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‘La Penya’ pone en venta los ‘title rights’ del pabellón y el equipo para facturar seis millones de euros en 2019-2020

El Joventut de Badalona fía el incremento del 30% en su presupuesto al área comercial, que también está negociando la venta del patrocinio principal, que incluye title rights del club y la esponsorización de la camiseta.

P. López

29 oct 2019 - 05:00

El Club Joventut de Badalona ha elevado el presupuesto un 31% en 2019-2020, confiado en incrementar los ingresos por patrocinio

ACB Photo / D. Grau.

 

El Joventut de Badalona quiere jugar en la liga de la rentabilidad tras los problemas económicos que pusieron en jaque su continuidad. El camino hacia la sostenibilidad no quiere recorrerlo sólo con el apoyo financiero de Scranton, propietario y salvavidas de una entidad que rozó la desaparición; el desafío es generar recursos propios para competir al más alto nivel y desarrollar la cantera, fuente de talento del que ha bebido en los últimos años para contener el gasto salarial. Esa declaración de intenciones se ratificará el próximo 14 de noviembre, cuando la junta de accionistas aprobará las cuentas de 2018-2019 y un presupuesto de 5,9 millones para 2019-2020.

 

“La temporada pasada la cerramos con beneficio y esta campaña esperamos volver a estar en positivo”, explica a Palco23 el presidente del club, Juanan Morales. La entidad verdinegra prevé que la rentabilidad sea posible por el incremento de los ingresos comerciales, cuyo departamento se ha reforzado en los últimos meses.

 

La Penya es el único equipo de la ACB que no ha vendido el patrocinio principal, un asunto que espera resolver en los próximos meses tras numerosas semanas de negociaciones. El club tenía claro que prefería firmar el acuerdo con la temporada ya iniciada a precipitar un contrato que no fuera tan ventajoso. Y no es para menos, ya que esa alianza no solo incluirá el nombre del primer equipo, sino también de todos los conjuntos de la cantera, la visibilidad en el frontal de la camiseta y presencia en los soportes publicitarios físicos del pabellón y digitales.

 

 

 

 

Esos no son los únicos activos que se prevé explotar, puesto que también está buscando dueño para los naming right de Palau Municipal d’Esports, que además de baloncesto alberga otros espectáculos. De ahí que los ingresos comerciales sean los que han disparado 31% el presupuesto para esta temporada, mientras que “el resto de partidas evolucionarán de manera lineal y moderada”, asegura el Morales. “El patrocinio es el que más crecerá, hemos sido ambiciosos”, reconoce.

 

El directivo confía en que los fichajes realizados en el área de márketing y comunicación beneficiarán a la entidad en el largo plazo, ya que asegura que “que esta es una inversión estratégica, en lugar de táctica”. Este departamento también se encargará de accionar la otra palanca de generación de ingresos: la explotación del pabellón para eventos no deportivos, como conciertos. “Estamos vinculando el recinto a espectáculos no deportivos, y el proceso está bastante avanzado; esperamos que en los próximos meses podamos empezar a generar ingresos por esta vía”, asegura.

 

No es una línea de negocio nueva, ya que hace tiempo que el Palau Municipal d’Esports alberga este tipo de citas, pero en los últimos años ha estado en standby por una cuestión burocrática que el club confía resolver próximamente. El mecanismo está claro: la Fundación Privada Badalona Capital Europea del Básquet se encarga de explotar el complejo, de modo que decide cómo dinamizar el espacio para generar ingresos y cubrir sus costes.

 

 

 

 

Lo partidos se organizan a través de un modelo compartido con el Club Joventut de Badalona, que es la sociedad anónima deportiva en la que se enmarca el equipo profesional. El resto de equipos de la cantera están asociados a la fundación, y la idea del club es que la organización de espectáculos contribuya a mejorar su negocio con el fin de que este revierta en el primer equipo, en dotar de recursos a los equipos de formación, y al pago de la deuda que resta por liquidar. “No tendremos problemas para encontrar citas no deportivas para organizar, porque la demanda es elevada”, asegura el presidente.

 

“Nuestra filosofía es clara, y es generar cantera; para hacerlo, debemos aumentar los recursos disponibles para retener el talento que generamos”, afirma. La apuesta el básquet de base le ha permitido echar mano de las categorías inferiores cuando el primer equipo lo ha necesitado, lo que a su vez ha revertido en un control del gasto deportivo, una cuestión de obligado cumplimiento para vigilar la deuda. El presupuesto del primer equipo, nóminas, staff y viajes incluidos, es de 4,1 millones de euros para 2019-2020.

 

Así, se ha pasado de una situación de pérdidas de 1,2 millones en 2017-2018 a beneficio, y de una deuda acumulada de 10,3 millones a una factura pendiente de pago de 800.000 euros con el Ayuntamiento por el IBI (impuesto de bienes inmuebles) del pabellón y de 1,96 millones con Hacienda. “Vamos a refinanciar con la banca, en dos años habremos liquidado la deuda con el consistorio y en 2023-2024 estaremos al día con la Agencia Tributaria, con la que firmamos un acuerdo singular”, explica Morales.

 

 

 

 

Buena parte del pasivo se ha reducido gracias a la venta de unos terrenos a Mercadona y la ejecución hipotecaria de los terrenos donde se planificó la construcción de un colegio en 2017. Al no prosperar el proyecto, el prestamista solicitó el cobro de la hipoteca, que se liquidó en 2018 y permitió al club desapalancarse y entrar en beneficio en 2018-2019. La entidad aún tiene unos terrenos en propiedad que está intentando vender: los del Club Deportivo Mas Ram, en Badalona. Es un as en la manga que el Joventut está deseando lanzar al tapete, pero no a cualquier precio.

 

La entrada de Grifols en el capital del club a través de su vehículo inversor Scranton, que realizó una ampliación de capital de 3,69 millones de euros en 2018 ha sido vital para garantizar la continuidad de la entidad, que estuvo al borde de la desaparición en 2017, como adelantó este diario. Los incumplimientos de pago del Ayuntamiento de Badalona, que finalmente sí cumplirá con los acuerdos alcanzados, pusieron en jaque al club, pero Morales asegura que la relación con el consistorio es “fluida y buena”.