Competiciones

Bent Flyvbjerg (Oxford): “Para París 2024 ya es tarde; los demás que digan no a los JJOO”

El profesor, que ha estudiado el sobrecoste que conlleva unos Juegos, aconseja a las ciudades del mundo que no pidan ser la sede de un evento como este.

Marc Romero

9 oct 2020 - 04:45

Bent Flyvbjerg (Oxford): “Para París 2024 ya es tarde; los demás que digan no a los JJOO”

 

 

Los Juegos Olímpicos son esa fiesta que no sale a cuenta dar. Es el resumen, rápido y simplificado, del profesor Bent Flyvbjerg, de la Universidad de Oxford, que, con su estudio Regression to the Tail: Why the Olympics Blow Up, ha analizado los motivos por los cuales los presupuestos de un evento como este se dispara hasta límites muy por encima del retorno económico que generan.  

 

Pregunta: ¿Cuándo empezó el fenómeno de Regression to the Tail?

Respuesta: Ahora tenemos más información y por lo tanto podemos estudiar más como se dispara el gasto de cada uno de los Juegos. No sabemos si en los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna ya sucedió.

 

P.: ¿Y desde cuándo está seguro de que esto sucede?

R.: En Londres 2012 se notó una explosión en como se disparó el coste de organizar todo el evento. De todos modos, anteriormente ya crecía lentamente. Incluso desde ese año vimos un incremento tremendo en los Juegos de Invierno.

 

 

 

P.: El estudio señala que, en las últimas ediciones, los organizadores de unos Juegos no consiguen rentabilizar la inversión realizada. ¿Unos Juegos deben generar benefició?

R.: Mi opinión es que no, pero entiendo que el COI o las propias ciudades no estén cómodas con esta idea. Los Juegos Olímpicos son la gran fiesta del mundo del deporte y cuando tu vas a una fiesta no piensas en lo que te va a costar, piensas en lo bien que te lo vas a pasar.

 

P.: Pero los ciudadanos no quieren que se derroche en un evento por muy importante que sea.

R.: Es cierto, pero el retorno no se puede calcular a ciencia cierta, hay demasiados intangibles que hacen que las estimaciones que se puedan realizar son poco creíbles. Valores de marca o de posicionamiento global no tienen un retorno directo por mucho que esto implique tener más turistas. Lo que sí podemos analizar es el legado que ha dejado la inversión realizada.

 

 

 

 

P.: Se suele decir que Barcelona 92’ es el ejemplo de como albergar unos Juegos y mejorar la ciudad. ¿Es cierto?

R.: Totalmente. La inversión que realizó Barcelona era muy alta por la época, y se disparó por encima de lo presupuestado, pero la ciudad consiguió crecer gracias a los Juegos. Seguramente es porque los responsables de entonces veían los Juegos Olímpicos como la puesta en marcha de un proyecto a largo plazo para poner a la ciudad como una de las pioneras del mundo.

 

P.: ¿Hay alguna otra ciudad que haya conseguido lograr un éxito a largo plazo?

R.:  Muchas lo han intentado, pero en general no se consigue. Parece que Londres consiguió en cierto modo modernizar la ciudad y ponerla al día, pero todavía es pronto para decirlo.

 

P.: Entonces, ¿deberían las ciudades querer albergar unos juegos?

R.: Si el COI no se hace cargo de parte de los gastos, no.

 

P.: Pero el comité ya asume parte de los gastos de la inversión…

R.: Es cierto, pero debería asumir un entre un veinte y un treinta por ciento del coste. El COI está moviéndose hacia esa dirección, pero por el momento sólo te pone requisitos, pero no te ayuda en prácticamente nada.

 

 

P.: ¿Hay alguna manera de hacer viable este tipo de proyectos en las condiciones actuales?

R.: La única manera sería reducir el coste a la mitad.

 

P.: ¿Es factible?

R.: Si el COI entiende que las ciudades no quieren asumir el riesgo, como está sucediendo, sí.

 

P.: ¿Qué impacto puede tener el Covid-19 en Tokio 2020?

R.: Es una incertidumbre más y eso sólo hace que el presupuesto se dispare. Lo que no me creo es que los Juegos se harán pase lo que pase. Debemos entender que mientras el virus esté entre nosotros y sin control es él quien decide.

 

P.: ¿Qué consejo le daría a Ana Hidalgo, alcaldesa de París?

R.: Teniendo en cuenta que estamos a tres años de los Juegos, ahora ya es tarde para París. Los demás que digan que no a los Juegos.