Clubes

Menos ‘matchday’, más igualdad: la ausencia de taquilla augura LaLiga Santander más competitiva

Los presupuestos de 2020-2021 auguran unos ingresos casi nulos por taquilla y un fuerte recorte en las plusvalías por traspasos podría rebajar la diferencia de ingresos de un múltiplo de 18 a uno de 13 en LaLiga Santander y de 2 a 1,5 veces en LaLiga SmartBank.

Marc Menchén

11 may 2020 - 05:00

Menos ‘matchday’, más igualdad: la ausencia de taquilla augura una Liga Santander más competitiva

 

 

Sonido ambiente, lonas recreando público, partidos emitidos gratuitamente… La industria del deporte ha echado a volar la imaginación para que los partidos a puerta cerrada puedan ser un espectáculo audiovisual, pero una parte de los ejecutivos piensa más a medio plazo y qué pasará con sus más de 920.000 abonados. Con los ingresos tocados por el desplome del matchday, ¿qué impacto habrá en términos de competitividad? Y la respuesta tiene su lógica, pues la diferencia de presupuestos entre grandes y pequeños se situará en mínimos, según los cálculos elaborados por Palco23.

 

“Es una cuestión que nos tiene muy nerviosos; una diferencia de un millón o dos millones de euros respecto al vecino equivale a uno o hasta cuatro futbolistas según la categoría”, sostiene un director general. Un miedo que, en términos de espectáculo y emoción, podría incluso acabar beneficiado a la competición de forma paradójica. A más igualdad, más incertidumbre sobre el desenlace.

 

Los ingresos por partido son los únicos que habían ido menguando su peso dentro del negocio del fútbol español, pasando de representar el 23% de toda la facturación en 2013-2014 a apenas el 17,5% en 2017-2018, según el último informe económico de LaLiga. Eso sí, continúa siendo un negocio de 782,1 millones de euros entre socios, abonados, taquilla, fees por partidos amistosos y pagos de la Uefa por sus torneos.

 

 

 

 

Las cuentas de 2018-2019 revelan que la diferencia de ingresos totales entre FC Barcelona y SD Huesca fue de 18,6 veces: 954,93 millones frente a 51,45 millones de euros. Y esa brecha baja a 15,6 veces una vez descontados los ingresos que los clubes de LaLiga Santander se anotaron entonces por competiciones (no se incluyen pagos de Uefa) y cuotas de abonados y socios.

 

La diferencia aún se recorta más si también se elimina la partida de plusvalías de traspasos, en tanto que existe un amplio consenso en que este verano difícilmente se producirán grandes ventas. Entidades como Barça y Juventus han hablado públicamente de los trueques como fórmula para evitar salidas de caja, e incluso el presidente de LaLiga, Javier Tebas, pidió a los clubes que apuesten por la recuperación de cedidos y la promoción de canteranos.

 

Asumiendo que cierto movimiento sí que habrá en el mercado de fichajes, en un escenario hipotético de ingresos cero o mínimos, esa brecha entre el que más factura y el que menos aún se rebajaría más, a un múltiplo de 13,5 veces, si se atiende a las cuentas de 2018-2019.

 

El caso de LaLiga SmartBank es distinto, pues se trata de una competición en la que los presupuestos son mucho más parejos. Descontados los tres que disponen de ayuda al descenso, hoy la brecha acostumbra a ser del doble de ingresos, pues los más modestos rondan los 10 millones de euros de facturación, mientras que los de mayor implantación social se mueven entre 15 millones y 20 millones de euros anuales. Aquí este factor pesa mucho más a la hora de poder firmar a determinados futbolistas, por lo que la ausencia de ingresos por abonos y taquilla rebajaría de dos veces a 1,5 veces el diferencial.

 

 

 

 

Este escenario beneficia especialmente a clubes como la SD Eibar, el Deportivo Leganés o Getafe CF, con una masa social muy inferior a equipos de la zona media de la tabla. De hecho, los azulones han podido anunciar que no cobrarán a ninguno de sus 13.500 abonados porque la renuncia equivale a sólo unos dos millones de euros. Un coste mucho menor que el que sufrirían los equipos cuya base de socios es mucho mayor y que durante décadas han podido competir con más garantías gracias a eso.

 

El Atlético de Madrid, uno de los clubes que más ha crecido socialmente en la última década, se ha comprometido a aplicar un descuento del 20% en 2020-2021 sobre el precio que finalmente pueda cobrar a sus abonados. “Es un asunto complejo dado el volumen de abonados con los que contamos (más de 58.000 actualmente), los diferentes tipos de abonos ofertados y el enorme impacto económico que a corto plazo supone para el club”, admitía en su comunicación a los socios la entidad colchonera.

 

En concreto, fueron 45,11 millones en 2018-2019, sólo superado por los 54,28 millones del Real Madrid y los 60,88 millones de euros del Barça. Pero si los tres tienen un problema es en toda la taquilla adicional que pueden dejar de conseguir con la venta de entradas puntuales, su presencia en giras estivales y los servicios de hospitality, que en el caso de los protagonistas de El Clásico supone más de 110 millones de euros anuales cada uno.

 

Por el contrario, algunos clubes de la zona media de la tabla admiten que el 80% de su ticketing se concentra en turistas extranjeros cuya visita a la ciudad de turno coincide con alguno de estos tres equipos. Pero los directivos consultados admiten que la guerra de Barça, Madrid y Atleti será más en Europa que en LaLiga Santander, donde la tensión verdadera se vivirá entre el resto.

 

 

 

 

La horquilla entre la SD Huesca y el Espanyol de Barcelona fue de 46,3 millones de euros en 2018-2019 si se incluyen todos los conceptos, pero la diferencia baja a 25 millones sólo contabilizando aquellas áreas recurrentes que mejor pueden aguantar en 2020-2021 (televisión, comercial y otros ingresos). Sevilla y Athletic Club, por ejemplo, bajarían casi un 50% sus ingresos y estarían más cerca de los 100 millones que de los 200 millones de euros.

 

Uno de los pocos elementos positivos es que los clubes podrán actuar en consecuencia desde el arranque de curso, pues tanto las plusvalías por traspasos como la campaña de abonados se concentran en los meses de junio, julio, agosto y septiembre. “No tenemos ni idea de cómo articularlo; ¿qué vamos a venderles y a qué precio si no sabemos cuántos partidos se incluirán en el abono?”, admite un director general.

 

Barça, Madrid, Athletic y Osasuna saben que sí pueden cobrar las cuotas sociales, pues se corresponden al derecho a ser propietario del club. Sin embargo, el Gobierno ha dejado claro que no se podrán mantener cobros por servicios que no se estén prestando. Esto afecta a la solución que se ofrezca para los partidos disputados en 2019-2020, pero el interrogante es cuántos pagarán por adelantado y casi a ciegas, pues estos ingresos son fundamentales para la caja de los equipos de fútbol en el primer tramo del curso.

 

Ante todos estos interrogantes, la mayoría de dirigentes de LaLiga consultados por Palco23 admiten que 2020-2021 será un ejercicio nuevamente marcado por la contención de los costes deportivos, pues los ajustes entre el resto del personal y las propias operaciones apenas pueden servir para asumir este golpe. La duda, una más, es que equipos podrán aprovechar mejor el río revuelto para confeccionar la plantilla. Podría valer un título.