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¿Dónde están los futuros ‘tractores’ del negocio del fútbol en España?

Los equipos de LaLiga generan un negocio de 15.688 millones de euros en el país, con el mundo digital como probable palanca para elevar su peso en la economía y la amenaza de Uefa, la piratería y la Ley del Deporte.

Marc Menchén

1 mar 2019 - 05:00

¿Dónde están los futuros tractores del negocio del fútbol en España?

 

 

Hace cuatro años pocos habrían pensado que LaLiga podría doblar su peso en la economía española. Sin embargo, el control económico y la centralización de los derechos audiovisuales se convirtieron en la palanca para que su impacto en el producto interior bruto (PIB) se situara en el 1,34% del total en 2016-2017. Son 15.688 millones de euros repartidos entre sectores tan dispares como la televisión, el turismo o las apuestas, y el gran interrogante es quiénes serán los próximos grandes beneficiados de esta industria. ¿La sanidad? ¿La alimentación?

 

“Los videojuegos se incorporaron en este último informe y antes no estaban, y la perspectiva es que siga desarrollándose. En la medida en que el fútbol evolucione junto a unos hábitos de consumo que evolucionan a tasas aceleradas, es probable que los sectores digitales cojan fuerza siendo hoy testimoniales”, explica Jordi Esteve, socio de Pwc y uno de los responsables del estudio Impacto económico, fiscal y social del fútbol profesional en España.

 

El consultor admite que “es difícil hacer pronóstico”, mientras que el presidente de la competición, Javier Tebas, está convencido del rol que pueden jugar en el crecimiento de plataformas como Facebook, Twitter o Instagram. “Muchas de estas redes sociales están probando nuevos modelos de negocio con la publicidad mediante las retransmisiones en directo, para entender cómo pueden monetizar y conocer aún más a sus usuarios”, explica el dirigente.

 

 

 

 

No dejaría de ser una migración natural de un sector tractora otro, pues hoy la televisión de pago y los medios de comunicación son los que capitalizan buena parte del consumo de productos relacionados con el fútbol que no comercializan directamente LaLiga o los clubes. Estas dos líneas de negocio generaron 561 millones de euros cada una en 2016-2017 gracias al campeonato doméstico, y su futuro depende en buena parte de las oportunidades y amenazas que ayer radiografió Tebas.

 

El dirigente no tiene tan claro que las plataformas OTT vayan a sustituir a la televisión de pago, ya que la entrada en servicio de proyectos como Dazn “no va a suponer ahora un aumento de los precios, porque es imposible que puedan igualar lo que paga hoy Telefónica, por ejemplo”. Eso sí, admitió que van a tener un papel relevante en el cambio de modelo del consumo audiovisual, como ya ha hecho Netflix con las películas y las series.

 

“En España nos afecta con más preocupación porque el 55% de lo que generamos por televisión es a nivel interno”, señala Tebas, quien añade: que “hay que saber afrontar ese reto y no dejarlo a la casualidad y las ocurrencias para no perder valor”. En este punto, el director de contenidos de Movistar+, Ignacio Fernández Vega, quiso poner en valor el papel de su plataforma y enfatizó que “algo tendremos cuando operadores como Netflix llaman a nuestra puerta; queremos que nos vean como alguien que tiene que jugar un rol”.

 

Uno de los desafíos que afronta LaLiga para seguir aumentando sus ingresos es la lucha contra la piratería. “La penetración que hay nos permite trabajar muchos aspectos y ese es un reto que tenemos por delante en la televisión de pago”, admite Fernández Vega. Y a esto, Tebas añade la regulación del mercado, pues las obligaciones que pesan sobre Telefónica hacen que prácticamente sea imposible que haya un competidor real para la telecoa la hora de pujar por los derechos premium.

 

 

 

 

Telefónica asume que el balón continuará siendo una herramienta clave de la oferta convergente, pero el fútbol profesional lleva meses trabajando en una propuesta de valor que vaya más allá de esta disciplina. Se trata de LaLigaSports, una OTT gratuita pero que exige registro previo y se ha convertido en una ventana al mundo para muchas competiciones españolas. ¿La lógica que hay tras este proyecto? Nadie lo confirma, pero podría tratarse de la fórmula de LaLiga para salir al mercado a medio plazo con un producto mucho más amplio. 

 

Pero ahí es donde aparecen nuevos riesgos, pues Tebas insiste en que es incomprensible que el anteproyecto de Ley del Deporte quiera impedirles comercializar los derechos de otras federaciones, como estas mismas han pedido. “¿Por qué cambiar un modelo que nos lleva al 1,37% del PIB?”, se cuestiona el directivo. Y no es el único temor, pues sigue insistiendo en la necesidad de una mayor protección de los derechos de autor y que se preserve el geobloqueo de los derechos audiovisuales para preservar su valor premium.

 

En el plano internacional hay más interrogantes en los que será más difícil que pueda haber una posición común entre la propia competición y sus clubes, como es la reordenación del calendario. “Nos quieren obligar a pasar de 20 a 18 equipos en las ligas nacionales y ocupar seis u ocho fines de semana con la Champions League. ¿Qué impacto tiene esto en el empleo y la economía? ¿Alguien se ha preguntado cómo puede esto afectar a la recaudación fiscal de España?”, cuestiona Tebas.

 

 

 

 

No es un aspecto menor, y claramente LaLiga busca trabar una estrategia común de protección de un producto cuya aportación se quiso poner en valor: 15.688 millones de euros de impacto económico, preservación de 184.626 puestos de trabajo y 4.089 millones de euros de recaudación fiscal. “El impacto económico del fútbol se ha duplicado en cuatro años. Los propios clubes han crecido mucho en presupuesto y eso ha permitido generar ese impacto, mientras que en empleo ha crecido más moderadamente”, señala Jordi Esteve, socio de Pwc. 

 

¿Lo hará de aquí a 2022? La respuesta ayer se centró mucho en cómo evolucionará la televisión, que supone el 42% de todos los ingresos, pero en muchos clubes tienen claro que el futuro pasa también por una mayor experiencia en los estadios que haga aumentar los ingresos por día de partido, una fase importante del negocio que también concentra buena parte del impacto económico de esta industria con 2.398 millones de euros.

 

El gasto medio por persona en merchandising y restauración es de 29 euros, a los que se añaden 19 euros en transporte y aparcamiento, y otros 122 euros en alojamiento en el caso de aquellos que tuvieron que pernoctar. En total, todo este gasto para la temporada 2016-2017 se ha estimado en 1.072 millones de euros, teniendo en cuenta que la competición acumuló 10,5 millones de espectadores ese año.

 

Esta implantación social es la que también se quiso poner en valor más allá del negocio y los empleos que supone, pues es el pilar sobre el que se ha podido articular una responsabilidad social corporativa (RSC) a la que el fútbol profesional destina 62 millones de euros anuales. El importe es cuatriplica superior al que destina la Bundesliga (17 millones) y más de 1,5 veces en comparación con la Premier League (40 millones).  “De cada 100 euros, 1,72 euros van a RSC. En la Premier es 0,76 y en Bundes 0,5 euros. Respecto a la media de las empresas españolas, es quince veces más”, señala el informe. Esto último no es un título, pero lanza un mensaje: el fútbol trasciende al verde.