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Jesús Claveria (Lnfs): “El fin de un club de fútbol sala no es generar beneficios a final de temporada”

El responsable del departamento de administración de la Liga Nacional de Fútbol Sala (Lnfs), Jesús Claveria, hace una valoración de la situación actual del fútbol sala ante la nueva temporada, que arranca este fin de semana.

Marc Romero

30 sep 2020 - 04:48

Jesús Claveria (Lnfs): “El fin de un club de fútbol sala no es generar beneficios a final de temporada”

 

 

“No es fácil vivir bajo la sombra del fútbol”, señala Jesús Claveria, responsable del departamento de administración de la Liga Nacional de Fútbol Sala (Lnfs). La temporada del hermano pequeño del fútbol once arranca este fin de semana con la primera jornada de liga, en un año que estará marcado por el impacto del Covid-19.

 

La primera división, formada por un total de 18 equipos, se prevé como la más igualada de las últimas campañas. “A parte de los tres grandes (Barça, Inter Movistar y Pozo Murcia) también hay que tener en cuenta equipos como el Palma o el Cartagena”, señala Claveria en una entrevista concedida a Palco23.

 

A pesar de que el nivel deportivo cada vez aumenta, la gran mayoría de clubes siguen dependiendo de ayudas municipales o de las diputaciones para poder subsistir. De hecho, en el mes de marzo, cuando la pandemia impactó en España, casi la totalidad de clubes se vieron obligados a parar por completo su actividad debido a que juegan en instalaciones municipales. “Muchos tuvieron que acogerse a un expediente de regulación temporal de empleo (Erte) y trabajar desde casa”, asegura el exportero de la selección española de futsal.

 

Por ello, un nuevo rebrote devolvería al fútbol sala nacional a una situación de jaque, pues, por mucho que los clubes deben contar con un pabellón alternativo, estos segundos suelen ser también de titularidad municipal, por lo que en el caso de que haya nuevas restricciones la competición casi seguro que se volverá a parar. Son pocos los clubes que, como en el caso del FC Barcelona, cuentan con una instalación propia que, al tratarse de un espacio privado, queda al margen de las restricciones.

 

 

Esta es una de las limitaciones de un deporte que, a pesar de su crecimiento de fichas, sigue sin llenar estadios ni atraer a todos los patrocinadores necesarios. Por ello, el responsable del departamento de administración de la Lnfs asegura que “generar beneficios es complicado por las taquillas, que no son como las de un campo de fútbol, pero a base de contraprestaciones publicitarias y de ayudas municipales los clubes pueden subsistir; aún así el fin de un club de fútbol sala no es generar beneficios al final de temporada”.

 

A inicios de septiembre la Lnfs decidió adelantar el pago de parte de los derechos audiovisua-les correspondientes a esta temporada. El anticipo fue de 10.000 euros para los equipos de Primera División y de 5.000 euros para los de Segunda. En total, la Lnfs repartió 240.000 euros.

 

Durante la pasada asamblea, la Lnfs aprobó que el reparto por derechos televisivos corres-pondientes a la campaña 2020-2021 sería de 1,3 millones de euros. Además, la patronal tam-bién aprobó las cuentas de la pasada campaña, con un superávit de 240.000 euros pese a la situación provocada por el Covid-19. Asimismo, los clubes asociados mostraron su desacuer-do con el calendario elaborado por la Rfef para 2020-2021. “Tras asumir la organización de las competiciones no se ha contado con los clubes para su elaboración”, manifestó la Lnfs en un comunicado.

 

A pesar de ello, desde la Lnfs se asegura que el crecimiento de los últimos años ha permitido convertir la liga española “en la mejor del mundo”, siendo, con diferencia, “la mejor organización del fútbol sala a nivel mundial”.

 

La profesionalización, algo pendiente

Otra de las cuestiones que estarán sobre la mesa a lo largo de esta temporada es la más que posible profesionalización del fútbol sala. Igual que el fútbol femenino, el fútbol sala no está considerada profesional en España según la ley del deporte, vigente desde 1990. De hecho, legalmente en España sólo hay dos deportes profesionales: el fútbol y el baloncesto masculinos, los dos que cuentan con una asociación de clubes que pueden gestionar las competiciones nacionales sin depender de sus respectivas federaciones.

 

“Hasta el año pasado la Lnfs tenía un convenio con la Real Federación Española de Fútbol (Rfef) que nos permitía gestionar la competición como hemos hecho los últimos treinta años”, explica Claveria que señala que ahora las competencias de la Lnfs se han visto limitadas, principalmente, a la defensa de los clubes que forman parte de la patronal y de la gestión de los derechos televisivos. “Tenemos vendidos los derechos de la competición a LaLiga Tv, que es quien se encargará de venderlos a los operadores hasta 2023, cuando acaba el contrato en vigor”, apostilla.

 

 

En la práctica, una profesionalización legal no cambiará mucho la situación de este deporte, a menos que la Rfef renuncie a los derechos de gestión de la competición como sucedió en el fútbol o el baloncesto hace años, aunque sí que “permitirá a los clubes tener una mejor estructura”.

 

Esto derivará en mejores equipos y mayor nivel, lo que debería traducirse en mayor atracción para el espectador. “Cuanta más competencia mejor para el espectador, somos un deporte vistoso, dinámico y este es nuestro punto fuerte para atraer a la gente”, asegura Claveria que afirma que “debemos diferenciarnos del fútbol para ser más atractivos”.