Competiciones

2019: el atletismo ‘reinicia el crono’ de la Diamond League

Un año ha necesitado la Federación Internacional de Atletismo (Iaaf) para revolucionar su principal competición, renovar a Sebastian Coe como presidente hasta 2023, atar a dos de sus principales patrocinadores y encontrar title sponsor para la Diamond League. Y aún le ha sobrado tiempo para hacer rebranding de su marca y pasar a llamarse World Athletics.

Patricia López

31 dic 2019 - 04:57

Un año ha necesitado la Federación Internacional de Atletismo (Iaaf) para revolu-cionar su principal competición, renovar a Sebastian Coe como presidente hasta 2023, atar a dos de sus principales patrocinadores y encontrar title sponsor para la Diamond League. Y aún le ha sobrado tiempo para hacer rebranding de su marca y pasar a llamarse World Athletics.

 

 

El atletismo es una de las disciplinas que más ha trabajado este año para renovarse, con la ambición de ganar relevancia en una sociedad que tiene a su alcance la oferta de entretenimiento más amplia de su historia. Son numerosos los cambios que ha anunciado para adatarse a los nuevos tiempos y, sobre todo, al modo en que los aficionados consumen contenidos. Fue un camino iniciado en 2015, cuando Sebastian Coe fue elegido presidente de la Federación Internacional de Atletismo (Iaaf), y que ha culminado en 2019 con la aprobación de una nueva Diamond League.

 

A partir de 2020, la competición de atletismo más elitista del calendario reducirá el número de pruebas y la duración de los meetings. Las disciplinas damnificadas son 200 metros, 3.000 obstáculos, triple salto y lanzamiento de disco. Como resultado, se celebrarán 24 pruebas en cada evento, dando prioridad a las pruebas más rápidas que permitan acortar de dos horas y media a 90 minutos la duración de cada competición.

 

¿Significa esto que la española Ana Peleteiro no podrá competir en su modalidad por el Trofeo de Diamante? En algunos meetings sí, pero no en la gran final de Zúrich, que es donde se decide qué atletas se llevan el galardón. Además, estas modalidades podrán sumarse al programa oficial, pero no serán retransmitidas internacionalmente.

 

 

 

 

“La Diamond League es vital para nuestro crecimiento, ya que es un escaparate de lo mejor del atletismo, por lo que hemos de asegurar que cada retransmisión está al máximo nivel; esperamos que este formato sea más emocionante para nuestro público, ya que, además, contribuye a generar emoción a lo largo de la temporada”, argumentó Sebastian Coe, que no estuvo exento de críticas por estos cambios.

 

El directivo reconoció que para despertar el interés de los medios de comunicación y vender los derechos audiovisuales no sólo hay que gustar al público, sino también idear un producto que sea vendible y adaptable a la parrilla televisiva, y un evento de dos horas y media no lo era. Desde la Federación confían en que al adaptar la duración de las citas a la extensión de un partido de fútbol es el primer paso, pero la acogida que tenga no se conocerá hasta 2020.

 

Otro de los desafíos que afronta la organización es el de generar interés más allá de los dos eventos estrella: los Juegos Olímpicos y la Diamond League. De ahí que se vaya a dar más peso a la comunicación digital, con el fin de que los aficionados puedan seguir la evolución de sus atletas favoritos durante toda la temporada. Asimismo, en la hoja de ruta de Coe también está seguir organizando pruebas en las ciudades para acercar la disciplina a los fans.

 

 

 

 

Generar una base sólida de seguidores y tratar de ampliarla es otro de los retos de una organización que se ha visto salpicada por escándalos de corrupción y en la que la credibilidad (de la entidad y de algunos atletas) ha sido puesta en tela de juicio por los casos de dopaje. Con todo, son notables los avances que se han hecho en patrocinio.

 

Tras un 2018 en que el director general de la Iaaf dimitió por no poder aplicar su estrategia comercial, en 2019 la Federación se ha acercado a Asia con la venta de los naming rights de la Diamond League a Wanda hasta 2029 y la adjudicación la comercialización de los derechos audiovisuales del circuito para el ciclo 2025-2029 a Infront. Además, ha renovado con dos empresas niponas hasta 2029, Asics y la electrónica TDK.

 

La federación también ha pasado a llamarse World Athletics y ha renovado su imagen corporativa con el fin de “atraer a las nuevas generaciones al atletismo”, en palabras de Coe, que en 2019 ha renovado su mandato por cuatro años más. El directivo ha trabajado por apuntalar el futuro del atletismo, aunque su gestión no ha estado exenta de críticas por la celebración del Mundial en Doha, adjudicado un año antes de su elección. 

 

Gradas vacías, corredores abandonando y la imagen de que se había elegido la peor sede de las candidatas, entre la que estaba Barcelona.  En definitiva, se lanzó justo el mensaje opuesto que la Federación quería  comunicar, por lo que deberá trabajar para volver a tener credibilidad e incrementar la visibilidad del atletismo en la era post Usain Bolt.