Las Palmas reúne a sus accionistas para cerrar una etapa turbulenta y centrarse en el ascenso

La Unión Deportiva Las Palmas cerrará el 29 de diciembre una de sus etapas más turbulentas y prolongadas de su historia, con el objetivo de centrarse en volver a optar al ascenso a Primera División. El club canario ha convocado junta de accionistas para la citada fecha, un encuentro en el que se deberá ratificar el capital social actual, después de alcanzar un pacto judicial que les permite eludir el descenso administrativo a Segunda División B, así como las cuentas del ejercicio 2013-2014.

De salir adelante la propuesta de la junta directiva, el capital de Las Palmas se rebajará de 10 millones (una cuantía que jamás llegó a desembolsarse) a sólo 1,7 millones de euros. "Si no hubiéramos llegado a este acuerdo, la UD tendría que descender a Segunda B el 30 de junio porque el registro no estaba acorde a la legalidad vigente", admitía en mayo su presidente, Miguel Ángel Ramírez. Durante diez años, desde que presentara concurso de acreedores, la entidad no ha presentado ningún tipo de documentación en el Registro Mercantil.

Esta anomalía, que ahora quedará subsanada, contrastaba con la buena salud económica de Las Palmas, después de que en 2006 acordara un convenio con los acreedores que incluía unas quitas que rebajaron la deuda de 72 millones a sólo 24,5 millones de euros. Esos compromisos se saldaron en un único vencimiento con la solicitud de un préstamo a la CAM, entidad financiera ahora integrada en Bankia, que vence en 2027.

En la junta, que también votará la renovación del consejo de administración, se someterá a votación tanto la liquidación de las cuentas de la temporada 2013-2014, como la aprobación del presupuesto del ejercicio en curso. Si se han cumplido las previsiones que realizó el equipo de Ramírez en enero, los accionistas de Las Palmas deberán dar el visto bueno a un beneficio superior a los 100.000 euros, frente a las ganancias de 360.779 que se anotaron en la campaña 2012-2013 y que se han ido destinando a compensar las pérdidas de años anteriores.

Las Palmas, con un presupuesto que ronda los diez millones de euros, está en un momento en el que necesita generar tesorería. Para evitar el descenso administrativo y regularizar su situación mercantil, el club tuvo que llegar a un acuerdo con el expresidente y uno de sus máximos accionistas, Manuel García Navarro, quien controlaría casi el 17% de las acciones; el resto se repartiría entre miembros de la junta y la propia Administración local e insular.

El dirigente prestó 4,5 millones de euros al club durante sus mandatos, pero rechazó adherirse al convenio porque no quería perdonar ni un euro. Al final, el acuerdo alcanzado contempla la devolución de 2,5 millones en efectivo y el resto en especies, con la cesión de palcos VIP y espacios publicitarios en algunas zonas del estadio. En el caso de lograr el ascenso a Primera División, el pago en metálico superaría los tres millones. Una parte de los fondos procederá de la venta de Vitolo al Sevilla CF.