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Manuel Guerra (Santa Teresa): “Lo único que tiene de profesional la Liga Iberdrola es el convenio”

El presidente del club del Civitas Santa Teresa Badajoz, equipo que milita en la Primera Iberdrola, considera que para que el fútbol femenino siga creciendo, deben estar todos los clubes en igualdad de condiciones.

Albert Ferrer

2 jun 2021 - 04:49

Manuel Guerra (Santa Teresa): “Lo único que tiene de profesional la Liga Iberdrola es el convenio”

 

 

“El Santa Teresa es un club hecho a sí mismo”. Manuel Guerra, presidente del Santa Teresa, un equipo de Badajoz que forma parte de la Primera Iberdrola, considera que “somos especiales por ser uno de los cinco clubes independientes de los masculinos de la competición”, expone. El máximo mandatario del club pacense reclama una mayor igualdad entre fútbol masculino y fútbol femenino, pues “veo el mismo espectáculo en el césped en ambos sexos”, recalca.

 

El Club Deportivo Santa Teresa fue fundado en 1998, pero no fue hasta 2008 cuando se creó la rama femenina de la entidad, la cual fue subiendo de categoría año a año hasta llegar a la máxima categoría del fútbol español en 2014. “En poco tiempo nos dimos cuenta de que salía más a cuenta invertir en el femenino que en el masculino porque la competencia a todos los niveles era inferior”, dice Guerra.

 

Con algo más de 400 abonados, el Santa Teresa se define como un club humilde, pero mantiene toda su estructura profesionalizada. “Las personas que trabajan en el club viven de lo que se genera tanto en el fútbol femenino como en el masculino”, destaca. Pese a los estragos causados por la pandemia en el Santa Teresa, a ninguno de los 40 empleados de la entidad se les aplicó un expediente de regulación de empleo (Erte).

 

 

 

 

Actualmente, el club cuenta con un presupuesto de 1,3 millones de euros, el doble respecto a la temporada anterior, ya que en 2019-2020 se encontraba en la Segunda División, donde el club terminó en primera posición. “Nuestro principal trabajo radica en cuadrar las cuentas cada año, conscientes de lo que podemos y no podemos gastar”, señala.

 

Pese a la cantera de fútbol femenino que tiene la entidad (9 equipos), el Santa Teresa también se enfrenta a nuevos retos. “Lo único que tiene de profesional la Liga Iberdrola es el convenio; la sociedad aún no se ha mentalizado para ver igual el fútbol masculino y el femenino y, hasta que eso no ocurra, no podremos hablar de igualdad”, subraya. “No podremos conseguir nuevos espónsores ni aumentar el número de seguidores si la gente y los medios de comunicación no nos dan la importancia que merecemos”, recalca.

 

En este sentido, el presidente del Santa Teresa cree que es complicado competir con otros clubes que reciben ayudas por parte de la sección masculina, construyendo cada vez una brecha más grande que hará más laboriosa la competitividad. “Llevamos tiempo hablando con el Consejo Superior de Deportes (CSD) para poder convertir todos los clubes de la Primera Iberdrola en Sociedad Anónima Deportiva (SAD), asegura”.

 

El equipo recibe subvenciones por parte de tres entidades públicas locales: el Ayuntamiento de Badajoz, la Junta de Extremadura y la Diputación de Badajoz. “Dos de ellas han aumentado su ayuda hacia nosotros, mientras que la otra ha disminuido, aun así, han preferido destinar más recursos al masculino, que se encuentra mucho más abajo en cuanto a categoría que a nuestro equipo femenino, que se encuentra en la élite”, sentencia.

 

 

 

 

Como consecuencia, el presupuesto de la entidad mengua y la capacidad de fichar en territorio nacional es cada vez menor. “Que aumenten los precios de los traspasos es bueno en cierto modo, pero después nosotros no podemos competir con otros clubes”, añade. “Si además la Federación Española quiere poner un límite de jugadoras extranjeras, no habrá forma de combatir en la élite”, concluye.

 

Para seguir extendiendo su modelo de fútbol base, el club pacense se encuentra en conversaciones con su patrocinador principal, Civitas, una empresa inmobiliaria, con el objetivo de conseguir unos terrenos en los que construir una escuela con residencia. “Es imposible para un club como el nuestro fichar a una jugadora que vive a cien kilómetros y pagarle el desplazamiento diario para entrenar y los estudios”, manifiesta.

 

Además, la entidad está implementando un sistema de entrenamiento para crear una identidad en el sistema de club, por lo que todas las jugadoras que formen parte del Santa Teresa, mantengan un estilo característico de juego, “el que nos ha hecho llegar y asentarnos en la élite del fútbol español”, comenta Manuel Guerra.