Competiciones

La ACB, a la línea de personal: un 20% del negocio en juego en 2019-2020

Los clubes de la ACB anticipan que perderán una quinta parte del negocio presupuestado si no se disputa la fase final, mientras la patronal busca la fórmula para que el reparto económico no se reduzca.

Patricia López

20 may 2020 - 05:00

Los clubes de la ACB han recortado gastos pactando rebajas salariales con la plantilla deportiva

 

 

El coronavirus ha paralizado las competiciones y ha obligado a los clubes a hacer un ejercicio de ingeniería financiera para encontrar el modo de seguir a flote en la peor crisis que vive esta industria desde 1945, cuando se pararon las competiciones por la Segunda Guerra Mundial. Si la ACB había presupuestado unos ingresos récord de 32,9 millones de euros en 2019-2020, la patronal ahora se verá obligada a ajustar esa previsión. Ese mismo camino siguen los clubes que forman parte de la asociación, y la última bala que queda en la recámara es la celebración de una fase final en una sede única, en la que doce equipos se disputarán el título.

 

“Para este año esperábamos un beneficio de 300.000 euros que no llegará; si acabamos la temporada sobre el parquet evitaremos las pérdidas, pero, si no, las compensaremos durante los próximos años”, explica Félix Hernández, presidente de Iberostar Tenerife. El club insular trabaja con planes a tres años y, tras siete ejercicios de beneficios, espera dedicar estas reservas a cubrir el posible resultado negativo provocado por el Covid-19. Lo que no llegue a compensar, lo “repartirá entre las próximas temporadas”, añade el ejecutivo.

 

Encadenar siete temporadas con beneficio no es habitual en la ACB. Según los últimos datos disponibles, en 2017-2018 los clubes de la Liga Endesa tuvieron unas pérdidas agregadas de 80 millones de euros, 50 millones de los cuales correspondieron a Barça y Real Madrid. Son precisamente los clubes de fútbol los que dan viabilidad a las secciones de baloncesto de estas entidades, como también ocurre con el Real Betis. El caso del Baskonia es particular, ya que tras rescatar al Deportivo Alavés de LaLiga y crear un grupo, cada año recibe un 4% de los ingresos del club de fútbol, impulsando así sus ingresos.

 

 

 

 

El mecenazgo de Juan Roig, que aporta un 72% del presupuesto del Valencia Basket, también hace posible la continuidad del club taronja, así como Unicaja y la Universidad Católica de Murcia (Ucam) hacen lo propio con el Málaga y el CB Murcia, respectivamente. “Gracias a Juan Roig y Hortensia Herrero, nuestros mecenas, hemos trazado un plan de medidas para hacer frente a la pandemia”, admite Paco Raga, consejero delegado del Valencia Basket.

 

En el caso del Club Joventut de Badalona, es su accionista mayoritario, el fondo Scranton (vinculado a la familia propietaria de la farmacéutica Grifols), el que ha dado un respiro a la tesorería de un club que, al igual que el resto de los participantes de la ACB, ha frenado en seco tras la suspensión sine die de la Liga Endesa. “Tenemos un aliado que nos facilita sobrellevar estos momentos con un apoyo que nos permite remontar la situación; además, durante esta temporada ya nos han ayudado para respetar los compromisos de pago”, reconoce Juan Antonio Morales, presidente de La Penya.

 

“Prevemos que los ingresos caigan entre un 20% y un 25%, por lo que tendremos que captar más patrocinadores y reducir los gastos para intentar reequilibrar las cuentas”, advierte el presidente de Iberostar Tenerife, que no sólo recibe el apoyo de la cadena hotelera sino también del Cabildo de Tenerife. La Administración juega un papel fundamental en la continuidad de los clubes canarios de la ACB, si bien en los últimos años han tratado reducir su dependencia de los fondos públicos y aumentar los ingresos propios vía patrocinio, ticketing y el reparto de la ACB.

 

 

 

 

En este tridente formado por aficionados, patrocinio y ACB se encuentra el caballo de batalla de la organización y los clubes. “El gran objetivo es que la masa social renueve su abono para el año que viene, aunque dependerá de la situación económica de cada uno”, explica Morales. El reparto económico de la ACB también será vital, puesto de que de aquí proceden los ingresos audiovisuales y por patrocinio de la liga. “Si no se celebra la fase final, la facturación procedente de la liga podría caer un 20%”, añade el presidente del Joventut, que confía en que la ejecutiva de la patronal trabajará para evitar esa caída en los ingresos.

 

En cuanto al patrocinio, que en 2017-2018 reportó 49 millones de euros a los clubes y un 45% de sus ingresos ordinarios, la clave está en fidelizar a las marcas. “Iberostar se ha visto muy afectada por la crisis, pero nuestros cinco principales espónsors nos han confirmado su intención de seguir pese a que tienen contratos plurianuales”, afirma Hernández.

 

La gran merma estará en los ingresos por abonos y ticketing, pues los clubes asumen que no será hasta 2021 cuando podrán volver a jugar con aficionados en las gradas. Los abonos y la venta de entradas generaron 30,3 millones de euros a los clubes en 2017-2018, según los datos del Consejo Superior de Deportes. Teniendo en cuenta que se ha suspendido definitivamente la fase regular cuando quedaba un tercio de la competición por disputarse, la caída de este negocio es inevitable.

 

 

 

 

Parte la estrategia de la fidelización de abonados para el futuro ha consistido, precisamente, en compensar el abono o, en el caso del Valencia Basket, devolver hasta el último euro pagado por los fans. “La devolución será de entre un 30% y un 42% del abono porque también hemos tenido en cuenta los partidos de play-off aunque no puedan disputarse con público”, detalla José Puentes, director de operaciones y de relaciones institucionales de club valenciano.

 

Otros equipos, como Morabanc Andorra, reconocen que su situación “no es tan dramática porque contamos con 2.000 abonados”, afirma un portavoz del club. Equipos como San Pablo Burgos, Casademont Zaragoza o Kirolbet Baskonia cuenta con 9.000 asistentes por partido, por lo que la merma económica en estos casos será aún mayor.  

 

¿Cómo han hecho frente los clubes a los problemas de tesorería? La reducción de costes se ha realizado o bien aprobando expedientes de regulación temporal de empleo (Ertes) o bien pactando reducciones salariales. En la mayoría de los casos, estos acuerdos han permitido a la entidad no reducir temporalmente sus equipos. Por ejemplo, la plantilla masculina y femenina del Valencia Basket ha renunciado a un 4% del sueldo anual para que el resto de los empleados puedan recibir el 100% de su nómina durante el parón.

 

 

 

 

En el caso del Barça, los jugadores han aceptado una rebaja del 70% de su salario mientras no se dispute el torneo, mientras que Real Madrid ha evitado el Erte y ha acordado una rebaja salarial de hasta el 20% con los integrantes del primer equipo. A esta reducción del gasto suma el dejar de destinar recursos a los desplazamientos para acudir a los partidos, así como la organización de encuentros, lo que incluye gastos de energía y seguridad en el pabellón.

 

Si bien los clubes no han definido un escenario de recuperación para la próxima temporada, Hernández, de Iberostar Tenerife, se muestra confiado en que la crisis no será profunda. Morales, por el contrario, asume que “la próxima temporada será dura”, mientras que desde Morabanc Andorra afirman que “se están tomando medidas paliativas, pero sin tener fuentes de ingresos ni saber qué pasará hasta que se pueda jugar”.

 

Lo que sí parece claro es que la ACB tardará años en vivir un mercado de traspasos y fichajes como el que se vivió el año pasado, con la llegada de Nikola Mirotic al Barça, entre otras estrellas. “La próxima temporada será complicada y eso se notará en el principal gasto de los clubes, que son las nóminas de los jugadores; el mercado notará claramente la situación actual y se gastará menos en nóminas y fichajes”, asegura. Este ajuste afectará especialmente a los clubes que compiten en Euroliga, afirma Hernández. “Nuestra inversión en traspasos no se verá consolidada porque nuestros jugadores no están al nivel de los equipos que lideran en Europa”, apunta.