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El Dakar se ajusta en el año del Covid-19: un 30% menos de inscritos y recorte del 20% del presupuesto

Amaury Sport Organisation ofrece ayudas a los pilotos, pero reducirá el presupuesto de la carrera entre un 15% y un 20%. El Covid-19 supondrá una pérdida de aproximadamente 150 participantes para la edición de 2021.

Miquel López-Egea

22 sep 2020 - 05:00

El Dakar se ajusta en el año del Covid-19: un 30% menos de inscritos y recorte del 20% del presupuesto

 

 

El Covid-19 es la principal duna que tendrá que superar el Dakar 2021. Este año, el grupo  Amaury Sport Organisation (ASO), organizadora de la carrera, estima perder un 30% de los inscritos en comparación con el año pasado, cuando la carrera tuvo 516 participantes y 342 vehículos. El Covid-19 supondrá una pérdida de aproximadamente 150 participantes para la edición de 2021, que se celebrará del 3 al 21 de enero en Arabia Saudí. El personal de la carrera bajará de 3.000 trabajadores a los 2.000 empleados.

 

Castera es muy claro: “el Dakar no peligra, se va a hacer seguro, lo hemos hablado con el Gobierno de Arabia Saudí”. “Tenemos que aprender a vivir con el Covid-19, se ha demostrado con el Tour de Francia que se pueden hacer cosas, por lo tanto, no nos podemos quedar en casa encerrados”, reitera. ASO es la empresa organizadora del Tour de Francia y la Vuelta a España, entre otras muchas competiciones.

 

“El Covid-19 está retrasando las cosas, tendrá un impacto porque hay gente que no podrá encontrar los fondos necesarios para participar”, ha explicado el director del Rally Dakar, David Castera, a Palco23. “Todo se ha retrasado y los pilotos esperan al último momento para inscribirse porque tienen miedo y no saben si se hará la carrera”, manifiesta.

 

 

 

 

“Hay gobiernos que no quieren que la gente salga del país, hay un ambiente de miedo, por lo que creemos que la participación estará entorno al 70% del año pasado”, asegura, recordando que “en otras carreras que organizamos, la participación está en el 30% o al 40% del total”.

 

Asimismo, el presupuesto de la carrera, que se divide entre ASO y el gobierno saudí, también se verá afectado, ya que se reducirá entre el 15% y el 20%. “Estamos apretando el presupuesto por la situación, pero la carrera será de calidad, hay que recortar con equilibrio”, remarca Castera. Los ingresos por los derechos televisivos no se verán afectados y ASO espera que tampoco haya un impacto en los patrocinios.

 

Ayudas a los pilotos

La organización no quiere perder más inscripciones de la cuenta, por este motivo “estamos hablando con cada participante, viendo cómo les podemos ayudar, les ponemos en contacto entre ellos y hay mucha solidaridad para poder participar en un momento complicado”, comenta Castera.

 

Aunque no se han aplicado descuentos, ASO ha apostado por dar más wild cards, hacer promociones y ayudar con los espónsores. “Hemos bajado algunas inscripciones y la gasolina estará incorporada para todos y participar en SSV es un 10% más barato, para ayudar a los que compiten por primera vez”, revela.

 

El año pasado, para participar en una carrera, el coste oscilaba entre los 100.000 euros hasta el medio millón de euros. La inscripción va de 15.700 euros (motos) hasta 39.400 euros (camiones). Sin embargo, el precio es menor para los pilotos que llevan más ediciones, con el objetivo de “recompensar a los que vienen siempre”.

 

Protocolo exhaustivo

La organización trabaja en un protocolo exhaustivo, en un modelo totalmente de burbuja. De hecho, la organización contará con un camión-laboratorio para hacer tests Covid-19, que tendrá un coste que rondará entre 300.000 euros y 400.000 euros, con personal especializado.

 

“Es muy difícil evaluar el coste de todo el protocolo porque nosotros teníamos una carpa de 200 metros cuadrados para las comidas y ahora tendrá que ser de 300 metros cuadrados para mantener la distancia”, remarca Castera. “La gente se tendrá que poner más lejos y, por ejemplo, habrá que hacer más limpieza y habrá más distancia en los baños, además de traer más personal para estas funciones, cambiar el sistema de dormitorios, utilizar mascarillas e hidrogel”, señala, reiterando que “todo esto entra en la logística, pero no nos podemos quedar en casa”.