Competiciones

Fernández-Alonso (Ancrdh): “El rugby no crecerá mientras haya estamentos que busquen protegerse”

El presidente de la Asociación Nacional de Clubes de Rugby de la División de Honor considera que se debe alcanzar un consenso y definir unos objetivos comunes para profesionalizar el sector.

Álvaro Carretero

26 sep 2019 - 04:59

El presidente de la Asociación Nacional de Clubes de Rugby de la División de Honor considera que antes de pensar en popularizar este deporte, se debe alcanzar un consenso entre los principales actores y definir unos objetivos comunes para profesionalizar el sector.

 

 

Macario Fernández Alonso, presidente del club Senor Independiente de Santander desde 2017, ha sido una de las voces que más protagonismo han tenido en el rugby español durante los últimos dos años. En 2018 impulsó la creación de la Asociación Nacional de Clubes de Rugby de la División de Honor (Ancrdh), de la que se convirtió en su primer presidente. El objetivo: dar el primer paso hacia la profesionalización de un sector que nunca termina de despegar.

 

El año pasado, incluso, el número de federados cayó un 7,3%, hasta 10.689 fichas, situándose por debajo de deportes como el remo, las luchas olímpicas o el ajedrez y los presupuestos de los equipos profesionales también han notado la desaceleración de los últimos tres años. Hoy, competir en la División de Honor el presupuesto se sitúa en un mínimo de 300.000 euros, y diez de los jugadores son extranjeros.

 

Pregunta: Estos días se celebra el Mundial de rugby en Japón, pero España no está y en los medios apenas tiene trascendencia. ¿Por qué no acaba de dar el salto para dejar de ser un nicho?

Respuesta: Al rugby le ha faltado tener bien claro el producto que vendemos para saber lanzarlo con tal de que obtenga conocimiento en todo el mundo. La gestión actual de nuestro deporte es muy tradicional, no hay nada nuevo, no hay un protagonismo de los que lo tienen que tener y se está quedando sin el impulso necesario, como se da en otras disciplinas. Estamos acusando una evolución muy lenta.

 

 

 

 

P: ¿Cómo se hace atractivo el oval, que para muchos aficionados aún es un gran desconocido?

R: No hay nada que se pueda hacer que no sea a través de la inversión. El crecimiento orgánico no puede alcanzar cotas superiores ahora mismo si no viene acompañado de una inversión notable. Y no hablo sólo de la parte económica, sino también a nivel de popularización como deporte, de saber aprovechar nuestros valores e invertir tiempo en estudiar nuestras propuestas.

 

P: Hasta ahora, esas propuestas han llegado de forma muy desigual.

R: Desigual no, es que no somos capaces de llegar a ningún consenso. Ahora mismo, los clubes no tienen suficiente margen de crecimiento económico para poder invertir. No hay instalaciones suficientes porque ni siquiera podemos apostar por tener unas propias; todo lo que tenemos son concesiones. Es imposible sostener ningún deporte así y no te digo ya apostar por su crecimiento. Mientras haya unos estamentos a los que se considera que hay que proteger por a saber qué motivos, esto no puede evolucionar.

 

P: ¿Por dónde pasan los cambios que necesita el rugby español?

R: Hay que abrirse al sector privado y remar en conjunto, pero no se puede proteger a unos y dejarnos vendidos a otros. Además, necesitamos una Ley del Deporte mucho más fuerte, aunque tal y como está el panorama no parece que contemos con ello a corto plazo.

 

 

 

 

P: Recientemente se cayó el proyecto de World Rugby para activar a las selecciones que no están en el primer escalafón. ¿Cómo afecta a España?

R: Hay una clara conclusión de todo esto: división entre clubes y Selección. Los clubes jamás hemos recibido información de la World Rugby, ni hemos conocido el plan de crecimiento que aseguraban. Y no por mala fe, sino porque sencillamente no se nos ha tenido en cuenta. Eso es el reflejo de que ahora mismo no hay unidad, ni de integración, ni de trabajo común, ni de objetivos… Así que difícilmente podemos considerar que nos iba a afectar de alguna forma.

 

P: ¿Qué papel deben jugar los clubes dentro de este escenario de actual confrontación?

R: Los clubes son la correa de transmisión del rugby a escuelas, institutos… No se puede trabajar en el fomento de un deporte si no es a través de los clubes. ¿Para qué invertir si los referentes no pueden ni siquiera generar sus propios ingresos para llegar a profesionalizar de verdad el sector? Creo que los clubes deben tener las cosas más fáciles, ganar conocimiento para potenciar el rugby. Todos estamos trabajando, quemando tiempo y esfuerzo, pero no llegamos a hacer más.

 

P: ¿Faltan instalaciones de rugby para crecer o un programa común para impulsarlo?

R: Para eso primero tiene que haber un plan. Y ahora mismo el único plan es decir que vamos a hacer algo, pero nunca llega. Necesitamos, primero, consenso. Todas las partes tenemos nuestros intereses, pero hay que sentarse a ponerlos en común y decidir cómo integrarlos todos. A partir de ahí, llegarán planes específicos de instalaciones, de desarrollo o en cualquier otro ámbito; pero ninguno podemos presentar un proyecto a las Administraciones si no hay un plan detrás, no tiene sentido.