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Osasuna exhibe ante Hacienda un tijeretazo del 20,4% de su deuda

Palco 23

25 nov 2014 - 05:00

CA Osasuna está muy pendiente de lo que pasa en el resto de estadios de Segunda División, pero también del Parlamento navarro. El conjunto rojillo trata de convencer a los partidos políticos de que acepten su propuesta para devolver una deuda de 43 millones de euros a la Hacienda foral, y para ello exhibe un claro compromiso para sanear su balance. Sólo entre junio y septiembre de este año, el conjunto ha reducido un 20,4% sus compromisos pendientes de pago, al pasar de 83,55 millones a 66,54 millones de euros.

 

El grueso de la reducción corresponde al pago de nóminas pendientes con futbolistas del primer equipo, que habían denunciado al club por impago y ello podía inhabilitarle para inscribirse en Segunda División tras consumarse su descenso. En concreto, Osasuna destinó algo más de nueve millones de euros a este fin, gracias a la ayuda al descenso de 6,3 millones que da la Liga de Fútbol Profesional (LFP), y 1,87 millones de euros que percibió por el traspaso de Oriol Riera al Wigan Athletic.

 

Los ingresos por la venta del delantero catalán fueron superiores (2,5 millones), pero 625.000 euros fueron directamente a parar a las arcas de Hacienda. El Fisco foral también percibió 188.000 euros por la venta de Andrés Fernández al Oporto, además de 2,52 millones de deudas que se habían ido aplazando y que, previsiblemente, se han afrontado con la tesorería del club.

 

La Seguridad Social, por su parte, obtuvo un millón de euros procedentes de la recaudación de dinero por los abonos de la presente temporada, una partida de ingresos que también sirvió para cancelar 125.000 de deudas con los jugadores y otros 850.000 de créditos bancarios. La reducción de deuda se completa con el pago de 1,7 millones a otros clubs por fichajes del pasado (obtuvo los fondos por la ayuda del G-35, que agrupa a clubs medianos en torno a los derechos de televisión), y de otros 1,8 millones de ingresos televisivos que permitieron cancelar deuda con los trabajadores, proveedores, Hacienda y la banca.

 

Tras este intensivo trabajo para reducir deuda, los compromisos de Osasuna alcanzaban en septiembre los 66,54 millones de euros, de los que 43 millones corresponden a la deuda histórica con la Hacienda Foral y que ahora tratarán de cancelarse mediante la dación en pago del estadio de El Sadar y la ciudad deportiva de Tajonar. Si se incluyen el resto de Administraciones Públicas, el pasivo asciende a 49 millones. La deuda con la banca se ha bajado a 11,6 millones, mientras que a los proveedores les adeudan 3,58 millones, según consta en la memoria de Osasuna de la temporada 2013-2014.

 

El club, dirigido por una junta gestora a la espera de las elecciones del 14 de diciembre, espera cerrar la temporada 2014-2015 en equilibrio presupuestario, después de perder 2,26 millones de euros el último ejercicio. Ello, pese a que los ingresos se desplomarán un 57% respecto a la última campaña en Primera División, al pasar de 29,4 millones a 12,7 millones de euros. La principal explicación es que los ingresos de televisión pasarán de 18,6 millones a sólo 2,5 millones, motivo que explica que Osasuna recibiera la ayuda de la LFP al descenso y que se haya consumido íntegramente en el pago de nóminas pendientes.

 

 

Los ingresos por patrocinio se reducen a la mitad, de 3 millones a 1,5 millones, ya que la repercusión mediática del conjunto rojillo se reduce drásticamente al pasar a militar en Segunda División. La partida que menos sufre es la de ingresos por socios y abonados, y aún así se recorta un 23%, hasta 2,8 millones. Osasuna también ha incorporado unos ingresos, algo más inciertos, de 4,86 millones por la venta de jugadores, el doble de lo obtenido el año anterior.

 

Esta drástica reducción de los ingresos se ve compensada por el importante ajuste en el gasto de personal, que pasa de 21,78 millones a sólo 7,4 millones de euros, un 66% menos. El gasto en servicios exteriores bajará un 26%, hasta los 1,86 millones, mientras que el resto de gastos de explotación (incluidos los fichajes) se recortarán un 77%, hasta apenas 664.000 euros.