La plantilla del CF Reus pide rescindir contrato ante “tantas promesas incumplidas”

El CF Reus está un paso más cerca de la desaparición, al menos como equipo de fútbol profesional. La plantilla del primer equipo ha decidido de forma unánime hacer uso del convenio colectivo y solicitar la rescisión de sus contratos ante acumular tres nóminas impagadas. De esta forma, al menos doce de ellos podrán abandonar la disciplina reusense para cambiar de camiseta y forzarán la descalificación del club, que se quedaría con sólo cuatro fichas. El club tiene el fin de semana para resolver la situación.

En total, se les adeudan más de 600.000 euros y LaLiga quería evitar que se produjera este escenario por los costes que tendrá para el equilibrio de la competición. Para ello, propuso abonar directamente las nóminas mientras la propiedad buscaba los fondos necesarios para continuar operando. Sin embargo, los jugadores consideran que era “una solución parcial que convertiría el día a día del vestuario en un infierno, ya que prolongaría la agonía vivida hasta ahora”.

El descenso administrativo del Reus es casi un hecho, a la espera de que se pronuncie el juez de disciplina sobre los numerosos expedientes abiertos desde el verano. “La única solución a día de hoy es competir con una plantilla bajo mínimos de efectivos para afrontar una competición tan exigente y siendo conscientes de que el club muy probablemente descenderá por su mala gestión”, argumenta la plantilla en un comunicado difundido por AFE.

En el mismo, recuerdan que “varios compañeros no fueron inscritos, debido a la mala gestión y planificación económica del club, lo que dejó al equipo en clara inferioridad en relación al resto de rivales”. Además, denuncian las “tantas promesas incumplidas” por el propietario, Joan Oliver, pese al compromiso del equipo de “propusimos poner todo de nuestra parte para, en una situación de inferioridad, llegar vivos al mes enero, ya que teníamos la promesa del club de que con el nuevo año la situación estaría resuelta a nivel económico”.

Tal es la gravedad de la situación, que el propio presidente de LaLiga, Javier Tebas, indicó hace unos días que “en estos momentos no puedo afirmar que el Reus vaya a terminar la temporada”. El margen que le queda a Oliver es prácticamente nulo, pues a las deudas con los jugadores se le suman las que mantiene con bancos y demás acreedores. De hecho, se acogió al preconcurso para renegociar un pasivo de cinco millones de euros.

Sobre esta cuestión, el presidente de LaLiga ha señado hoy que “es muy importante que el control económico siga adelante fuerte porque esto no ha sido un fallo del control económico. La situación es que habrá que mejorar algún aspecto de lo que tenemos pero no es un fallo de lo que tenemos ahora”. En relación a este control, el directivo ha expresado que “la mayoría de clubes de LaLiga 1|23 están de acuerdo con el planteamiento que estamos haciendo desde LaLiga. Saben que es un tema complicado pero no ha habido nadie que esté en otra línea de la que estamos marcando”.