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Los inversores apuestan por el fútbol español y ya rozan los 450 millones de inversión desde 2014

Los clubes que forman parte de LaLiga han recibido importantes inyecciones de sus accionistas para acelerar sus planes de crecimiento, con Atleti, Valencia y Espanyol como los más beneficiados.

M.Menchén

6 may 2019 - 04:59

Los inversores apuestan por el fútbol español y ya rozan los 450 millones de inversión desde 2014

 

 

LaLiga alcanzó en 2017-2018 su récord de ingresos con 4.500 millones de euros, pero, aún más importante, encadenó su sexto año consecutivo en beneficios agregados y cada vez son menos equipos los que pierden dinero. Se trata de un escenario de estabilidad que ha favorecido el saneamiento de cuentas y la ejecución de importantes inversiones patrimoniales, pero sobre todo la llegada de nuevos accionistas y la entrada de dinero fresco. Tras las últimas ampliaciones de capital anunciadas, el fútbol profesional ha recibido una inyección de 437,12 millones de euros desde 2014 tras la última ejecutada en el RCD Mallorca, según los datos recabados por Palco23.

 

Se trata de recursos que han ido a parar íntegramente a las arcas de los clubes, pues aquí no se incluyen los pagos realizados entre socios por paquetes accionariales. Ahora bien, en numerosas ocasiones las operaciones han combinado el pago por acciones con ampliaciones de capital ejecutadas por inversores extranjeros, como sucedió en los casos de Valencia CF o RCD Espanyol, dos de los equipos que más aportaciones extraordinarias han recibido.

 

La mayoría de nuevos accionistas son extranjeros, que han llegado recientemente atraídos por la rentabilidad de algunos proyectos y las proyecciones que existen para este deporte. En el caso de la competición española, los nuevos contratos de televisión garantizan un alza del 15% en los ingresos por este concepto en España y del 30% en el extranjero durante el siguiente ciclo, mientras que la asistencia a los estadios va camino de un nuevo récord.

 

 

 

 

El mejor ejemplo es el Atlético de Madrid, que desde 2015 ha recibido 157 millones de euros de nuevos accionistas, cuya aparición ha sido determinante para que el club rojiblanco ejecute la construcción de su nuevo estadio y numerosas academias sin renunciar a la competitividad sobre el terreno de juego.

 

Su principal mecenas ha sido Wanda Group, que en marzo de 2015 suscribió una ampliación de capital de 45 millones de euros para hacerse con el 20% de los títulos. El grupo chino vendió su participación al conglomerado israelí Quantum Pacific Group por 50 millones en febrero de 2018, pero antes dejó una importante cantidad para completar la construcción de centros de formación en la Comunidad de Madrid. En concreto, concedió una subvención no reintegrable de 47 millones, similar a la de 15 millones que otorgó en 2014-2015, en lo que vendría a ser una especie de ampliación de capital sin la entrega de títulos.

 

A los 107 millones que inyectó el multimillonario chino hay que añadir los 50 millones de euros que Quantum aportó a finales de 2017 por el 15% del Atleti. El fondo compró la participación de Wanda y se erigió en el nuevo segundo máximo accionista con un 32% de la propiedad de la entidad deportiva, que con estas operaciones ha aumentado su valor neto contable, pasando de 225 millones a 333 millones de euros en sólo tres años. Además, le ha otorgado la credibilidad necesaria para refinanciar a largo plazo su principal deuda, de 200 millones de euros, asociada a la construcción del nuevo estadio.

 

El Valencia CF también ha logrado el respaldo financiero de su máximo accionista, si bien Peter Lim abogó por destinar su inyección de capital a ganar margen de maniobra con el que volver a situar al club en la élite y limpiar el balance. Ahora bien, el margen se le agota y este año es el último en el que tiene cierto margen para presentar pérdidas ante LaLiga, después de la ampliación de capital de 100 millones de euros que suscribió en 2015, como adelantó este diario.

 

 

 

 

Previamente, el magnate singapurense acordó a finales de 2014 la compra del 70% del club ché, a cambio de subrogarse el préstamo de 88 millones por el que la Fundación controlada por la Generalitat tenía el 70% de las acciones. Fue su puerta de entrada a una organización que este año ha podido finalmente desbloquear la venta de los terrenos donde se levanta Mestalla para obtener los recursos necesarios con los que completar la construcción del nuevo estadio.

 

El podio lo completa el RCD Espanyol, si bien el conjunto blanquiazul podría figurar en segunda posición de no ser por la decisión de China de restringir las inversiones de sus empresarios en el fútbol europeo. Rastar Group se hizo con la mayoría accionarial en 2015 comprando a los miembros del consejo de administración, y ya en 2016 alcanzó el 99,35% tras aportar 75,2 millones de euros, que los minoritarios complementaron con prácticamente medio millón de euros.

 

El grupo chino destinó la totalidad de los recursos a cancelar deuda y corregir numerosos ajustes contables demandados históricamente por los auditores. Sin embargo, su plan original se vio truncado a mediados de 2017, ya que el giro en las políticas del Gobierno de China le obligó a redefinir su hoja de ruta ante la imposibilidad de capitalizar los otros 60,8 millones de euros que mantiene prestados al club.

 

En 2019 están previstos vencimientos por 29 millones de euros, y la propiedad incluso ha preparado la arquitectura necesaria para una salida a bolsa en Hong Kong que permitiera la entrada de nuevos recursos con los que desapalancar el balance y disponer de mayor capacidad de inversión en las parcelas deportivas y patrimonial, donde se quiere dotar de una mayor actividad al RCDE Stadium.

 

 

 

 

La única fortuna que ha llegado de la otra gran potencia mundial es Robert Sarver. El empresario estadounidense, dueño de los Phoenix Suns de la NBA, ha inyectado un total de 33,62 millones de euros en el RCD Mallorca. La principal aportación, de 20 millones, se produjo a principios de 2016 para hacerse con el 81,2%, pero después le han seguido dos operaciones más: una de diez millones de euros a finales de 2017 y otra por 3,5 millones anunciada la semana pasada.

 

Estas aportaciones han ido sobre todo destinadas al pago de los vencimientos de deuda del club, cuya generación de caja en Segunda B y LaLiga 1|2|3 era insuficiente para asumir los compromisos adquiridos para salir de concurso de acreedores. A eso se le añaden algunas mejoras en Son Moix y la ciudad deportiva, que unido a un intento de ser competitivos en el césped explican unas pérdidas acumuladas de doce millones de euros si se incluye 2018-2019, desde la llegada de Sarver junto a Andy Kohlberg y el exNBA Steve Nash.

 

 

 

LaLiga 1|2|3 aumenta su atractivo entre los inversores


La presencia de clubes históricos en LaLiga 1|2|3 explica que la categoría concentre el mayor número de operaciones, con doce de las diecinueve incluidas. Junto a la del Mallorca, las otras de calado corresponden al Elche CF y el Real Oviedo, con AD Alcorcón, Albacete Balompié y Nàstic de Tarragona obteniendo igualmente más de cuatro millones de euros cada uno para ir cubriendo pérdidas y reducir pasivo. En su momento, el Girona FC recibió 3,57 millones de euros para iniciar una nueva etapa bajo control de City Football Group y Pere Guardiola.

 

En cuanto al conjunto ilicitano, la operación de capitalización por 18,7 millones de euros no ha estado exenta de polémica. José Sepulcre, presidente del Elche durante la etapa en la que el club fue descendido administrativamente, se ha hecho con el 66% del capital mediante la capitalización de préstamos que han dejado en niveles muy bajos la deuda del club, pero también han dejado en una clara posición minoritaria al Instituto Valenciano de Finanzas (IVF).

 

Por lo que respecta al Oviedo, en su etapa más reciente ha ampliado su capital en 15,28 millones de euros gracias al multimillonario Carlos Slim, cuya presencia ha seducido a otros empresarios mexicanos que han apoyado a un club que también necesitaba de ese apoyo externo para cancelar deuda con Hacienda.

 

Todas estas operaciones evidencian dos objetivos claros: el refuerzo patrimonial y deportivo de los proyectos, o la reducción acelerada de deuda para competir con mayores garantías. Sin embargo, hay una tercera variable, la de las conversiones en sociedad anónima deportiva (SAD). Son los casos de la SD Eibar, que captó 2,38 millones de euros; la UD Las Palmas, que recibió un millón para cumplir con el capital mínimo que exige el Gobierno a estas entidades, o el Extremadura UD, inmerso en este proceso por el que necesita 3,2 millones. Un caramelo para inversores interesados en este sector.