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Nike da el último golpe en la cascada de cambios de camiseta en la Premier

Marc Menchén

19 may 2016 - 05:00

Cada tres años o cuatro, la industria vive distintos terremotos económicos que trastocan el escenario previo. Y no siempre van a la par, porque están desde el que atañe a los derechos de televisión, al que afecta a los patrocinadores y, como todo apunta que sucederá este año, al de las equipaciones. En el caso de la Premier League, los dos primeros escenarios ya están casi cerrados, mientras que en el tercero se avecina una nueva oleada de cambios con el histórico acuerdo de Adidas con el Manchester United como gran detonante.

 

La multinacional de las tres bandas ha firmado un acuerdo de 750 millones de libras en diez años (960 millones de euros), lo que asegura a los Red Devils un mínimo garantizado de 96 millones por temporada y la opción de embolsarse otros cinco millones en función de objetivos. Fue una oferta que no pudieron rechazar y que forzaron la ruptura con Nike después de trece campañas unidos. El único riesgo que asumían, el siguiente: ver reducido en hasta un 30% el cobro anual si están dos años sin jugar la Champions League.

 

Chelsea Manchester United Adidas
Adidas centrará sus recursos en el United, mientras que el Chelsea sería el nuevo estandarte de Nike junto al City.

 

Se trata del contrato más lucrativo que se ha firmado en la historia del fútbol y, además, suponía robarle a Nike uno de sus estandartes tras haberle arrebatado previamente la Juventus de Turín. El conjunto controlado por la familia Woodward es la que marca la pauta en este ámbito, y su pelotazo ha provocado que otros grandes de Europa muevan ficha, también en la Premier League.

 

La multinacional estadounidense dio ayer un golpe de efecto, después de que The TelegraphBloomberg aseguraran que será la nueva proveedora técnica del Chelsea FC al duplicar el montante que hasta ahora recibía de Adidas: 60 millones de libras por temporada (76 millones de euros), que le permitirán afrontar la indemnización que debe pagar a la multinacional de las tres bandas por adelantar de 2023 a 2017 la rescisión del contrato, y que se ha fijado entre 40 millones y 70 millones de euros.

 

Tras ofrecer este lucrativo contrato a los blues, es probable que quien pique a la puerta de las oficinas de Oregon (EEUU) es el Manchester City, que en 2013 firmó un contrato de seis años con Nike después de que se desprendiera de Umbro y asumiera los patrocinios más importantes que tenía. Entonces se acordó el pago anual de unos 12 millones de libras (15 millones de euros), una cuantía que parecía razonable para un club que no estaba habituada a lograr grandes logros y que ahora parece desfasada: es habitual en la Champions League y ha reforzado su presencia en Australia y EEUU con franquicias en sus respectivas ligas.

 

Los citizens y, de no producirse lo contrario, los blues son los principales activos de Nike en el mercado británico. Además, supondría volver a crecer en este país, ya que antes de perder al United también había visto como el Arsenal FC le dejaba después de 20 años para pasarse a Puma en 2014. Este contrato, de 30 millones de libras (38 millones de euros) anuales, finaliza en 2019 y, antes o después, también deberá elevar el montante para adaptarse a las nuevas condiciones de mercado o ceder.

 

Quien ya tiene claro que llamará a la compañía alemana para revisar los términos de su acuerdo es el Leicester City, cuyo contrato de un millón de libras (1,3 millones de euros) sí que ha quedado totalmente desfasado tras proclamarse campeón de la Premier este año contra todo pronóstico. Desde el club admitían que este año se han batido todos los récords de ventas de camisetas (Bloomberg habla de unas 25.000, y previsión de sacar al mercado 90.000 el próximo curso), mientras que la marca confía en seguir apoyando al equipo en su incipiente presencia internacional.

 

Leicester Arsenal Okazaki Ramsey Puma
El Leicester City se ha convertido en la revelación, también de Puma, que ya controla al Arsenal.

 

El impacto negativo de no cumplir con las expectativas de sus clientes está fresco para Puma, que en 2013 vio como Under Armour le arrebataba la equipación del Tottenham Hotspur para irrumpir en la Premier con una propuesta de 10 millones de libras por curso (12,7 millones de euros). Ese mismo año, su vecina Adidas también vio cómo un recién llegado, Warrior y después su matriz New Balance, le robaba un histórico como el Liverpool FC, con una oferta de 24 millones de libras (31 millones de euros).

 

El baile de marcas en lo alto de la clasificación también ha tenido repercusiones en el resto de la tabla. La marca de las tres bandas, a raíz de la fuerte inversión que realiza con el United al ser el que más tirón internacional tiene, ha decidido no renovar algunos acuerdos y abrir paso a otras marcas. Joma debutará en la Premier de la mano del Swansea City, mientras que la canadiense Dryworld hará lo propio con el Watford FC. New Balance, por su parte, se centrará en el Liverpool, lo que ha provocado que el Stoke City se marche con Macron. Se trata de acuerdos que no rebasaban los cinco millones de euros por curso.

 

 

 

Los movimientos en La Liga y el impacto de la presencia en China y EEUU

 

Los movimientos no se están produciendo únicamente en la Premier League, como demuestra el hecho de que Adidas ha querido antes sellar acuerdos a largo plazo en otros países. Su idea pasa por concentrarse en menos equipos que antes pero con más potencial y más inversión. Por ejemplo, con el Bayern de Múnich acordó a mediados del año pasado la ampliación de contrato, de 2020 a 2030, a cambio de duplicarle los ingresos hasta los 60 millones por temporada, según publicó en su día Sport Bild.

 

En Italia le arrebató a Nike la Juventus con una oferta que también suponía doblar lo que percibía hasta ese momento, con 23,5 millones de euros por curso. Y con esta tendencia, en la que los últimos contratos han supuesto doblar lo hasta ahora percibido y permitir que los clubes gestionen internamente el negocio de licencias y retail, llegan las grandes negociaciones en España.

 

El presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, aseguró en campaña que su intención era igualar el contrato del Manchester United con Adidas, y todo apunta a que ya estaría hecho. Según Ara, el acuerdo se hará oficial en dos o tres semanas, aunque el club seguirá sin poder decir que tiene la camiseta más valiosa. Su rival tiene asegurados 96 millones cada año haga lo que haga, mientras los blaugranas, siempre según el rotativo barcelonés, alcanzaría sólo los 100 millones logrando todos los hitos que activan variables.

 

Luis Suárez Sergio Ramos Barça Madrid 650
Barça y Madrid también negocian mejoras de contrato con Nike y Adidas, respectivamente.

 

Además, el Real Madrid también se encontraría revisando su relación con Adidas. Según publicó Marca en enero, la compañía alemana se habría comprometido a pagar hasta 140 millones de euros por ejercicio si se activaran todos los premios, lo que situaría la base en torno a los 100 millones, a cambio de retener la camiseta blanca hasta el 2026.

 

El principal contratiempo para los dos clubes españoles es la menor notoriedad mediática que tiene La Liga respecto a la Premier en dos mercados estratégicos e importantes por tamaño: China y EEUU. En el gigante asiático, el torneo inglés gozó de 4.768 horas de televisión, mientras que el campeonato español se quedó con apenas 1.557 horas, según un estudio de la consultora Yutang. Es más, en la principal red social del país, Weibo, el líder es el United pese a la ausencia de grandes títulos en los últimos años.

 

Algo similar sucede en el mercado norteamericano, donde la influencia del mundo anglosajón ha facilitado la captación de seguidores por parte de la Premier. Además, tiene un importante acuerdo con el operador NBC Universal, que le ha reservado algunas de las mejores franjas horarias y cosecha más de medio millón de aficionados de media por partido. Son unos registros que La Liga hasta hace poco era incapaz de obtener, pero que ahora ha empezado a obtener de forma puntual gracias a beIN Sports y su canal en español.

 

Y es que, pese a que pueda costar de entender, las marcas no basan los importes a pagar únicamente en función de los éxitos deportivos del club, sino también en la fortaleza de su marca, la base de aficionados que posee y la atención mediática que genera en sus principales mercados de interés.