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Eroica Hispania garantiza su continuidad tras la suspensión ‘in extremis’ de su última edición

La marcha de ciclismo clásico, que contaba con 624 inscritos, se tuvo que suspender tres días antes de su celebración por problemas burocráticos entre la Real Federación Española de Ciclismo y la Dirección General de Tráfico.

Eroica Hispania garantiza su continuidad tras la suspensión ‘in extremis’ de su última edición
Eroica Hispania garantiza su continuidad tras la suspensión ‘in extremis’ de su última edición
La carrera no percibe los importes de los patrocinadores hasta que se celebra, que suponen un 60% de los ingresos de la prueva. El resto de los ingresos provienen de los inscritos.

M. L-E.

22 oct 2021 - 05:00

Eroica Hispania seguirá pedaleando por el ciclismo clásico. La marcha de ciclismo clásico, que no se pudo celebrar el pasado fin de semana en Haro (La Rioja) a causa de problemas burocráticos entre la Real Federación Española de Ciclismo (Rfec) y la Dirección General de Tráfico (DGT), garantiza su continuidad pese las pérdidas derivadas de la suspensión de la prueba. La prueba anunció su suspensión el pasado jueves, tres días antes de disputarse la prueba, tras conocer que no se habían realizado las gestiones pertinentes por parte de las dos entidades. La imposibilidad de celebración se conoció cuando dos tercios de los participantes, sobre todo extranjeros, ya se encontraban en Haro (La Rioja), sede de la carrera.

 

Eroica Hispania forma parte de un circuito internacional de ciclismo clásico fundado por Giancarlo Brocci hace más de 25 años y que tiene como principal norma correr con una bicicletas de antes de 1987. En España, la prueba cuenta con un equipo liderado por Willy Mulonia y Edouard Legendre, que gestionan la marcha desde 2015.

 

La carrera aterrizó en España en 2015. La organización se decantó inicialmente por el municipio de Cenicero (a 20 kilómetros de Logroño) por la similitud de su paisaje con el de la Toscana, cuna del evento. En 2019, Eroica celebró su última edición en Cenicero y se trasladó a Haro para 2020 por diferencias con el ayuntamiento de la ciudad. La primera edición en Haro se canceló por la pandemia y en 2021 tampoco ha podido celebrarse.

 

“Estamos pensando en la edición de junio, es una apuesta de futuro”, asegura Legendre, a Palco23, quien reconoce que “este año asumimos las pérdidas”. “No buscamos una rentabilidad directa en las ediciones actuales, queremos hacer crecer la carrera, por lo buscamos la rentabilidad a largo plazo, imitando el modelo italiano, que se ha consolidado tras muchos años”, comenta. “Hasta ahora nunca hemos querido generar beneficio, todo lo que hemos obtenido lo hemos reinvertido”, sentencia. “Es obligatorio y asumimos las pérdidas, pero veremos si se pueden paliar con las responsabilidades que se asuman por las partes implicadas”, añade.

 

 

 

 

La carrera no percibe los importes de los patrocinadores hasta que se celebra, que suponen un 60% de los ingresos de la prueva. El resto de los ingresos provienen de los inscritos. “No sacamos ningún margen sobre la inscripción del participante porque el gasto medio no es común a los de los otros eventos”, sostiene.

 

“Ahora habrá qué ver dónde estuvo el fallo y luego estudiaremos las medidas;  tenemos varias responsabilidades con los participantes y patrocinadores: al margen de lo que pueda pasar no nos podemos centrar en la vía legal, sino en cómo se mantiene el proyecto”, explica. “Este fallo no condenará nuestro evento”, garantiza.

 

“Buscamos hacer crecer una cultura que no existe en España, a diferencia de en mercados como Italia, Países Bajos o Bélgica; tenemos que reconducir este escenario y asumir el bache, hablando con todos los patrocinadores, sobre todo con la ciudad de Haro, el principal espónsor”, asegura. “Hay que dar tiempo para tomar decisiones cuando pasa algo así”, advierte.   

 

 

 

 

Por otro lado, Legendre considera que se mantuvo una parte del impacto económico en la zona porque “atendimos a 400 participantes directamente en la plaza, que vinieron a Haro y se quedaron”. “Estuvimos con ellos y los atendimos uno a uno, dándoles su bolsa de participante, y después algunos salieron igualmente, porque los recorridos estaban marcados”, sentencia. “Estamos estudiando cómo compensar a los corredores españoles y a los internacionales”, asegura.

 

Este año, la prueba tenía ciclistas inscritos de dieciocho mercados distintos que representaban el 38% de los 624 inscritos. En un año normal, los inscritos de fuera de España representan hasta un 47% del total de participantes de hasta 24 países distintos como Estados Unidos, Japón o Nueva Zelanda. La edad media de inscritos es de 50 años. En una edición normal, la carrera cuenta con mil participantes, aunque la organización espera duplicar esta cifra a largo plazo, con un crecimiento del público internacional.

 

“Haremos la carrera en junio; empezamos sin patrocinadores por lo que si hay que volver a trabajarlos, se hará”, reconoce el directivo, recordando que “analizando los números, un 80% de los que vinieron nos dijo que volverían el año que viene”. “Hay que asumir los momentos complicados y no esconderse, sino dar una solución, la culpabilidad se verá en su momento pero asumimos la responsabilidad dando la mejor respuesta posible”, afirma. “¿Que ha supuesto un disgusto y frustración para mucha gente? Sí. ¿Que ha tenido un impacto nefasto en Haro? No lo creo”, asegura. “Esperamos poder reconducir la relación con Haro porque La Rioja es el escenario de la prueba, pagaremos a los proveedores y a los concursantes, lo asumimos todo dentro del marco de nuestra responsabilidad”, sentencia.