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Real Madrid-Juve, un vuelco económico que llegó con la ‘Séptima’

Los dos clubes vuelven a encontrarse en una final de Champions League veinte años después, periodo en el que los blancos han logrado superar y consolidar su ventaja económica sobre los turineses, líderes en ingresos en los noventa.

M.M.A.

2 jun 2017 - 04:59

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Real Madrid y Juventus volverán a verse las caras en una final de Champions League casi veinte años después, un día en el que los blancos ganaron contra pronóstico gracias a un gol de Mijatovic y en el que empezaron a sentarse las bases para que los blancos hayan dejado de ir por detrás de La Vecchia Signora en ingresos a facturar un 60% más que su rival en el último año. ¿Qué ha pasado para que se produzca tal vuelco?

 

En el plano deportivo, el conjunto italiano llegaba a esa final tras haber ganado la última edición y ser un habitual vencedor del Scudetto, mientras que el Real Madrid empezaba a intentar recuperar el podio de la élite del fútbol europeo. Unos esfuerzos que se aceleraron con la llegada de Florentino Pérez a la presidencia y el inicio de la era galáctica.

 

En contra del conjunto blanco jugaba los aún escasos réditos que generaba el negocio audiovisual en España, mientras que para la Juve ya venían superando los 100 millones de euros desde el año 2000. De ahí que el Madrid, previo saneamiento de las cuentas con la venta de su antigua ciudad deportiva y el traslado a Valdebebas, pusiera el foco en el área comercial.

 

Captar la atención de las grandes marcas internacionales y lograr nuevos aficionados en el extranjero se logró a golpe de talonario, con los fichajes de futbolistas como Luis Figo, Zinedine Zidane, que venía directo de Turín, David Beckham o Ronaldo. Sus incorporaciones, con un coste agregado de 200 millones de euros, se produjo entre el 2000 y 2003, periodo en el que se volvió a ganar la Champions, además de dos ligas y una Intercontinental, entre otros. Suficientes hitos para que cambiaran las tornas y el Madrid ya no volviera a estar por detrás del que será mañana su rival.

 

 

El club español logró mantener una tasa de crecimiento interanual de en torno al 10%, con sólo un año en el que la facturación retrocedió. Por el contrario, la Juve sufrió diversos problemas que dañaron a la marca y que se reflejaron en un estancamiento del negocio entre 2002 y 2013, período en el que los ingresos, con fluctuaciones constantes, siempre se movió con una facturación de unos 210 millones.

 

El mayor contratiempo para los italianos fue el caso Calciopoli en 2006, que derivó en la retirada de dos de las últimas ligas conquistadas y el descenso administrativo a la Serie B, después de que se probara que se habían amañado partidos. Además, la sanción supuso la fuga de varios de sus futbolistas más reconocidos, como Zlatan Ibrahimovic, Thuram o Cannavaro. Además, sólo hacía tres años que habían adquirido la propiedad del estadio Delle Alpi.

 

En esta turbulenta etapa, el club contó con el apoyo comercial de Nike, pero no logró estabilidad con el patrocinador principal, que fue variando entre la petrolera Tamoil, empresas de telecos como Sky y, finalmente, marcas automovilísticas de Fiat, aprovechando que comparte máximo accionista, la familia Agnelli. Por el contrario, el Madrid logró tejer una alianza a largo plazo con Adidas, que hoy se mantiene, y con Benq, después absorbida y relevada por Siemens, que estuvo en la camiseta entre 2022 y 2007; después le siguió Bwin, hasta 2013, y desde entonces con Emirates.

 

La ventaja no se quedó en el ámbito de los patrocinios, ya que la presencia de grandes estrellas en el primer equipo merengue convirtió al Madrid en un reclamo en países emergentes a nivel futbolístico en China y Estados Unidos, países que en las últimas dos décadas no se han dejado de visitar. Mientras, la Juve peleaba por volver a coronarse en Italia, algo que en el último lustro ya ha logrado y ahora intenta culminar peleando por la Champions League, después de perder la final de 2014-2015.

 

Muestra de que el club vuelve a ser atractivo para las marcas es el acuerdo anunciado ayer con Allianz, por el que la aseguradora dará nombre al Juventus Stadium. La venta de los naming rights de la instalación apuntalará una cifra de negocio que este año habrá superado por primera vez la barrera de los 400 millones de euros y, de cumplirse las previsiones, habrá logrado volver a la senda del beneficio.

 

Ese es otro de los borrones de la entidad comandada por los Agnelli, ya que en la última década ha acumulado unas pérdidas de casi 240 millones de euros, fruto del desequilibrio entre los ingresos y los costes asociados a mantener la competitividad deportiva y, al mismo tiempo, amortizar la construcción del nuevo estadio. Es una situación que dista de la del Real Madrid, que por norma ha esquivado año tras año los números rojos. ¿Será más igualada la contienda de mañana?