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Socio, cantera y patrocinio: el tridente del Atlètic Terrassa para apuntar su sostenibilidad

El club de hockey, que acaba de ser nombrado mejor club de Europa 2017, destina menos de un 5% de su presupuesto a los equipos de élite. El resto va dirigido a mantener su club privado de fitness, tenis y pádel, y a atender a los 3.000 socios, su principal fuente de ingresos.

Patricia López

16 abr 2018 - 05:00

El Atlètic Terrassa cuenta con un presupuesto de 3,2 millones y destina menos de un 5% a sus dos equipos de élite

 

 

A cuarenta kilómetros al norte de Barcelona se encuentra uno de los clubes más galardonados de la historia del hockey español: el Atlètic Terrassa HC. Fundado en 1952, su equipo masculino ha ganado cinco de las últimas diez ligas nacionales y pelea por competir año tras año en Europa sin desatender a los socios que acuden al club por ocio o para hacer deporte. “Nos financiamos en un 80% a través de las cuotas de 3.000 asociados; sin ellos el deporte de élite no existiría”, explica a Palco23 Oriol Cortada, director general del club.

 

El 20% de sus ingresos procede de los patrocinadores, entre los que destacan los concesionarios Sarsa, Adidas y Estrella Damm. Las subvenciones ocupan una parte residual ya que el Ayuntamiento de Terrassa sólo les destina una ayuda de 5.000 euros. Con un presupuesto de 3,2 millones de euros se debe garantizar el mantenimiento del complejo, ubicado en unos terrenos que ocupan ocho hectáreas, la sostenibilidad del club y el pago a la federación para participar en todas las competiciones que organiza. “La mayor dificultad de gestión es obtener recursos para poder tirar adelante el proyecto”, admite el directivo de la entidad, que cuenta con 63 equipos y 900 atletas.

 

El partido más complicado que hasta ahora ha jugado el club trascendió el campo de hockey y se coló en los despachos. Fue durante la recesión económica. “Para superar la crisis reestructuramos deuda, presupuesto y personal, pero llevamos años siendo solventes y realizando inversiones para modernizar el club”, afirma. En 2015 elaboró un plan estratégico para retomar la senda del crecimiento con el fitness en el punto de mira.

 

 

 

 

“El plan apareció en un momento en que el club era solvente, pero su capacidad de inversión se había visto anulada. Entendimos que teníamos que reposicionarnos y ampliar servicios a nuestros socios, y en los dos últimos años hemos invertido 1,2 millones de euros para mejorar las instalaciones”, señala. Entre las mejoras, una nueva sala de fitness, dos pistas de pádel, la creación de un área de salud y la renovación de cinco pistas de tenis y un campo de hockey.

 

Además, próximamente se invertirá 500.000 euros más para modernizar el aparcamiento y los accesos, así como mejorar otro campo de hockey. “La idea era captar 500 socios en cinco años, y en dos ya hemos conseguido 250”, indica, sobre la influencia de aumentar la cartera de clientes y la retención de los mismos para elevar la facturación.

 

La importancia que la dirección otorga a los socios también se ve plasmada en el presupuesto. “Los primeros equipos de hockey reciben 100.000 euros anuales para pagar los viajes y el derecho a participar en competiciones nacionales e internacionales. No tenemos a ningún jugador o jugadora asalariado, a excepción del staff, y no realizamos fichajes. Vivimos de la cantera”, subraya Cortada.

 

 

 

 

El voluntarismo también es clave para mantener la operativa, especialmente en el ámbito del hockey. La entidad cuenta con aproximadamente ochenta personas en plantilla, cuarenta de ellas a tiempo completo, pero se apoya en 140 monitores que entrenan a la cantera y que no están en nómina. El directivo asegura que el objetivo no es “obtener beneficio” porque “somos una entidad sin ánimo de lucro”, pero admite que hay que garantizar la solvencia.

 

Esa lógica de equilibrio abarca distintas esferas, desde el presupuesto al deporte femenino y masculino. El 45% de la masa de jugadores son mujeres, y se da el caso de que algunas categorías inferiores cuentan con más niñas que niños. Es una dinámica que se da no sólo en el resto de España, sino también a nivel mundial, según Cortada. “Nuestra clave es destinar los mismos recursos a mujeres que a hombres, y garantizar que tenemos en la élite a un equipo femenino, como también tenemos al masculino”, considera.

 

Con menos de un 5% del presupuesto total destinado a los primeros equipos del club, ¿cómo se logra retener talento deportivo en un contexto en que Holanda, Alemania y Bélgica han conseguido profesionalizar sus ligas? “Esa profesionalización nos genera una competencia brutal, porque allí los jugadores sí que pueden vivir del deporte”, subraya.

 

 

 

 

Ante esta situación, la entidad ha inculcado a sus jugadores “un sentido de pertenencia cimentado en los valores del club”, comenta. “Del Atlètic Terrassa han salido 32 atletas olímpicos. Para que se queden intentamos competir siempre en liga europea, pero también llegamos a acuerdos para que nuestros jugadores puedan fichar por clubes de fuera siempre y cuando luego regresen”, indica.

 

Ahora, la Federación Europea de Hockey ha galardonado al Atlètic Terrassa como mejor equipo de Europa 2017, una condecoración que según Oriol Cortada responde a esta apuesta por la cantera. “La necesitamos para competir, aunque la retención de talento es la principal amenaza que tenemos”, afirma.