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La Real Sociedad exhibe beneficio récord a un año de las obras de Anoeta

M.Menchén

18 nov 2015 - 04:59

La Real Sociedad ha aprovechado las últimas dos temporadas para hacer caja con algunos de sus principales jugadores y limpiar su balance antes de acometer su gran proyecto: la remodelación de Anoeta. El presidente, Jokin Aperribay, explicó ayer el por qué de la necesidad de modernizar el estadio, y enfatizó la buena posición financiera del club tras acumular unos beneficios de 54,86 millones de euros en las últimas dos temporadas gracias a las salidas de Asier Illarramendi, Antoine Griezmann y Claudio Bravo.

 

Todas estas operaciones han sido determinantes para ir reduciendo la deuda concursal, compensar pérdidas de ejercicios anteriores y poder seguir invirtiendo para mantener una plantilla competitiva. En principio, para la actual temporada apenas se han contabilizado ingresos por traspasos (1,9 millones) y ello repercutirá en el beneficio, que se hundirá a sólo 274.000 euros. No obstante, confían en compensarlo con la mejora de los ingresos por televisión fruto del adelanto de la venta centralizada.

 

Jokin Aperribay presidente Real Sociedad
Jokin Aperribay, presidente Real Sociedad, compareció ayer.

 

Por este concepto, este año percibirán 45,5 millones, frente a los 25 millones que recibió en los dos últimos ejercicios, respectivamente. Aunque la cifra podría ser excepcionalmente mayor, ya que están pendiente de la resolución de un litigio que mantiene con Mediapro y por el que podría percibir otros 10 millones si se desestiman los recursos del grupo audiovisual. Es la gran esperanza donostiarra para asegurar la “obtención de superávit tanto a corto como a medio plazo que permitan a la sociedad hacer frente a sus obligaciones económicas ordinarias como a la aportación que corresponda a la ejecución de las obras de remodelación del Estadio de Anoeta”.

 

Pese a las trabas judiciales con que se está topando la entidad, Aperribay insistió ayer en que confía en la voluntad del Ayuntamiento de San Sebastián y todas las fuerzas políticas, que apoyan un proyecto que exigirá la inversión de unos 40 millones. "La Real Sociedad tiene las cuentas sanas, puede afrontar retos y está dispuesta a hacer un esfuerzo importantísimo", aseguró. En este sentido, anunció que propondrá a los accionistas destinar 11,2 millones, en parte gracias al patrocinio de Qbao, mientras que el Ayuntamiento aportaría otros 16,5 millones. El Gobierno vasco y la Diputación de Guipúzcoa aportarían el resto.

 

Y es que, ante la ausencia de ventas, sólo la televisión genera importantes mejoras de ingresos. Tras el cambio de Nike por Adidas y la firma con Qbao como patrocinador principal, el club sólo logró mejorar su facturación por publicidad y comercialización en un 0,9%, hasta 6,3 millones. Y para el ejercicio en curso tan sólo se ha previsto un alza de dos millones, que en parte corresponde al partido amistoso que la Real Sociedad disputó en China frente al Rayo Vallecano, con el que comparte patrocinador principal.

 

 

 

Esta mejora contrasta con la caída de ingresos por taquilla y abonados en el último curso, principalmente motivado por el hecho de no haber disputado competiciones europeas. Lejos de frenar la sangría o crecer, el club prevé una nueva caída en esta partida, hasta los 7,5 millones. Por competiciones, se prevé una mejora gracias a los mayores pagos que en principio recibirá de La Liga.

 

La importancia del nuevo escenario que se abre en España con la venta centralizada se evidencia en que la Real Sociedad obtendrá este año una cifra de negocio de 63,02 millones, un 55,7% más que en la 2014-2015 y ligeramente por encima de la facturación ordinaria que obtuvo en la 2013-2014, cuando se benefició de los pagos de la Uefa por participar en la Champions League.

 

Pese a ello, y conscientes de que en esta ocasión no hay atípicos y prima la reserva de recursos para Anoeta, el equipo de Aperribay ha optado por no elevar en exceso el coste de la plantilla. En total, destinarán 40,2 millones al pago de nóminas y 11,4 millones a amortizaciones, lo que supone incrementos del 11,3% y el 76%, respectivamente. En total, un ritmo de crecimiento inferior al de los ingresos. También se limitará el alza del resto de costes operativos, que subirán un 17,5% hasta los 14,3 millones.

 

El club, que suspendió pagos en 2008 y logró un pacto con los acreedores ya en 2010, aún mantiene un préstamo participativo del que quedan por devolver 17,67 millones y que se reparten entre la Diputación de Guipúzcoa (14,85 millones), Kutxabank (2,8 millones) y el Ayuntamiento de San Sebastián (25.000 euros). Además, aún deben abonar 3,98 a la Hacienda Foral y 8,3 millones a proveedores que figuraban como acreedores a 30 de junio de 2015.