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La SD Eibar ya acumula 43 millones de euros en caja para invertir en patrimonio y fichajes

El club armero ha alcanzado su posición de tesorería más alta de la historia, pues ya se aproxima a un importe casi idéntico al de su facturación. Esta liquidez le asegura poder financiar la ampliación de Ipurua, la nueva ciudad deportiva y posibles fichajes sin acudir al banco.

M.Menchén

24 abr 2019 - 05:00

El Eibar ya acumula 43 millones para invertir en patrimonio y fichajes

 

 

“Disfrutamos mientras podamos”. Es una frase que en alguna ocasión ha deslizado la presidenta de la SD Eibar, Amaia Gorostiza, al referirse a la excepcionalidad del club. La entidad está muy cerca de certificar su continuidad un año más en LaLiga Santander, un camino que se inició hace cinco años y que está permitiendo acumular un volumen de recursos necesarios para asegurar su futuro a medio plazo. A cierre del primer semestre de 2018-2019, su posición de caja ascendió a 43,34 millones de euros, un importe superior incluso a toda su facturación hace sólo dos años, según documentación a la que ha accedido Palco23.

 

De este importe, 22,8 millones se encuentran invertidos a corto plazo, mientras que hay otros 20,5 millones que corresponden a dinero efectivo y activos equivalentes. Se trata de un aumento del 28% en comparación con el cierre de 2017-2018, y eleva aún más la capacidad de inversión de una entidad que se encuentra inmersa en la mayor operación patrimonial de su historia.

 

La ambición es clara: aprovechar esta ventana abierta de posibilidad de gasto para construir todas las infraestructuras necesarias para su crecimiento desde la base. Dicho de otra manera, la dirección podrá afrontar la última ampliación del estadio de Ipurua, ya en marcha, y la construcción de la nueva ciudad deportiva sin necesidad de acudir a los bancos.

 

Es más, incluso podría permitirse acudir al mercado de fichajes del próximo verano con un músculo inversor del que muchos de sus nuevos rivales no dispondrán. No es una cuestión menor en uno de los equipos del fútbol profesional con mayores dificultades para hacer crecer su negocio ordinario debido a su ubicación geográfica, en un municipio de menos de 30.000 habitantes y a escasa distancia de Bilbao y San Sebastián, sede de dos de los miembros más históricos de LaLiga.

 

 

 

 

El proyecto más inmediato es el de la reconstrucción de la Tribuna Oeste del estadio, con un presupuesto de once millones de euros. A comienzos de marzo se inició el derribo de la grada actual y el edificio que albergaba la UCO (Unidad de Control Operativo), paso previo para su reconstrucción de forma que el aforo total se eleve a 8.050 espectadores de cara al inicio de 2019-2020. “Estas actuaciones están contempladas en el cronograma de la obra, que no sufre variaciones”, señaló la dirección el mes pasado.

 

Los trabajos incluyen el traslado de los medios de comunicación a un nuevo espacio, de manera que la Tribuna Sur también gane asientos. En cuanto a la Oeste, el proyecto contempla incluir un aparcamiento, gimnasio, guardería y espacio para las necesidades de retransmisión de los partidos. Se trata de la guinda a un proyecto que acumula 20 millones de euros para adecentar Ipurua, que en su primer año en Primera División sólo podía acoger a 5.500 personas.

 

Pero si hay un proyecto que supone pensar a largo plazo es el de la construcción de su primera ciudad deportiva propia, con un coste de 16 millones de euros. El plan fue avalado en la última junta de accionistas, y el consejo de administración trabaja desde diciembre con la ingeniería LKS para ver si es viable construir cinco y no cuatro campos de entrenamiento, como se previó inicialmente. Las obras están a la espera de obtener todos los permisos necesarios, periodo a partir del cual se estima que tardarán 18 meses en poder estrenar nuevo centro de preparación.

 

Las proyecciones de la entidad no son negativas, ni en el plano deportivo ni en el económico, pues el beneficio neto al cierre del primer semestre de 2018-2019 se situó en 7,07 millones de euros. Se trata de un descenso interanual del 26%, debido a que las plusvalías por traspasos cayeron prácticamente a la mitad, con 7,07 millones de euros. En cuanto al negocio ordinario, la facturación subió un 8,8%, hasta 24,49 millones.

 

Los ingresos por día de partido apenas bajaron en 50.000 euros, hasta 848.702 euros, ya que el descenso por la menor expedición de abonos se ha podido compensar con un importante aumento de la venta de entradas individuales entre agosto y diciembre de 2018. Los derechos audiovisuales aportaron un 8% más, con 22,28 millones de euros, mientras que el área comercial disparó un 31% su actividad y facturó 1,37 millones gracias al estreno del patrocinio de la manga de la japonesa Hikoki, entre otros.

 

Estos números ya han sido formulados con Jon Ander Ulazia como consejero delegado del Eibar, pues el joven ejecutivo accedió al cargo en la última semana de diciembre, justo antes del cierre del semestre. Su ascenso, pues ya era secretario del consejo, supuso la posterior salida de Patricia Rodríguez, directora general del club de fútbol durante cuatro años tras una primera temporada como responsable financiera. Entre los retos de Ulazia ya no está sólo mantener la rentabilidad conseguida por su predecesora, sino completar con éxito las dos obras en marcha.