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Zoom: Brexit, ¿y ahora qué?

El ‘resfriado’ de la Premier que puede alterar el orden mundial del fútbol

El Brexit ya ha provocado una devaluación de la libra que ha impactado en la capacidad de gasto de los clubes en un mercado de fichajes que mueve 6.600 millones de euros al año. A medio plazo, su valor audiovisual internacional caería si no puede fichar.

Marc Menchén

30 sep 2019 - 04:58

El ‘resfriado’ de la Premier que puede alterar el orden mundial del fútbol

 

 

La Premier League ha vivido cuatro años en los que prácticamente ha podido hacer lo que ha querido en el resto de Europa. Un contrato audiovisual histórico firmado en 2015 y una libra esterlina fuerte, que cotizaba por encima de 1,3 euros, situaban a los clubes ingleses en una posición privilegiada para fichar a los grandes talentos. Sin embargo, hoy la fortaleza de su divisa no es tal ante la incertidumbre del Brexit, un escenario que los reguladores también quieren aprovechar para forzar la nacionalización de las plantillas. Y que Europa percibe con miedo, pues Reino Unido ha sido el gran dinamizador de un mercado de fichajes que en 2019 ha alcanzado máximos históricos con 7.310 millones de dólares (6.632 millones de euros).

 

Si algo caracteriza la actividad de los traspasos es que el dinero fluye aguas abajo, pues el grueso de la inversión que cada club realiza es a partir de lo que obtiene de forma simultánea con las ventas. En este sentido, la Premier League ha estado siempre en lo alto de la pirámide, aunque este verano ya puso fin a la espiral de gasto de los últimos cinco cursos y redujo su inversión un 7,5%, hasta 1.358,4 millones de dólares (1.538,5 millones de euros).

 

 

 

 

Se trata del importe más bajo de los tres últimos años y una tendencia totalmente contraria a la del mercado global, que anotó un avance interanual del 4%. El incremento casi rozó el 10% en el agregado de los cinco principales países (Reino Unido, España, Alemania, Italia y Francia). Además, esa austeridad forzada se combinó con una fuerte subida de los ingresos por salidas, del 42,5%, hasta 804,2 millones de dólares. Es decir, que en dos años ha reducido prácticamente a la mitad su inversión neta en la compra de jugadores, hasta 554 millones de dólares (503 millones de euros) en 2019.

 

Una muestra de esa contención está también en el volumen de transacciones, que sí crecieron, lo que significa que la Premier ya está pagando de media menos por cada traspaso. Los estudios de Fifa TMS, sistema de transferencias del regulador, revelan que “Inglaterra fue la asociación más activa entre las cinco principales durante el período de registro de este verano; los clubes ingleses completaron 478 transferencias entrantes y 536 transferencias salientes entre el 1 de junio y el 2 de septiembre, un aumento del 4,1% y el 2,3%, respectivamente”.

 

 

 

 

Muchos analistas advierten que si la Premier se resfría con la salida del país de la Unión Europea (UE), el resto del continente lo notará de forma automática, especialmente España. Se trata del país de fuera de las islas que más jugadores ha enviado hacia allí en los dos últimos veranos, con 58 en 2018 y 67 en 2019. El podio es compartido con Escocia y Gales, que rápidamente pierden cada año a sus jóvenes promesas.

 

LaLiga es la competición que más dinero ha logrado obtener en los últimos años con traspasos a equipos ingleses, que sin problemas podían abonar las cláusulas de rescisión de los futbolistas, fueran de clase media o incluso estrellas. No obstante, el enfriamiento del gasto difícilmente tendrá consecuencias negativas para el fútbol español, que ya ha aprovechado los últimos cinco años para sanear balances y amarrar su sostenibilidad gracias a los traspasos. De hecho, hay quienes confían en que una Premier algo más débil económicamente permitirá retener a los mejores futbolistas en el país, por lo que también se elevará el valor conjunto del torneo.

 

 

Los directivos británicos no se han pronunciado abiertamente sobre el impacto posible del Brexit en su capacidad inversora, aunque los expertos añaden un segundo elemento a la ecuación que también tiene que ver con la cautela general que impera en Reino Unido. La última subasta de derechos audiovisuales en el país se cerró a la baja, moderando el crecimiento global previsto por televisión para el próximo ciclo. Porque si el torneo pierde capacidad de atracción de los grandes talentos, también lo hará su relevancia entre los aficionados.

 

La Premier sostiene que la internacionalización de las plantillas ha sido clave para su expansión lejos de sus fronteras, pues ha permitido revalorizar el precio de los derechos de televisión en distintos países, donde prima más el seguimiento de un jugador local que la propia competitividad de los equipos. “La Premier League es una parte importante de Brand Britain en todo el mundo y no creo que el Gobierno quiera hacer algo que tenga un impacto negativo en la Premier League o el equipo nacional inglés”, confiaba antes del arranque de 2019-2020 el director general interino del torneo, Richard Masters.

 

Porque, más allá de las consecuencias a corto plazo, está el impacto que en el medio y largo plazo pueda tener esta situación. Y en las oficinas de LaLiga tienen claro que aprovecharán la ocasión para capturar una mayor cuota de mercado en la industria del fútbol. Y en el verano de 2019 ya demostró que está en disposición de liderar el gasto global en materia de fichajes. De momento, hoy el torneo británico mantiene la corona, con una previsión de 5.730 millones de euros para 2018-2019. Sólo falta saber si ahora también podrán ser sostenibles.