Clubes

Los clubes de La Liga, a las puertas de rebasar los 3.000 millones esta temporada

Marc Menchén

12 feb 2016 - 05:00

Buenas sensaciones en La Liga. Los clubes de Primera y Segunda División han revisado al alza su previsión de ingresos para esta temporada, gracias a la recaudación que definitivamente se han obtenido por los derechos de televisión y a una mejora de los ingresos comerciales que centraliza la patronal, como las licencias. Si las estimaciones a finales de septiembre apuntaban a una facturación global de 2.595 millones de euros, los datos que ahora se manejan y a los que ha tenido acceso Palco23 elevan la cifra a 2.904 millones.

 

Se trata de un incremento del 13,9%, que desde las oficinas de Hernández de Tejada atribuyen esencialmente a que muchos clubes aún no sabían cuánto dinero recibirían por los derechos de televisión. Y, aún así, la cifra sigue siendo prudente: se mantienen beneficios de 200 millones por traspasos de jugadores, como en septiembre, pese a que en este mercado de invierno clubes como el Atlético de Madrid han cerrado ventas por más de 40 millones, que podrían ayudar a que a 30 de junio de 2016 los ingresos globales puedan rozar los 3.000 millones de euros.

 

Es un objetivo ansiado por el fútbol español, y al que sobradamente se dará cumplimiento la próxima temporada con el nuevo ciclo audiovisual. Frente a los 1.135 millones que se han conseguido a nivel global este año, está previsto que la factura anual por las retransmisiones sea de casi 1.600 millones de euros gracias a los nuevos contratos con Telefónica y beIN Sports.

 

Regresando al ejercicio en curso, las fuentes consultadas por este diario apuntan que en algunos casos también ha habido una mejora de los ingresos por abonados mayor de lo esperada, como evidencia el repunte de la asistencia a los estadios en la primera vuelta de la temporada, según el análisis realizado por este diario. También se han ido firmando nuevos contratos de patrocinio, como el del Real Betis con la agencia de marketing UED, o el más reciente del Valencia CF con la casa de apuestas Codere.

 

No obstante, destaca sobre todo la facturación que ya tienen atada algunos equipos en negocios ajenos al matchday, la publicidad, la comercialización y la televisión. Si en septiembre se estimaban otros ingresos por 125 millones, ahora se apunta a los 221 millones, cifra superior a la de la anterior campaña y en la que se incluyen cuestiones como venta de activos inmobiliarios o explotación de instalaciones ajenas al fútbol (museo, restauración, conciertos, etcétera).

 

Los dos puntales para lograr este objetivo son FC Barcelona y Real Madrid, cuya previsión de ingresos para este año ronda los 600 millones de euros y se ha realizado en escenarios cautos. Les seguirá el Atleti, que ha presupuestado 240 millones y que finalmente, tras el traspaso de Jackson al fútbol chino este invierno, podría irse a una horquilla de entre 250 millones y 300 millones de euros. El Valencia podría irse a los 150 millones, mientras que el Athletic estará en torno a los 100 millones y los más modestos se han asegurado bordear los 40 millones, como el SD Eibar o el Getafe CF.

 

La revisión al alza también se ha trasladado al cierre de la campaña 2014-2015, con una mejora de 151 millones en los ingresos. Esta subida se produjo "porque habían sido conservadores" en todas las líneas. De los datos definitivos, se desprende unas mayores plusvalías en los traspasos, pero también "han tenido más ingresos recurrentes, y eso viene del matchday y variables de patrocinios", apuntan desde La Liga sobre pagos adicionales que algunos clubes tienen pactados con las marcas en función de si se clasifican para competiciones europeas, logran la permanencia, etcétera.

 

El positivo escenario que se dibuja también se traducirá en una mayor disposición de gasto para el conjunto de los clubes. Si en septiembre se preveía concederles un gasto en nóminas de 1.277 millones, esta partida sube ahora a 1.447 millones, mientras que en el apartado de amortizaciones se ha decidido restringir la disponibilidad de gasto y el alza es de sólo el 9,9%, hasta los 332 millones. Para el resto de gastos sí se ha abierto más el grifo, un 14,2%, y los equipos de Primera y Segunda podrán destinar 875 millones a cuestiones de operativa.

 

Esta posibilidad de gastar más no necesariamente implica que los clubes se lancen a invertir más de lo previsto, sino que La Liga ha decidido concederles el margen necesario para mantener el objetivo de que el beneficio antes de impuestos casi se duplique, y pase de 161 millones (la cifra también se ha revisado al alza) a 250 millones de euros. Este dato no es menor, sobre todo si se tiene en cuenta que en la temporada 2011-2012, la última antes de que se implantara el control económico, las pérdidas antes de impuestos fueron de 135 millones.

 

Las buenas noticias también podrían llegar por la parte del endeudamiento, a tenor de los últimos acontecimientos. El reto de la patronal es bajar el endeudamiento neto de 2.650 millones a 2.550 millones, tal y como establecen los calendarios de vencimientos. Pero, por ejemplo, el RCD Espanyol es uno de los clubes más endeudados en relación con sus ingresos y su nuevo máximo accionista, Rastar Group, ha cancelado los en torno a 40 millones de euros de créditos vinculados a la construcción del estadio y tiene intención de capitalizar esos préstamos en una próxima junta extraordinaria.

 

El trabajo de Peter Lim en el Valencia CF también podría servir para reducir el endeudamiento del club ché, el más alto de la categoría junto al Atleti. Ya en Segunda División, Robert Sarver ha liderado la inversión de 20 millones en el RCD Mallorca para sanear el club, mientras que los nuevos accionistas también han aportado nuevos recursos.

 

Muchas de estas inyecciones van encaminadas a cumplir con las obligaciones contraídas con la Agencia Tributaria. Los pasivos con Hacienda se han reducido a la mitad en dos años, hasta los 317 millones, y el objetivo es que en 2020 sólo queden por pagar 50 millones, que no se habrán devuelto antes porque así lo contemplan los planes de pago. Sin embargo, muchos de estos pagos se están afrontando ahora con nuevo endeudamiento bancario, de ahí la necesidad de preservar el control económico, con los topes salariales como mejor herramienta, al tiempo que se mejoran los ingresos. Sólo así, en un tiempo, el dinero podrá volver a ponerse en el campo.