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Andorra 2027: 38 millones por derechos de televisión y dos millones de beneficios

La candidatura para acoger el Mundial de esquí en la estación Grandvalira requerirá una inversión de entre dos y tres millones en cinco años, tras haber desembolsado 24 millones de euros en la plataforma de Soldeu en 2018.

Andorra 2027: 38 millones por derechos de televisión y dos millones de beneficios
Andorra 2027: 38 millones por derechos de televisión y dos millones de beneficios
Andorra 2027 contará con mil empleados, sumando voluntarios.

Miquel López-Egea

16 dic 2021 - 05:00

Andorra encera sus esquís. La candidatura para acoger el Mundial de esquí en el país, una cita sin precedentes en el Pirineo, tiene un presupuesto de ingresos de 42 millones de euros, mientras que el presupuesto de gasto se situará en 39,2 millones, con un beneficio de más de dos millones de euros. En este contexto, los ingresos provendrán de las transferencias de la Federación Internacional de Esquí por derechos de márketing y de televisión, además de ticketing, hospitality y merchandising

 

Alrededor del 90% de los ingresos provendrán de los derechos televisivos, de manera que la organización estima entre un millón y 1,3 millones de euros en ticketing e ingresos de entre medio millón y 750.000 euros en merchandising. Sin embargo, el importe por ticketing puede descender puesto que la política de la empresa pasará por realizar acciones solidarias regalando algunas entradas. Otros ingresos pueden proceder del producto VIP y la intermediación en el alojamiento, explica David Hidalgo, director general de Ensisa, sociedad propietaria de Grandvalira, a Palco23.

 

Del gasto previsto, entre seis y siete millones de euros corresponden al alojamiento, mientras que otras partidas significativas para acoger durante quince días a 700 atletas son el transporte, las ceremonias, el ski festival o las animaciones, además del coste operativo de la estación.

 

 

 

 

El propietario de todos los campeonatos que se celebran en el país, como las pruebas de la Copa del Mundo, son propiedad de la Federación Andorra de Esquí, pero la organización del evento está bajo la responsabilidad de Ensisa, una de las empresas propietarias de la estación de esquí Grandvalira. Para poder celebrarse una competición de este tipo, se tiene que constituir una fundación público-privada, que es quien gestionará los recursos de la candidatura. Dichos trámites se realizan una vez se adjudica la prueba, cuando se firma un contrato entre la Federación Internacional de Esquí (FIS) y el representante en el que se garantiza la transferencia de fondos y que sirve para gestionar la póliza de crédito hasta el evento.

 

Tras haber realizado una inversión de 24 millones de euros en la plataforma y el párking de Soldeu, a los pies de la pista de eslalon Avet hace tres años para las Finales de la Copa del Mundo de 2019, la organización estima que la inversión será de entre dos y tres millones en cinco años. La inversión corresponderá a mejorar la fibra para no tener que tirar cable, en mejorar la calidad de la nieve en la Avet, y posiblemente, iluminar la pista para hacer alguna competición nocturna.

 

Por otro lado, la organización no requerirá capital público y de hecho, el patrocinio de la empresa pública Andorra Turisme no está cerrado. Sin embargo, la organización contará con el apoyo del Gobierno del país con infraestructura pública, como hace, por ejemplo, con el Tour de Francia.

 

 

 

 

Este evento multiplica por diez el presupuesto de las Finales de la Copa del Mundo, que Andorra organizará en 2023 y que se situará en cuatro millones de euros. Asimismo, el presupuesto para organizar una Copa de Europa de este año es de medio millón de euros.

En cuanto al impacto económico en el país pirenaico, que está cambiando su modelo turístico para aumentar el gasto medio por visitante, estima que por cada euro gastado en Grandvalira, el visitante se gasta siete euros en el país, lo que supondría entre cincuenta y sesenta millones de gasto directo en el país, además del impacto mediático. En las Finales de la Copa del Mundo de 2019, Andorra tuvo un retorno mediático valorado en 18 millones de euros. Asimismo, en cuanto a trabajadores, durante el evento, contará con 500 voluntarios, un staff de 400 trabajadores y cien voluntarios pro; es decir especialistas o asesores retribuidos.

 

Recientemente, la candidatura ha puesto en marcha su estrategia de comunicación. “Tenemos un mensaje a escala nacional, para el público andorrano; otro para los mercados emisores de esquiadores más próximos como España, Francia o Reino Unido y otro para la FIS y para todos los países miembro con derecho a voto, siempre cumpliendo el fair play estipulado por la entidad”, afirma Hidalgo. En este contexto, hasta octubre la candidatura se ha dedicado a informar del proyecto y ahora está inmersa en una campaña para vincular emocionalmente al público. En mayo, independiente del resultado, iniciará una campaña de agradecimiento. 

 

 

 

 

Si la candidatura finalmente es elegida, tendrá cinco años para prepararse. Durante los primeros tres cursos tendrá una estructura física de entre ocho y quince personas y en los dos últimos años contratará a cincuenta empleados más. Por otro lado, la norma no escrita estipula que el organizador del Mundial es sede de las Finales de la Copa del Mundo un año antes, por lo que, en caso de ganar en 2027, en 2026, Andorra acogerá por tercera vez esta competición.

 

En caso de no obtener la organización del evento, volverá a presentarse para organizar el evento en 2029. “Hay una voluntad de cambio y no somos un mercado nacional, por lo que podríamos salir de las opciones tradicionales”, asegura el directivo.