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‘Hospitality’ cultural, experiencia y marca Barcelona: el Open Banc Sabadell redefine su futuro

El nuevo presidente, Josep Jordi Cambra, ha trazado los ejes estratégicos a futuro del torneo ATP 500. La cita genera unos ingresos de 10 millones de euros, y el club cree que tiene margen para aumentar esa cifra mediante el patrocinio y ticketing.

Patricia López

23 abr 2019 - 04:59

Barcelona Open Banc Sabadell repartirá 2,6 millones de euros en premios en la edición de 2019

 

 

El Barcelona Open Banc Sabadell quiere hacer break al pasado para garantizar su posicionamiento a futuro. El Real Club de Tenis de Barcelona (Rctb) ya ha empezado a reflexionar al respecto y, consciente del impacto que tiene la empresa que gestiona el torneo, ya ha sacado a concurso este contrato para a partir de 2021. “El modelo de IMG ha sido excelente, pero la industria deportiva y la del tenis ha cambiado y hay que adaptar el modelo de reparto de ingresos y gastos”, apunta a Palco23 el presidente de la entidad, Josep Jordi Cambra.

 

Tras ganar las elecciones el pasado noviembre, el directivo aspira a lograr firmar un contrato “en el que no haya sombras, prevalezca la confianza, y en el que todo el mundo gane”. Según Cambra, los intereses del club pasan por adaptar los parámetros e ingresos de modo que “el reparto porcentual de los ingresos entre el club y la gestora fuera más a la carta”.

 

Se espera que el futuro contrato sea más flexible y por menos años de duración, aunque el presidente apunta que también se tendrán en cuenta “la nuevas propuestas que hagan las empresas, su experiencia en el sector y la confianza que tengamos”. En la carrera por adjudicarse el contrato a partir de 2021 están la propia IMG, que lleva más de treinta años gestionando el torneo, pero también Octagon, Kosmos y Tennium.

 

 

 

 

Este año, el Barcelona Open Banc Sabadell espera superar los 101.000 espectadores y será el tercer torneo ATP500 que reparte más dinero en premios, con 2,6 millones de euros. Cambra reconoce que el éxito de la cita, considerada la mejor de esta categoría, corresponde a la junta anterior, presidida por Albert Augustí.

 

Un año más, el campeonato ha logrado posicionarse como el torneo de las estrellas del tenis del futuro, una apuesta que el club e IMG han hecho para “tratar de fidelizar los jugadores cuando son jóvenes para que continúen viniendo cuando estén en lo más alto del ránking”, como el griego Stefano Tsitsipas, número 8 a sus veinte años, o el canadiense Felix Auger-Aliassime, número 33 del ránking con tan solo 18 años.

 

Pero la apuesta por empezar a fidelizar a los tenistas emergentes no es la única estrategia de futuro del Barcelona Open Banc Sabadell. “Tenemos margen para aumentar los ingresos de ticketing y patrocinio, aunque somos conscientes de que tenemos espónsors muy fieles”, comenta, en referencia a empresas como el Banco Sabadell, title sponsor desde 2007, Emirates, Peugeot y Estrella Damm.

 

 

 

 

“También queremos conseguir que venga más gente entre semana, y eso pasa por llegar a públicos distintos”, señada. Es un segmento de aficionados que el club plantea atacar yendo más allá del tenis, firmando acuerdos con otras entidades y “desarrollando un itinerario cultural que puede ir desde conectar el tenis con acudir a un teatro, o a comprar en las tiendas de Paseo de Gracia”, señala.

 

“Queremos colaborar en potenciar la marca Barcelona como una ciudad que organiza eventos de éxito”, afirma el presidente de uno de los únicos tres clubes de tenis en el mundo que organiza un torneo ATP.

 

La cita generó un impacto económico en la ciudad de 45 millones de euros en 2017, una cifra que Cambra quiere mejorar. Según el directivo, “el evento debería tener más impacto internacional en el ámbito del hospitality, y vamos a trabajar esa parte sumando fuerzas con otras instituciones.

 

De ahí que el mayor objetivo que persigue el torneo sea el de “enamorar a todos los públicos”, desde los tenistas hasta los patrocinadores, pasando por los socios del club y los espectadores. De hecho, el año pasado fue nombrado el mejor ATP500 en el trato a los jugadores. “El atractivo de los partidos de tenis no depende de nosotros, pero la puesta en escena sí; si conseguimos que los aficionados se lo pasen bien independientemente del partido, habremos dado un paso adelante”, reconoce.