo tanto para el primer como para el segundo entrenador.

José Julio Espina (Aebm): “El balonmano se debería haber profesionalizado en los noventa”
José Julio Espina (Aebm): “El balonmano se debería haber profesionalizado en los noventa”
“Peleamos por un espacio competido, aunque el balonmano tiene mucha demanda”

M. L-E.

13 abr 2023 - 05:00

Más vale tarde que nunca. El balonmano debería haberse profesionalizado en la década de los noventa, tal como hizo el baloncesto; sin embargo, la prudencia fue la premisa para que nadie se quedara fuera. Pese a este pasado, ahora se abre un nuevo horizonte en el que habrá que dar un paso adelante. Así lo explica José Julio Espina, presidente de la Asociación de Entrenadores de Balonmano, quien asegura que los técnicos pedirán estar afiliados en el régimen general de la Seguridad Social y un salario mínimo tanto para el primer como para el segundo entrenador.

 

 

Pregunta: ¿Qué implica para el ecosistema del balonmano que se profesionalice Asobal?

 

Respuesta: Afecta a todos los estamentos de este deporte, tanto a jugadores como entrenadores. Pero hay que hacer los pasos bien. Actualmente, la mayor preocupación que existe es que nadie se quede en el camino por circunstancias económicas o administrativas.

 

 

P.: ¿El balonmano está preparado para hacerlo en buenas condiciones?

 

R.: Sí, porque se lleva estudiando desde hace tiempo. Asobal ya es profesional desde hace años. Hablamos de la élite. El gran hándicap es que a los clubes les cuesta mucho generar recursos para afrontar sus presupuestos, por lo que hay que establecer uno que no sea muy elevado porque nadie se quede fuera. Hay que establecer un presupuesto mínimo al que puedan llegar todos los clubes.

 

 

P.: ¿Por qué ha tardado tanto en profesionalizarse?

 

R.: Siempre se ha tenido un poco de miedo pese a que las bases eran muy sólidas. Se debería haber profesionalizado cuando se hizo para el baloncesto y el ciclismo, pero en balonmano no se encontró el momento. En los años noventa las bases ya eran sólidas. Hubiera sido el momento, pero se tuvo una precaución para que nadie se quedara fuera. Se tenía miedo a que más de un equipo se quedara excluido. Pero tampoco hay un momento oportuno, porque siempre habrá dificultades económicas. Ahora son los clubes los que tienen que gestionar la historia y dar un paso adelante.

 

 

 

 

 

 

P.: ¿Mejorarán las condiciones de los entrenadores tras la profesionalización?

 

R.: Sí. Para todos y toda la estructura. Se trata de plasmar en la realidad lo que ya ocurre en una realidad paralela, porque tanto jugadores como entrenadores somos profesionales. Será positivo siempre que los acuerdos sean consensuados y con bases sólidas, aunque seguramente habrá desajustes al principio. Pero con buena voluntad y capacidad negociadora se conseguirá.

 

 

P.: ¿Qué es lo que se tiene que afrontar?

 

R.: Que no se quede nadie por el camino y que haya un capital social mínimo al que puedan llegar todos. También se tienen que respetar unos mínimos para jugadores y entrenadores y ser profesional en todos los estamentos.

 

 

P.: Habrá que negociar un nuevo convenio colectivo. ¿Cuáles son las principales demandas de los entrenadores?

 

R.: No tenemos uno como lo tienen los jugadores, pero hay unos mínimos con Asobal. Siempre hemos tenido buenas relaciones y no será complicado negociar un convenio completo o una serie de medidas que garanticen la seguridad jurídica para los entrenadores.

 

 

 

 

 

 

P.: ¿Qué se demanda?

 

R.: Aún no hemos sido citados porque quedan casi tres meses para el final de la temporada. Cuando ocurra, iremos a negociar y pediremos unos mínimos como estar en régimen general de la Seguridad Social y que haya un salario mínimo tanto para el primero como para el segundo entrenador.

 

  

P.: ¿Qué país es un ejemplo en balonmano?

 

R.: Alemania y Francia. Tienen una estructura muy sólida, profesional, con seguridad y bases económicas y jurídicas. Con estas ligas tenemos relaciones personales e instituciones y es hacia donde tenemos que mirar.

 

 

P.: ¿Cómo se puede generar más interés por el balonmano?

 

R.: Es un deporte muy querido en España. FC Barcelona y la selección han ayudado a que así sea y supone un cierto mérito tener más de 70.000 licencias, con un rendimiento tanto para los clubes como para la selección. También se han vuelto a emitir partidos en abierto. Sin embargo, el problema es que hay mucho para elegir y también hay baloncesto, balonmano, atletismo, tenis y voleibol. Peleamos por un espacio que es el que es, aunque tiene mucha demanda. Hay que seguir trabajando en la línea de la difusión.

 

 

P.: ¿Hay que emitir más partidos en abierto?

 

R.: Cuantos más, mejor. Esto no es fácil, pero es bueno que no esté sólo en un canal. Ya se ha conseguido, pero se tiene que seguir creciendo en esta línea.