Competiciones

De los 30 millones de la Champions a la ayuda al descenso de 9 millones: baile de euros en la clasificación

La clasificación para competiciones europeas garantiza un mínimo de 15 millones, por los 10 millones a fondo perdido que da La Liga a los descendidos. Este año, incluso perder un puesto en la tabla implica perder ingresos futuros.

Marc Menchén

15 may 2017 - 04:59

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A falta de una jornada para el final de la Liga Santander, la mayoría de clubes ya saben cómo variará su presupuesto la próxima temporada debido a su clasificación. La Liga ya advirtió que todos tienen algo en juego estos días porque un puesto más o menos alto en la zona media puede implicar hasta tres millones de euros menos por televisión en el próximo lustro. Pero más importante es obtener para muchos la clasificación para competiciones europeas, uno de los hitos que más diferencias presupuestarias puede marcar para toda una temporada.

 

Real Madrid, FC Barcelona, Atlético de Madrid y Sevilla FC son los que más podían ver alterado su presupuesto de partida para 2017-2018, ya que la clasificación para la Champions League implica un importante salto cuantitativo. Todos los participantes reciben un mínimo de 25 millones de euros por su participación, gracias a los pagos fijos que garantiza la Uefa y a los derechos de televisión asociados, por no mencionar los ingresos extra por taquilla y contratos comerciales.

 

A la espera del ciclo que se iniciará en 2018-2019, la organización decidió el pasado verano adelantar un año la mejora de ingresos para atajar la rebelión de los clubes, y la cuota de participación subió de 12 millones a 12,7 millones de euros. Por market pool, Madrid, Atleti y Barça saben que hasta ahora han recibido unos 20 millones más, mientras que el Sevilla estaría algo por debajo. En cualquier caso, más de 30 millones fijos que, de no haber vuelto a clasificarse, deberían haber recortado en personal. El importe, en el caso del Madrid, estará por encima de los 80 millones al haber alcanzado la final.

 

 

Igual de importante era volver a estar presentes en la Europa League para los que este año han estado. Por ejemplo, el RC Celta, que se ha quedado fuera tras haber alcanzado las semifinales en 2016-2017, ya sabe que el próximo año deberá trabajar con 15 millones de euros menos. Villarreal CF y Athletic Club se disputan con la Real Sociedad el derecho a seguir un año más de forma consecutiva en competiciones europeas para no verse en la misma situación, mientras que para los donostiarras supondría superar por primera vez los 70 millones de euros en ingresos ordinarios.

 

Podría darse el caso de que los tres se clasifiquen, escenario posible si el FC Barcelona derrota al Deportivo Alavés en la final de la Copa del Rey. Ahora bien, de ganar los albiazules, la entidad estará multiplicando por diez su presupuesto en comparación con 2015-2016, ya que pasaría de unos 5,8 millones de presupuesto a casi 60 millones de euros.

 

El reto para muchos de estos clubes que puntualmente logran acceder a competiciones europeas es estructurar los costes de manera que quedarse fuera un año no implique sufrir importantes pérdidas, como por ejemplo le sucedió al Málaga CF o al Villarreal CF en su día. Para ello, los contratos de muchos futbolistas ya incluyen salarios variables en función del escenario, de manera que automáticamente se ajustan.

 

Distintos ejecutivos del sector explican que en algunos casos acaba siendo una barrera para la firma de determinados jugadores, que buscan estabilidad salarial y no están dispuestos a recortarse el sueldo un 50% de un año para otro en caso de descenso. De otra forma se interpretan políticas cada vez más habituales, como que una parte del salario fijo se convierta en variable, pero no en función de si se logra un título o clasificarse para competiciones europeas, sino de que el equipo quede octavo, noveno, décimo o undécimo.

 

De esta manera se ha conseguido que los futbolistas tengan sus propios incentivos a nivel interno, de forma que tengan argumentos adicionales para no caer en la tentación de aceptar sobornos para arreglar resultados, una práctica que en los últimos años ha salpicado a algunos clubes. De hecho, es una práctica que también trata de erradicar el nuevo sistema de reparto de los ingresos audiovisuales, pues un 25% del dinero se reparte en función de la clasificación de las últimas cinco temporadas.

 

 

La patronal ha querido dejar claro el impacto de bajar la tensión de la competición estos días y, por ejemplo, caer de la octava a la undécima plaza implica perder 3,37 millones de euros en los cinco cursos siguientes, mientras que pasar de la duodécima a la decimoquinta plaza, pese a que no haya nada en juego y la permanencia esté asegurada, supondría perder 2,55 millones en cinco cursos. Cuestión a tener en cuenta por parte de los futbolistas, ya que parte de su salario o de una mejora del mismo dependerá de esto.

 

A partir de ahora, la trayectoria anterior es importante incluso a la hora de definir el importe a percibir como ayuda al descenso. En este sentido, cabe recordar que se trata de un paracaídas mucho más importante y que incluso permite mantener determinados sueldos. No sólo porque la cantidad es mucho más alta que en ejercicios anteriores gracias a al nuevo ciclo audiovisual, sino porque desde este verano es una subvención que no deben devolver como hasta ahora. Es decir, que el Levante UD no debe pagar los 13 millones que aproximadamente recibió de la patronal y que le han servido para recuperar en un año la máxima categoría.

 

Lo mismo le sucedería al Getafe CF, que tiene cuatro jornadas para intentar superar a un Girona FC que, si logra el ascenso directo, pasaría de unos 9,5 millones de presupuesto a cerca de 50 millones. Por un salto cuantitativo de este tipo también luchan CD Tenerife, Cádiz CF, SD Huesca, Real Valladolid y Real Oviedo, ya que podrían acelerar la cancelación de deuda o planes de inversiones.

 

Y, en su caso, lo han logrado sin esa ayuda del fondo de descensos, al que contribuye cada uno de los 42 clubes con el 3,5% de los ingresos por televisión que reciben y que sirve para evitar suspensiones de pagos o la generación de deudas adicionales. Con los recursos que se acordaron para 2016-2017, este importe podría estar en torno a 49,8 millones de euros. El 90% es para los que bajan a la Liga 1|2|3 y el 10% para los que caen a Segunda B.

 

 

Como parte fija, los tres que caen de la Liga Santander recibirán un 0,35% de los ingresos netos por televisión, que equivale a unos 3,4 millones, mientras que los descendidos a Segunda B recibirán un pago fijo no inferior a 1,25 millones. A partir de aquí, la patronal tiene en cuenta distintos factores, siempre garantizando que, como mínimo, todos los participantes reciben el equivalente al 0,75% del importe neto que genera La Liga por sus retransmisiones, y que serían unos 8,9 millones.

 

Por ejemplo, cada uno recibirá el equivalente al 20% de la media que recibieron por este concepto durante las cinco temporadas anteriores; un 5% de los ingresos medios de los últimos cinco años, y un 0,035% por cada año consecutivo en Primera. En total, el Granada CF recibiría unos 12,3 millones, por los 8,7 millones que percibiría el Sporting de Gijón y los 8,8 millones para CA Osasuna.

 

Es decir, que estos dos últimos se beneficiarían del mínimo garantizado dentro de un sistema en el que lo que esencialmente se busca es una cierta estabilidad entre los clubes que militan en La Liga. Porque, si bien no se espera un modelo de competición como el de la NBA, en la industria asumen que la llegada de inversores y grandes proyectos sólo llegarán si hay seguridad dentro de lo azaroso de un negocio que depende de un balón.