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Nuevos inversores y el PSG: el ‘mix’ que empuja al fútbol francés a perder 100 millones

Los equipos de la Ligue-1 y la Ligue-2 sufrieron unas pérdidas de más de 100 millones de euros en 2016-2017, con una fuerte influencia del club parisino, que representa el 30,6% de los ingresos ordinarios y perdió 18 millones de euros.

M.Menchén

18 abr 2018 - 04:59

Nuevos inversores y un PSG en cuestión: el ‘mix’ que ha empujado al fútbol francés a perder 100 millones

 

 

Si algo tienen en común muchos equipos franceses y del extranjero es su sospecha sobre la realidad del negocio del Paris Saint-Germain (PSG), que cerró la temporada 2016-2017 con unas pérdidas de 18,84 millones de euros. Así consta en un informe elaborado por la Ligue de Football Professionnel (LFP), al que ha tenido acceso Palco23 y que rebela que los equipos de la Ligue-1 y la Ligue-2 acumularon unas pérdidas agregadas de 101 millones de euros durante el último ejercicio

 

Eso sí, la llegada de nuevos inversores permitió reducir el peso del conjunto parisino en los ingresos ordinarios de la competición, pues con 503,03 millones de euros rebajó su cuota del 32% al 29% del total. De hecho, la competición atribuye los números rojos al esfuerzo por mantener el gasto en plantilla y las fuertes inversiones de nuevos accionistas, pese a que las plusvalías por traspasos cayeron, de 429 millones a 302 millones de euros.

 

Junto al PSG, los otros equipos que claramente arrastraron al fútbol francés a esta situación son el Lille, que perdió 40,5 millones de euros en el primer año en manos del luxemburgués Gerard López; el Olympique de Marsella, que perdió 42,4 millones en el estreno del americano Frank McCourt como dueño, y el RC Lens, del que ha desinvertido el Atlético de Madridtras registrarse unas pérdidas de 4,5 millones. En total, siete de los veinte equipos de la Ligue-1 perdieron dinero, por los ocho de veinte de la Ligue-2.

 

El aumento de los números rojos contrasta con el fuerte aumento de los ingresos ordinarios, que subieron un 10,2%, hasta 1.863 millones de euros. “La mayoría de las fuentes de ingresos están creciendo, con un aumento del 23% en derechos audiovisuales, un 13% en ventas de entradas y un 5% en patrocinio”, defiende la organización del fútbol galo.

 

 

 

 

Pese a ello, el retroceso del 30% en las plusvalías dejó en nada la contención de costes, que subieron un 6%, cuatro puntos que el crecimiento de los ingresos ordinarios. Los equipos de Ligue-1 y Ligue-2 pagaron 1.240 millones de euros en nóminas, un 5% más, por el alza del 6% en costes de traspasos (288,5 millones) y del 7% en los demás gastos operativos (668,2 millones).

 

Lo que apenas varía es el fuerte peso que tiene el PSG en el conjunto de la LFP, pues sigue muy cerca del tercio del total de los ingresos. Por líneas de negocio, el equipo controlado por Qatar Sports Investment representó el 13% de los ingresos por televisión y el 20,6% de la recaudación por taquilla de la Ligue-1 y la Ligue-2. Pero, sobre todo, el gran diferencial se produce en el área de patrocinios, donde se llevó el 39,5% de toda la facturación, y en la partida de otros ingresos comerciales, que se recortó, de 225,1 millones a 184,5 millones de euros, y que la Uefa está volviendo a analizar por dudas sobre la adecuación realde los patrocinios a su precio de mercado.

 

En cuanto a los gastos, es aquí donde se evidencia el principal elemento distorsionador. El equipo entrenado por Unai Emery representó el 25,1% del gasto en nóminas de la Ligue-1 en 2016-2017, con 272,2 millones de euros. Esta cifra equivale a más del doble que el Olympique de Lyon, el As Mónaco o el Marsella, que estuvieron entre el 10,1% y el 8,1%.

 

 

 

 

Pese a estos problemas, el órgano de control económico ha querido poner en valor que “en esta temporada 2016-2017 también se produjo una mejora significativa en la estructura financiera de los clubes, con un aumento del 21% en el capital, que ascendía al 30 de junio de 2017 a 1.042 millones de euros”. Además, enfatizan que “este fortalecimiento significativo de la liquidez fue acompañado por una disminución en el endeudamiento, tanto en términos absolutos como relativos”. La deuda financiera consolidada se redujo en 72 millones entre junio de 2016 y el mismo mes de 2017, hasta 424 millones de euros.

 

La ausencia de compromisos con la banca se ha suplido efectivamente con fondos de los máximos accionistas: el PSG debía 186,2 millones al fondo soberano de Qatar que lo controla, por los 153,4 millones del AS Mónaco, los 53,5 millones del Lille, los 36,1 millones del Girondins de Burdeos o los 30 millones del Niza. “Gracias a la llegada de nuevos inversores, los clubes mantuvieron un nivel muy alto de compras de jugadores”, defiende la LFP, sobre una inversión de 324 millones de euros pese al descenso del negocio por traspasos que firmaron sus afiliados.

 

Los números rojos de los grandes dominadores del fútbol galo, a excepción del rentable Olympique de Lyon, han empañado el esfuerzo de la mayoría de equipos por mantener costes y seguir desarrollando un modelo de negocio basado en la venta constante de sus jóvenes promesas. “Estos resultados reflejan los esfuerzos de los clubes profesionales para diversificar sus fuentes de ingresos sin dejar de prestar atención a los cambios en sus gastos operativos”, defiende Jean-Marc Mickeler, presidente del ente de control económico.

 

El dirigente asume que será necesario en los próximos años que continúe el apoyo de los inversores para continuar haciendo más competitivo el fútbol profesional galo. Hoy, cuatro equipos (PSG, Mónaco, Lyon y Marsella) representan más del 58% del negocio y los ejecutivos de la patronal consideran que “depende de nosotros continuar nuestros esfuerzos para el desarrollo internacional y convencer a nuevos inversores, franceses y extranjeros”.