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Toni Freixa (FC Barcelona): “Hemos tenido un club blando a la hora de gestionar las renovaciones de jugadores y no se ha sabido decir que no”

El candidato a las elecciones de la presidencia del FC Barcelona señala que, a pesar de no defender la gestión del actual presidente, no votará a favor de que la moción de censura prospere.

Marc Romero

14 oct 2020 - 04:53

Toni Freixa (FC Barcelona): “Hemos tenido un club blando a la hora de gestionar las renovaciones de jugadores y no se ha sabido decir que no”

 

 

Toni Freixa ya está listo para las elecciones a la presidencia del FC Barcelona. El exdirectivo y candidato formal a la presidencial del club azulgrana analiza la situación del club tras la presentación de los resultados de la temporada 2019-2020 y las previsiones para el ejercicio en curso. Según Freixa, las decisiones deportivas no siempre han ido por delante, lo que ha acabada llevando a la entidad a la situación de crisis actual, en especial por “el exceso de presidencialismo”, uno de los principales problemas de la junta actual.

 

Pregunta: Hágame un diagnóstico de la situación del club.

Respuesta: Es una situación complicada por dos hechos fundamentales. Una es la gestión bastante deficiente de la junta actual, y, la otra, la situación de pandemia que afecta a todas las entidades deportivas y no deportivas. El Barça llega al final de la temporada 2019-2020 con una situación de más gastos que ingresos con pérdidas significativas, con un endeudamiento disparado, con un proyecto inmobiliario como es el Espai Barça comprometido desde 2014, que todavía no se ha podido empezar… Y a todo esto hay que añadirle una temporada deportiva que acaba con una gran decepción para todos los aficionados.

 

P.: Usted ya estuvo en la junta, tanto con Rosell como con el propio Josep Maria Bartomeu, ¿por qué quiere iniciar ahora un proyecto en solitario?

R.: Lo inicié en 2015, hace ya casi seis años. Y no es en solitario, es un proyecto al margen de la gente que conforma la junta actual. Mi historia es que en 2003 entré en el club con Joan Laporta y no conocía ni al señor Bartomeu ni al señor Rosell, los conozco ahí. Posteriormente, en el 2010, entro con Rosell a hacer de secretario y portavoz. Y en 2015 presenté una propuesta de candidatura propia diferente a la de Bartomeu. Pero esto es el Barça, no tenemos una etiqueta ante el socio, cada uno nos encontramos con diferentes personas de quienes aprendes cosas que hacer y cosas que no hacer.

 

P.: ¿Entiende que muchos socios del Barça puedan verle como el candidato continuista de la junta?

R.: Es difícil que se me vea como continuista. Supongo que quien me pone esta etiqueta es porque habrá visto alguna foto mía en la que estoy con ellos. Pero en 2014, cuando Rosell se fue Bartomeu me cesó, que creo que en la historia del Barça es algo que no se había producido nunca. En 2015 presenté mi candidatura para acabar con el exceso de presidencialismo que nos han llevado a esta situación, y ya avisé de los peligros que suponía esta gestión del club. Pero decirme que soy continuista no se aguanta por ningún lado.

 

P.: Pero usted tuvo un papel importante en algunas de las decisiones más controvertidos de esas juntas directivas…

R.: El periodo 2010-2015, en el que yo estuve, es el mejor de la historia del Barça. Me siento orgulloso del trabaja hecho. Nos encontramos un club endeudado con 400 millones de euros y lo dejamos con una deuda de 200 millones, cerrando todos los ejercicios con beneficio excepto el primero, en el que nos afectó la operación Ibrahimovic, y marcados por los resultados de la gestión de Laporta, que dejó el club con fondos propios negativos. Ganando dos Champions, tres Ligas, dos Copas del Rey, de todo ello no me arrepiento de nada. De otras cosas, como el patrocinio de Qatar, siento que en aquel momento pensábamos que era necesario.

 

P.: ¿Se arrepiente de alguna decisión tomada en aquel momento?

R.: No pienso en ninguna decisión en concreto, seguro que cometimos errores, pero con una junta de perfiles muy marcados pudimos mantener la excelencia deportiva, reequilibrando la situación económica.

 

 

P.: Entonces, ¿qué se ha hecho mal para llegar a esta situación?

R: Se han tomado malas decisiones deportivas. El Barça es un club y lo que tiene impacto en el balance siempre son estas decisiones. Si tenemos una masa salarial disparada y las inversiones en jugadores no se traducen en resultados, esto tiene un impacto en la cuenta de explotación.

 

P.: ¿Y qué propone para el evitar que suceda de nuevo?

R.: Se necesita una política deportiva más clara contando con la gente de casa. Desde la salida de Neymar, las decisiones han sido muy malas. Hemos tenido un club blando a la hora de gestionar las renovaciones de jugadores y no se ha sabido decir que no.

 

P.: En el ámbito económico, el club cierra el año con pérdidas de 97 millones, que podríamos achacar al Covid-19. El Real Madrid, en cambio, a falta de números oficiales, evita las pérdidas. ¿Qué ha sucedido?

R.: Lo que se ha hecho en los últimos años ha sido intentar facturar lo máximo posible para salvar los compromisos de pago que tú mismo te autoimponías. Es una espiral que no tiene sentido, facturar mil millones de euros si al final los beneficios que te quedan son de siete u ocho millones y además tienes que hacer operaciones para cuadrar las cuentas. El Barça tiene una masa salarial por encima de 600 millones, mientras que el Madrid está en 400 millones.

 

P.: Ahora mismo el club se encuentra en un proceso de recortes. Si usted fuera el presidente, y teniendo en cuenta que ha estado dentro del club, ¿dónde recortaría más allá de los sueldos de los jugadores?

R.: Hay que recortar allí donde se pueda. La masa salarial es la principal partida, eso no quita que haya que recortar en otros segmentos. Lo cierto es que si recortas en la Fundación o en la Agrupación de Jugadores el recorte es más significativo para el que lo recibe no para el propio club, aunque cinco millones de aquí y diez millones de allí acaba dando un resultado. Se debe reducir tanto la masa salarial como los costes de estructura de trabajadores. Es una situación comprensible en el contexto en el que estamos.

 

 

P.: ¿Cree que el nivel de endeudamiento del club es sano?

R.: Es algo que me preocupa. Durante los último años hemos escuchado que el endeudamiento es inferior a dos veces el ebitda, que es el límite impuesto por el club. Ahora, de repente, nos encontramos con un endeudamiento de casi cuatro veces el ebitda. Situarnos en casi 800 millones de endeudamiento con la necesidad de hacer un proyecto como el Espai Barça es preocupante, porque cuando uno tiene deuda hay que pensar en cómo devolverla.

 

P.: ¿Qué implicaciones puede tener haber superado el límite de endeudamiento?

R.: El problema es que como el incumplimiento del artículo 67 se produce a una temporada de acabar el mandato a esta junta no le afectará. La junta entrante tendrá que asumir parte de estas pérdidas. La brillante idea de la moción de censura hará que la junta entrante tenga que reestablecer la situación patrimonial en dos ejercicios porque parte de estas deudas le serán atribuibles.

 

P.: Esto puede ser un motivo menos para querer ser presidente del Barça…

R.: Los culers de sentimiento debemos saber estar a las buenas y a las malas. No vale querer estar en el Barça cuando todo es maravilloso. Al frente del club hay que poner a gente con seny (sentido común) y que quiera a la entidad.

 

P.: A pesar de la situación, ¿mantiene su apoyo al Espai Barça con las condiciones actuales?

R.: Es un proyecto que hay que hacer, contando que en poco tiempo podrá volver a haber público en el estadio. Si nos dicen que durante los próximos cinco años no podrá haber público no tendría sentido. Lo que quiero decir es que hay que tener en cuenta como avanza la situación. Por lo que respecta a la financiación, le encuentro la ventaja de que no afecta al día a día del club. No me parece un plan de financiación equivocado.

 

P.: ¿Qué palancas se pueden activar para generar más ingresos?

R.: Hay que intentar generar las máximas vías de ingresos, pero más que ganar nuevas palancas yo soy partidario de una gestión económica que se centre en ser responsable con el gasto y no tanto en el incremento de facturación como objetivo per se. La gente debe vincularse al Barça por lo que somos no por lo que vendemos.

 

 

P.: Dígame tres medidas económicas que pondrá en marcha si usted es presidente.

R.: Adecuada política deportiva, racionalización del gasto en todos los ámbitos e incrementar los ingresos, pero, como le he dicho, no creo en milagros que hagan aumentar la facturación en 700 millones de euros.

 

P.: Dígame un club que sea referente para usted.

R.: Bayern de Múnich y Ajax, porque son clubes eminentemente de fútbol en los que prima la decisión deportiva por delante de todo. Tienen una idea muy marcada y reconocible, alejados de lo que suele llamar la industria del entretenimiento.

 

P.: ¿Participará en la moción de censura?

R.: Si al final nos convocan iré a votar como siempre he hecho. Sin defender la gestión de la actual junta directiva y pudiendo llegar a estar de acuerdo en los motivos de la moción, en una situación como esta que la moción prospere será fuente de problemas.

 

P.: ¿Cuál ha sido para usted el mejor presidente del Barça hasta el momento?

R.: Gamper, sin duda. Por ser el fundador y por ser un hombre adelantado a sus tiempos.

 

P.: ¿Se ve con opciones de ganar?

R.: Todas.