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El béisbol sigue los pasos de la NBA y el US Open y celebrará las World Series en una ‘burbuja’

Serán las primeras World Series que se jueguen completamente en una ciudad desde 1944. El lugar elegido es Arlington (Texas). Las Division Series y la League Championship Series también serán en formato burbuja.

Palco23

16 sep 2020 - 14:09

El béisbol sigue los pasos de la NBA y el US Open y celebrará las World Series en una ‘burbuja’

 

 

El coronavirus continúa transformando los campeonatos deportivos en Estados Unidos. Tras el baloncesto y el golf, ahora el béisbol se suma también al formato burbuja para eliminar los viajes, reducir la exposición al virus y garantizar que puedan celebrarse los encuentros.

 

En concreto, la Major Lague Baseball (MLB) ha optado por celebrar en un formato burbuja tanto la World Series como la Division Series y la League Championship Series. La próxima será la primera World Series que se celebre en un solo lugar, Arlignton (Texas) desde 1944.

 

La serie final que se disputa a partir del 20 de octubre se jugará en campo neutral y los dos equipos, en una eliminatoria a siete, se mudarán a Arlington, en el estadio de los Texas Rangers, para evitar posibles interrupciones por la pandemia.

 

Además, las finales de conferencia de la Liga Nacional también se organizarán en esta burbuja, mientras que las finales de conferencia de la Liga Americana se disputarán en Los Ángeles.   Esta decisión se ha tomado “teniendo en cuenta la salud, la seguridad y la competitividad”, según explica la organización.

 

La MLB calculó en mayo que jugar sin público supondría dejar de ingresar unos 4.000 millones de dólares. De esta manera, la competición sigue los pasos de la NBA, que fue la primera en aplicar esta medida, cuando decidió terminar la competición en el resort de Disney World (Orlando). La decisión de competir, entrenar y hacer vida en un mismo sitio se tomó con el objetivo de salvar la mayor parte del patrocinio y televisión después de las pérdidas en ticketing.

 

Esta decisión fue la misma que tomó la organización del US Open, que ha salvado los patrocinios y los derechos televisivos pero los organizadores prevén una caída de sus ingresos de 150 millones de dólares a causa de jugar a puerta cerrada.