Recoletas Atlético Valladolid encadena dos años en pérdidas y reclama ayudas institucionales

El Recoletas Atlético Valladolid reclama ayuda. El club, que milita en Asobal, entró en pérdidas en la temporada 2019-2020 y lo hará también en este curso. Para la temporada anterior, contaba con un presupuesto de 600.000 euros, sin embargo terminó ingresando 490.000 euros y teniendo unos gastos de cerca de 540.000 euros. Para esta temporada, el club preveía unos gastos de 480.000 euros y unos ingresos de 425.000 euros, por lo que en dos temporadas, la entidad habrá sumado unas pérdidas de más de 100.000 euros.

“Somos un club de reciente creación y no pudimos hacer caja: aunque en el segundo año ya ascendimos a Asobal, no hemos tenido tiempo de consolidar una cuenta de resultados con beneficios para hacer recursos propios”, explica Mario Arranz, presidente de la entidad. Por este motivo “estamos acudiendo a financiación externa avalada por los miembros de la junta directiva”.

En este contexto, el club reclama ayudas por parte del Consejo Superior de Deportes (CSD) y de la Junta de Castilla y León. “Son necesarias porque son resultados negativos por fuerza mayor y es demostrable, no es por una mala gestión”, afirma. En este sentido, el directivo recuerda que “hemos reducido los costes al máximo, acordando una rebaja salarial con la plantilla y el cuerpo técnico; además hemos minimizado los recursos de los servicios generales y las oficinas y en algunos viajes no hacemos noche”. Asimismo, el directivo recuerda que las limitaciones de aforo o las prohibiciones a tener público en los partidos han provocado una reducción de ingresos: "Asumiendo todos los costes; las cuentas no salen”, alerta.

El Recoletas Valladolid ha optado por financiación externa avalada por los miembros de la junta directiva

El reto actual es “sobrevivir”. “Tras un año de pandemia echamos de menos que el CSD, a través de la Real Federación Española de Balonmano (Rfebm), articule ayudas de manera directa cuando el resto de países cercanos equiparables a España si lo han hecho”, critica el directivo. “Nos pidió información y la aportamos, pero, sorprendentemente, no tenemos más noticias”, lamenta. Además, explica que “Castilla y León no ayuda a los equipos de élite, por lo que estamos en cierta desventaja que reciben cantidades cuantiosas, y somos la comunidad que más equipos aporta a Asobal”.

El 40% de los ingresos del club provienen del Ayuntamiento de Valladolid y de la Diputación, mientras que un 45% corresponde a patrocinio y el resto a la aportación de los mil abonados con los que cuentan la entidad, la mitad que en temporadas anteriores. “Se ha notado un descenso de los patrocinios porque había pequeñas empresas que buscaban visibilidad en el pabellón, por suerte Recoletas Hospitalaria no ha reducido su aportación”, explica. Asimismo, para esta temporada el club ha tenido que hacer frente a los costes de la producción televisiva y a los costes derivados de los protocolos sanitarios.

Para abandonar este bache, el club apuesta por tener ayudas y por la promoción. “Se está trabajando aunque no de una manera práctica, en Asobal pondremos en marcha un plan de márketing para posicionarnos mejor”, revela Arranz. “Pero hay que ayudar a los clubes a mejorar, Asobal tiene que mejorar sus páginas, establecer políticas de posicionamiento de márketing, generar contenidos de calidad y dinámicos y no colgar fotos, sino vídeos”, afirma. “El objetivo es proporcionar narrativa a los medios y contenido”, reitera.

El 40% de los ingreso provienen de las subvenciones y el 45%, del patrocinio

Además, según Arranz, la estructura empresarial de los clubes de balonmano se tiene que apoyar desde Asobal. “Ya se han hecho algunas cosas, muy modestas, pero se ha paralizado por problemas internos; hay que dotar y aportar a los clubes con una pautas y sensibilizándoles de que a la hora de invertir, quizás no hay que invertir en un jugador de fuera, sino en alguien de márketing, fortalecer el departamento de comunicación o en una nueva web, invirtiendo de manera controlada”, explica. El club cuenta con un departamento de Responsabilidad Social Corporativa.

Por otro lado, es partidario de “segmentar a nuestro público objetivo” y de “tener animación y espectáculo”, además de tener en cuenta a “los jóvenes que nos ven por Youtube”. “Si consumen el contenido en redes sociales, después querrán acudir al pabellón, por lo que aumentará el ticketing y la masa social”, afirma.