Competiciones

2018: un año en que el ciclismo buscó ampliar el ‘pelotón’ de ‘millennials’

El ciclismo profesional ha aprobado una de sus mayores reformas en 2018, con el objetivo de volver a conectar con los aficionados más jóvenes y recuperar las posiciones perdidas entre los espectáculos deportivos más seguidos. 

Alejandro Veliz s.

26 dic 2018 - 04:59

El ciclismo busca ampliar el ‘pelotón’ de ‘Millennials’

 

 

El ciclismo ha sido históricamente una de las disciplinas más practicadas en todo el mundo. Sin embargo, la escasa identificación de los equipos con una afición local y el crecimiento de otras disciplinas le han hecho perder posiciones entre los mayores espectáculos deportivos. Para recuperar la exposición con la que contaba en años anteriores, la Unión Ciclista Internacional (UCI) ha dedicado 2018 a diseñar un plan estratégico con el que volver a conectar con los consumidores y recuperar el atractivo para las marcas. De momento, dos patrocinadores históricos ya han decidido renunciar: Sky en Reino Unido y BMC en Suiza.

 

El proyecto más ambicioso e inmediato es la introducción de una nueva categoría a partir de 2020. Se trata de las UCI Pro Series, que se situarán inmediatamente por debajo del UCI World Tour y por encima del UCI Continental Circuit. “La nueva división no sólo debe fortalecer la posición del ciclismo entre los mayores deportes profesionales, sino que también será crucial para mejorar el relato de la temporada y contribuir a una mejor visibilidad que permita animar a potenciales patrocinadores a unirse al ciclismo”, ha argumentado el presidente de la UCI, David Lappartient,  a la hora de defender el nuevo esquema de competición.

 

A la espera de que se concreten todos los detalles, el regulador internacional señala que su intención es disponer de un calendario de competición que ocupe el máximo de días posibles. De esta manera, habría una mayor participación de los corredores y una creciente visibilidad mediática que permita captar a los grandes patrocinadores, que han decidido centrar sus inversiones en campeonatos con más recurrencia como el fútbol, el baloncesto o el tenis. Actualmente, la relojera Tissot es su principal socio comercial, junto a proveedores específicos como Shimano, GoPro o Santini.

 

Esta estrategia, o más bien necesidad, también ayuda a entender la propuesta del comité de dirección de la UCI de poner en marcha un Mundial unificado a partir de 2023. El objetivo es crear un evento de dos semanas en el que 8.500 atletas de más de 120 países compitan por los títulos en disciplinas como ruta, MTB, pista, BMX, ciclismo urbano, ciclismo indoor, gran fondo y las disciplinas de ruta y pista de ciclismo adaptado. En el mismo también participarían las mujeres, a las que la UCI quiere dar un mayor protagonismo con el relanzamiento de la máxima categoría de ciclistas, para las que se marcará un salario mínimo que se acerque un poco más al que perciben los hombres, así como que todas ellas dispongan de un contrato laboral, según se aprobó este año.

 

 

La batalla constante contra el dopaje, también tecnológico

 

La lucha contra el fraude es también un tema principal. Durante los últimos meses  se han implementado nuevas medidas que permiten identificar y sancionar a aquellos atletas que intenten ganar utilizando la ayuda tecnológica, una práctica tan perseguida como el consumo de sustancias prohibidas para mejorar el rendimiento. Para perseguir esta nueva modalidad, la UCI ha invertido en unidades de rayos X para poner fin a estas irregularidades. Porque si algo ha impactado a su negocio han sido los escándalos de sus estrellas.