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El fútbol europeo bate récord de ingresos con 21.000 millones en un 2018 menos rentable y polarizado

El conjunto de los clubes de las ligas nacionales elevó un 5% sus ingresos en 2018 y situó sus ganancias en 149 millones de euros, pero un año más se ahondó en la brecha entre grandes y pequeños. 

Marc Menchén

17 ene 2020 - 04:58

La brecha entre las cinco principales ligas de Europa y el resto sigue agrandándose

 

 

El fútbol europeo encadena por primera vez dos años consecutivos en beneficios, si bien el retroceso de la rentabilidad fue muy acusado. El conjunto de clubes de las ligas nacionales obtuvo un resultado neto de 149 millones de euros en 2018, lo que representa una caída interanual del 75% por el mayor ritmo de aumento del gasto en salarios. Aun así, permite dar continuidad al cambio de tendencia en la industria, que venía de acumular unas pérdidas superiores a los 3.000 millones de euros, según destaca la Uefa en su último informe.

 

Eso sí, la máquina de generar ingresos no ha dejado de carburar y en 2018 se incrementaron en otro 5%, superando por primera vez la barrera de los 21.083 millones de euros. El problema, no obstante, es que continúa ahondándose el mayor temor de la confederación, que no es otro que el constante aumento de la brecha entre las cinco principales ligas y el resto.

 

El regulador advierte que el peso de Premier League, LaLiga Santander, Bundesliga, Serie A y Ligue-1 se incrementó en un punto porcentual y alcanzó el ratio récord del 75%. Su presidente, Aleksander Čeferin, advierte que esta es “una de las amenazas para la estabilidad y el éxito continuo del fútbol europeo”, pues la concentración de riqueza acabará por afectar a la competitividad de los países.

 

 

 

 

El estudio hecho púbico hoy, no obstante, muestra que el ritmo de crecimiento de los ingresos también fue el más bajo de los tres últimos ejercicios en términos absolutos, con un extra de 980 millones, que contrasta con los más de 1.600 millones de aumento de ingresos que se registró en 2016 y 2017.

 

El problema para Ceferin es que uno de los elementos que considera que desestabiliza y polariza el sistema son los cobros por derechos de televisión que los clubes reciben de las ligas nacionales, cuya aportación subió un 5% interanual en 2018 y alcanzó 7.900 millones de euros. Su aportación se mantiene en el 37% del total de la facturación, siendo de largo el pilar de la industria.

 

La segunda fuente de ingresos es la de patrocinios, que aportaron un 4% más, hasta 4.700 millones de euros, si bien su peso baja un punto, hasta el 22%. El área comercial, por su parte, subió un 10% impulsada por los equipos de España y Francia, y en total generó 1.700 millones de euros, por lo que mantiene su cuota en el 8%.

 

 

 

 

“El fútbol europeo tiene cada vez un más amplio atractivo internacional, con 150 patrocinadores de camisetas extranjeros, incluyendo a 36 compañías asiáticos y 19 compañías norteamericanas”, señala el estudio. En el mismo, se añade: “Tiene un atractivo singularmente amplio, ya que sólo el sector de la venta al por menor (17%) y el sector de los juegos de apuestas (13%) adornan más del 10% de las camisetas de los equipos”.

 

La Uefa resalta que, pese a vivir en un entorno digital, la recaudación por taquilla se anotó su mayor avance de los últimos años, con un incremento interanual del 10% que le permitieron superar por primera vez los 3.100 millones de euros por este concepto. El estudio revela que el alza se concentra en treinta clubes concretos, muchos de los cuales estrenaron ampliaciones de sus respectivos estadios, como en España sucedió con Real Betis o Atlético de Madrid.

 

Los pagos de la confederación, que combinan derechos audiovisuales con premios por resultados por la Champions y la Europa League, fueron un 3% superiores, con 2.100 millones de euros. De esta manera, se consolida como la tercera línea de negocio ordinario que más dinero genera, con la singularidad de que estos pagos no llegan a todas las entidades del Viejo Continente.

 

 

 

 

Los otros ingresos de explotación, incluidos dentro del negocio recurrente, subieron un 16%, hasta 1.600 millones de euros, un elemento que la Uefa destaca porque se trata de aportaciones desinteresadas, sean subvenciones públicas o donaciones de accionistas para el desarrollo de la actividad deportiva. 

 

Lo que sí preocupa a Ceferin y su equipo es la evolución del mercado de traspasos, que aumentó su ritmo de crecimiento, hasta el 25% interanual, y encadena tres ejercicios de crecimiento por encima del 20%. En 2018 se superaron los 5.000 millones en movimientos de jugadores, equivalente al 29% del negocio ordinario, y el regulador ya advierte: “Hay casos de excesiva dependencia en los ingresos de las actividades de fichajes”.

 

En las ligas fuera de los 20 principales, el número de clubes que generaron ganancias netas por traspasos en 2018 ascendió a 161, aproximadamente el doble respecto a los 86 que registraron un gasto neto en fichajes. “Demuestra que el sistema de transferencias actúa como un importante mecanismo de solidaridad financiera”, defiende la Uefa, en referencia a países como Croacia, República Checa o Serbia.

 

 

 

 

Esta cuestión está intrínsecamente ligada con el aumento de la masa salarial. Sólo el pago de nóminas subió un 9,4% interanual, un ritmo de crecimiento que dobla al que se anotaron los ingresos recurrentes y que rompió con el hito de los dos años anteriores, en los que el aumento de ingresos superaba al del gasto. En total se pagaron sueldos por valor de 13.475 millones de euros, aproximadamente. 

 

La Uefa resalta que la presión salarial sacude a todo el continente, que ya son más de quince ligas fuera del top-20 en las que las nóminas consumen más del 80% de los ingresos. Además, en 35 entidades se superaron los 100 millones de euros para esta partida.