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La Liga 1|2|3 pide paso: ya factura 300 millones y apuntala su rentabilidad

La competición acumula un crecimiento medio anual del 18,1% y, medidas como el nuevo reparto audiovisual y la ayuda al descenso, han neutralizado los problemas económicos.

La Liga 1|2|3 pide paso: ya factura 300 millones y apuntala su rentabilidad
La Liga 1|2|3 pide paso: ya factura 300 millones y apuntala su rentabilidad

Marc Menchén

20 abr 2018 - 04:56

 

 

Militar en Segunda División ya no sólo es una puerta de acceso a la élite del fútbol español. El nuevo ciclo audiovisual y los diferentes cambios introducidos por LaLiga han hecho de esta categoría un negocio en el que se puede ganar dinero, como demuestra un CD Numancia que acumula dos años repartiendo dividendos. En total, la categoría ha pasado de generar unas pérdidas de 41,5 millones en 2011-2012 a obtener un beneficio neto agregado de 9,3 millones de euros, según los datos hechos públicos ayer por la asociación presidida por Javier Tebas.

 

Los equipos que militaron en esta categoría obtuvieron una facturación de 299,7 millones de euros, equivalente al 8,2% de todo el negocio del fútbol profesional español; se trata de una mejora de casi 2,5 puntos respecto a hace seis años. “Esta es la mayor contribución histórica de esta categoría al conjunto, lo que es indicativo de una distribución de ingresos cada vez más equilibrada entre ambas competiciones”, defiende la entidad.

 

La disciplina presupuestaria no ha sido el único motivo que ha asegurado la viabilidad de la Segunda División, puesto que también destaca el fuerte aumento de los ingresos, que se han duplicado en el transcurso de los últimos ejercicios. Sólo durante la última temporada, el alza fue del 31,1% gracias al inicio del nuevo ciclo audiovisual, que no sólo suponía más dinero por la mejora del precio de los derechos, sino porque el nuevo reparto elevaba la cuota correspondiente a estos equipos.

 

 

 

 

La factura audiovisual subió un 35,7% y alcanzó los 135,3 millones de euros, mientras que la partida de otros, en la que algunos equipos incluyeron las ayudas al descenso, subió un 26,7%, hasta 49,3 millones. Esta situación permitió compensar el crecimiento más moderado del área comercial (14,1 millones, un 13,7% más) y la publicidad (17,2 millones, un 3% más). Por el contrario, la recaudación por día de partido cayó un 1%, hasta 30,4 millones de euros.

 

A diferencia de lo que sucede en Primera, con una selección de equipos más estable, LaLiga recuerda que en Segunda se debe tener en cuenta que “debido a su menor tamaño, es mucho más elástica, o sensible, a variaciones experimentadas en el perímetro de consolidación, como consecuencia de los ascensos/descensos”. Un ejemplo claro es el cambio que podría suponer en términos de ingresos la presencia de filiales o equipos más modestos como el Lorca, en comparación con la importante implantación social de un RCD Mallorca o un Elche CF, ambos actualmente en Segunda B.

 

En cuanto al gasto, la partida de salarios deportivos subió un 36,3% y alcanzó el máximo histórico de 136,2 millones de euros. Esta no es la primera vez que supera el techo de los 100 millones, superado en un 2012-2013 en el que las normas de control económico empezaban a implantarse y había un menor análisis de la realidad de cada club. Por el contrario, y fruto de la apuesta por la cantera, la amortización de traspasos es prácticamente nula.