Competiciones

700 voluntarios, 2.500 vallas y 1.000 kilos de fruta, ¿cómo se organiza el BCN Triathlon?

Palco23

28 oct 2016 - 05:00

Una de las imágenes más habitual e impactante de un triatlón es la salida de la prueba, con cientos de participantes lanzándose al agua. Durante casi cuatro horas los atletas nadan, pedalean y corren hasta cruzar la meta, pero, ¿qué hace posible que todo salga bien y estas competiciones de masas sean posibles? Palco23 se coló en las horas previas del Barcelona Triathlon by Santander, para analizar la complejidad de este tipo de eventos.

 

Este era el primer año que la capital catalana decidió que sólo se celebraría una prueba de estas características, poniendo fin a la convivencia de la Garmin Triathlon, que organizaba IMG, y la prueba de La Vila Olímpica, que gestionaba Win Sports, empresa que se adjudicó el nuevo proyecto."Entre ocho y nueve meses antes se define el concepto del evento y se hace un presupuesto provisional de ingresos y gastos", explica Carles Paredes, director técnico del evento.

 

Preparación dorsales 650
Voluntarios preparando las mochilas que cada corredor recibirá al recoger su dorsal.

 

Preparación dorsales2 650
La Triexpo se ha convertido en un espacio adicional para que las marcas puedan promocionarse.

 

A partir de ahí, se empieza la promoción para las inscripciones y, cuatro meses antes, se inician las compras y se empiezan a asumir los primeros riesgos, ya que todo se encarga a partir de unas estimaciones de participación que pueden cumplirse o no. Especialmente cuando se trata de la primera edición, como era en esta ocasión, y en la que finalmente se lograron vender los 3.500 dorsales disponibles.

 

Al mismo tiempo, se inicia la negociación con el Ayuntamiento para elegir el trazado de la prueba, ya que "hay que buscar el equilibrio entre un recorrido bonito y que no sea un problema para la ciudad y para los ciudadanos", comenta el responsable. En esta ocasión, se optó por mantener prácticamente igual el recorrido: natación en la playa de la Mar Bella; ciclismo en el frente marítimo, entre el Puerto Olímpico y el Fórum, y carrera a pie por la misma zona, pero en dirección al parque de la Ciudadela.

 

Con el recorrido y la previsión de inscripciones, empieza la negociación de las compras de todos los materiales, como gorros para nadar, camisetas, pulseras o los alimentos para los puntos de avituallamiento. "Hay que hacerlo rentable, y aquí es donde más te arriesgas porque no sabes cuánta gente vendrá al final; además, en este caso no teníamos ningún precedente".

 

Para hacerse una idea de las magnitudes que entran en juego. En esta ocasión, finalmente se compraron 1.000 kilos de fruta, 7.300 litros de agua embotellada, 2.500 litros de bebidas isotónicas, 10.000 imperdibles y, con acierto, 3.500 unidades de dorsales, gorros, camisetas, medallas y mochilas.

 

Salvamento 650
El equipo de salvamento se prepara a primera hora en la zona de aguas.

 

Agua 650
La prueba arranca a las 8:10 horas el domingo, 9 de octubre, en la playa de la Mar Bella.

 

Transición 650
En la organización de la prueba participan unas 700 personas, incluidos los operarios que desde el viernes preparan el recorrido.

 

Transición2 650
Durante la carrera se utilizaron miles de conos y vallas.

 

Box Bicicleta 650
El recinto deportivo se monta dos días antes y se desmonta en pocas horas una vez finalizada la prueba.

 

Box Bicicleta Prueba 650
Los preparativos empiezan el viernes, en el CEM de la Mar Bella, donde se hace la prueba de natación y las transiciones.

 

A nivel organizativo, fueron necesarios 2.500 metros de vallas, 1.400 conos, 120 mesas y 25.000 vasos. Pero, ¿quién se encarga de colocarlo todo y asegurar de que la prueba sale bien? El Barcelona Triathlon de este año contó con 250 voluntarios, que acostumbran a estar en los puntos de avituallamiento o en zonas sin riesgo como el guardarropías o el día de recogida de dorsales.

 

A ellos se les suman otras 450 personas, entre el propio equipo de Win Sports, equipos médicos, vigilantes, fuerzas de seguridad y personal de los proveedores que se encargan de montar y desmontar todas las infraestructuras. "El gran qué siempre es el circuito de ciclismo, por criterios de seguridad y porque también debe haber dos personas en cada paso de peatones para evitar accidentes", comenta Paredes.

 

La mar también tiene su qué, ya que las lanchas de los equipos de salvamento se desplazan en el mismo día desde la base que tienen en el Puerto de Badalona para dar apoyo a los socorristas que están tanto en el agua con tablas como a los que están a pie de playa por si surge algún problema al salir.

 

Todo este grupo de personas, además, trabaja a contrarreloj durante las horas previas a la prueba, que en esta ocasión se celebró el domingo, día 9 de octubre. La ejecución comienza el viernes a primera hora de la mañana, en el Complejo Deportivo de la Mar Bella. Allí estará la exposición y el punto de recogida de dorsales, donde los participantes acudirán el sábado a recoger los materiales. Además, ese mismo viernes se deja montado el recorrido de la transición entre la natación y el ciclismo.

 

Durante varias horas se instalan los boxes en los que los atletas deberán dejar sus bicicletas, así como acondicionar el suelo de la pista de atletismo para que, descalzos, los participantes puedan alcanzar su bici para quitarse el neopreno y continuar con la prueba. El sábado continúan los preparativos, con el montaje del arco de meta y la colocación de algunas vallas en algunos tramos donde ya es posible colocarlos.

 

Avituallamiento 650
Los puntos de avituallamiento se montan apenas dos horas antes del inicio del triatlón.

 

Avituallamiento2 650
En total, se consumen 1.000 kilos de fruta y 10.000 litros de bebidas, entre agua y bebidas isotónicas.

 

Inflable 650
Los arcos, a través de los que cruzan en bicicleta y a pie, también se montan instantes antes. El de la meta, que tiene una estructura metálica, el sábado.

 

Corredor
Fernando Alarza ganó la competición, que se pudo desarrollar sin problemas tras ocho meses de preparación.

 

El remate final se da el propio domingo, prácticamente de madrugada, cuando, con el tráfico ya cortado en los tramos necesarios, los voluntarios y operarios colocan definitivamente las vallas que marcan el recorrido, se instalan los puntos de avituallamiento y se nutren con los suplementos alimenticios, y se colocan los conos que marcarán la ruta a pie.

 

Son las 8:10 horas de la mañana y, con todo listo, a la organización sólo le falta cruzar los dedos y desear que haga buen tiempo para no tener que suspender ninguna disciplina. Objetivo cumplido: durante más de siete horas de competición no hubo incidentes graves, se mantuvo como el triatlón con más participación de España y  se aseguró la visibilidad a patrocinadores como Santander, Santini, Powerade, Opel, BH, Sailfish, Rudy Project, ON y Selle SMP.

 

Ahora se inicia el período de reflexión para evaluar resultados, deportivos y económicos, así como el retorno de los patrocinadores. En doce meses, miles de personas volverán a lanzarse al agua, y el reto para Win Sports y el Ayuntamiento de Barcelona será repetir con éxito. Por planificación, no será.