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Un apunte contable evita las pérdidas del Betis en su regreso a Primera

M.Menchén

17 dic 2015 - 21:40

El Real Betis vuelve a estar en Primera División y, a día de hoy, sus problemas se ciñen más al ámbito institucional que al deportivo e incluso el económico. El conjunto andaluz cerró la temporada 2014-2015 con un beneficio neto de 1,53 millones de euros, si bien es cierto que todo se debe a un apunte contable fruto de la activación de bases imponibles negativas por las pérdidas acumuladas en ejercicios anteriores. En realidad, descontado este efecto, las cuentas anuales que prevé aprobar hoy la junta de accionistas revelan unas pérdidas operativas de 3,1 millones de euros.

 

"Se ha dado prioridad a la parcela deportiva, respetando siempre el control económico", ha explicado el presidente, Juan Carlos Ollero, sobre una cuenta de resultados en la que se demuestra cierta contención en todas las partidas de gasto para minimizar el impacto sobre el coste de la plantilla que se confeccionó para buscar un rápido regreso a la élite del fútbol español. Y es que la pérdida de categoría provocó que la cifra de negocio se desplomara de los 50,72 millones de la campaña 2013-2014, en la que se jugó la Europa League, a los 20,82 millones de la 2014-2015.

 

 

 

La partida de ingresos que más sufrió es precisamente la que hace referencia a competiciones, donde la facturación se desplomó un 85,8%, hasta los 1,19 millones. El retroceso en derechos de televisión fue algo menor, del 65%, al pasar de 29,51 millones 10,28 millones de euros. Y aquí la situación habría sido mucho peor de no ser por las ayudas al descenso que establece La Liga y que supusieron una inyección de 7,28 millones en este ámbito. La recaudación por abonados cayó un 25%, hasta los 6 millones, mientras que el área comercial retrocedió un 29,7% y se situó en 3,27 millones.

 

El fondo de ayudas fue clave para que el Betis pudiera invertir 18,49 millones en personal, una cifra que si bien era un 31% inferior a la de la campaña 2013-2014, no es menos cierto que también es superior a la que incluso manejaron algunos clubes de Primera División, como el SD Eibar o el Elche CF. En cambio, el mayor tijeretazo se lo llevó el epígrafe de otros gastos de explotación, que se recortó en un 58,5% para situarla en 5,67 millones de euros.

 

Los equilibrios del consejo de administración para satisfacer al staff de Pepe Mel con las exigencias de los acreedores parecen haber sido los correctos, ya que ni la prima de 2,88 millones de euros contabilizada por el ascenso a Primera ha impedido que se cumpla con el convenio aprobado en 2012 y que supuso una quita del 50% de todas las deudas excepto de la contraída con la Agencia Tributaria.

 

En el caso de Hacienda, a la que se le adeudaban 30,03 millones, se estableció un calendario de pagos de en torno a 4 millones de euros por temporada hasta 2018, que se está cumpliendo y que este verano permitió liberar todas las garantías que entregó como prenda y que afectaban a los derechos económicos sobre traspasos de jugadores y activos inmobiliarios como el aparcamiento y la galería comercial del estadio Benito Villamarín. Se trata de bienes libres de cargas, y que el club puede volver a utilizar para obtener financiación bancaria si la necesitara.

 

En cuanto al pasivo de la entidad, los datos incluidos en la memoria revelan que entre las temporadas 2012-2013 y la 2013-2014 se redujo casi a la mitad la deuda al pasar de 60,28 millones a 28,94 millones de euros. En la última campaña, y pese a estar en Segunda, el dinero pendiente de devolver se rebajó un 10,7%, hasta los 25,83 millones.