Qatar Airways renueva a la baja con el Barça: una temporada más por 35 millones

El FC Barcelona gana tiempo y pierde dinero respecto a lo previsto. El club ha anunciado la renovación de su acuerdo de patrocinio con Qatar Airways por un año "en las mismas condiciones de su contrato actual", por lo que cobrará unos 35 millones de euros si se tiene en cuenta la escalada de precios acordada en el anterior contrato. A cambio, limita la temporada a la campaña 2016-2017, período en el que intentará buscar un socio que colme sus exigencias tras doce meses sin haberlo logrado.

"No hemos acabado nada", enfatizan fuentes de la entidad explican a Palco23, que no contemplan esta renovación como un nuevo acuerdo, sino como una prórroga "para ir sin prisas ni apuros" en la búsqueda de una nueva marca. En este sentido, en la industria señalan que la aerolínea sigue estando en la lista de potenciales marcas para seguir como patrocinador principal, en la que también se habrían sumado otras como Amazon, según algunos medios locales. "No comentamos sobre rumores o especulaciones", indican a este diario desde el gigante de comercio electrónico, que se habría molestado por la filtración de su interés en este acuerdo.

Por el momento, lo único seguro es que la aerolínea se ha asegurado un año adicional y pagando casi la mitad de lo que dejó apalabrado en julio de 2015. Entonces, había acordado pagar una media de 60 millones anuales durante cuatro campañas, además de liberar la ropa de entrenamiento, que ahora seguirá en su poder. Todo, porque después de las elecciones, la junta vencedora de Josep Maria Bartomeu elevó a un mínimo de 65 millones lo que pedía para firmar. Y, pese a haber asegurado que había alternativas, a la hora de la verdad no ha habido nada.

Durante todos meses, el club se había mostrado confiado en que obtendría lo que quería, aunque en algunas situaciones también ha evidenciado cierto nerviosismo, como cuando ejecutivos del club tomaron un avión rumbo a Doha cuando se enteraron de que una filial de Qatar Airways firmaba un acuerdo menor con el Bayern de Múnich. O la programación deprisa y corriendo, y al final anulado, de un partido amistoso fijado por contrato en el emirato. Además, al final habría acabado pesando la obligación de pagar 47 millones a La Llave de Oro por una operación inmobiliaria fallida.

Otro de los problemas en esta negociación han sido las excesivas filtraciones que se han producido, tanto de cuándo se producían las reuniones, como de la aparición de potenciales candidatos o intenciones de cada una de las partes, predicciones que no se han cumplido por ahora. Sobre este acuerdo de mínimos, el vicepresidente de marketing y comunicación del Barça, Manel Arroyo, ha explicado en declaraciones a los medios oficiales que "algunos no entenderán el por qué del acuerdo, pero hemos elegido pensando a largo plazo".

De cara a futuro, el ejecutivo ha confirmado que "ellos quieren seguir", en referencia a Qatar Airways, "pero somos transparentes y saben que hemos negociado con otros". El interrogante que sigue abierto ahora es si el precio de mercado siguen siendo esos 65 millones de euros sin la ropa de entrenamiento, o si finalmente se rebajarán las expectativas para firmar. En este sentido, el diario As apuntaba este lunes que la aerolínea querría hacerse con los title rights del Espai Barça. Se da la circunstancia de que la búsqueda de una marca para este proyecto se iniciará próximamente, con el objetivo de conseguir más de 200 millones en un periodo de entre diez y quince años.

La relación con Qatar se inició en diciembre de 2010, cuando la junta de Sandro Rosell optó por relegar Unicef a la parte trasera de la camiseta y explotar comercialmente un espacio que el resto de grandes clubes europeos ya utilizaban para generar más ingresos. La decisión fue controvertida y las quejas por parte de un sector de la masa social se intensificaron en 2013, cuando se cambió el logo de Qatar Foundation por el de Qatar Airways.

Ese día se anunció que el contrato sería creciente, pasando de 30,5 millones en la campaña 2013-2014, a los 32 millones en la 2014-2015 y 33,5 millones en la 2015-2016. Estos importes fijos se complementaban con premios en función de la consecución de objetivos, como 5 millones adicionales por ganar una Champions League y algo menos por La Liga, entre otros.

En total, la marca se había comprometido a desembolsar 151 millones hasta junio de 2016. El contrato no sólo incluye el patrocinio principal de la camiseta, sino otros activos como un espacio propio en el museo, publicidad en la fachada del Camp Nou y presencia en las plataformas digitales del club, así como el uso de la imagen de los jugadores para sus campañas promocionales.

Pese a todo, una de las camisetas mejor pagadas

En cualquier caso, la renovación del contrato con Nike ya permitirá que el club sea uno de los que más ingresa por sus dos patrocinadores principales de la camiseta. La multinacional estadounidense pagará unos 85 millones esta temporada, según informaron fuentes del club en su momento, por lo que con los 35 millones adicionales que pagaría Qatar Airways la cifra total se iría a los 120 millones. En paralelo, están los 7,5 millones que paga Beko por salir en la manga de la camiseta de juego y la ropa de entrenar.

Sólo le superaría el Manchester United con 154 millones (94 millones de Adidas y 60 millones de Chevrolet). De hecho, únicamente los Red Devils y el Chelsea FC dispondrán por ahora de un mejor contrato de publicidad para la camiseta, después de que los Blues hayan conseguido arañar 55 millones del fabricante de neumáticos Yokohama. Dos acuerdos que no dejan de evidenciar un factor determinante, que es la visibilidad de la Premier League en Asia y EEUU, mucho mayor de la que tiene La Liga. Además, ambos sí tienen vendida a un tercero la ropa de entrenamiento en exclusiva, por lo que aún generan más ingresos.

Sin embargo, ésta no es una fórmula que se esté utilizando en el resto de competiciones. Por ejemplo, el Real Madrid, sobre el que se filtró a principios de año que negociaba una mejora con Adidas, lo que ha decidido es precisamente lo contrario: reforzar la visibilidad de sus dos principales patrocinadores (la marca alemana y Emirates) en todas sus prendas técnicas.