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La falta de garantías frena la venta del Córdoba CF por 8,5 millones

La familia González, actual accionista mayoritario, acusa a Jesús León y Luis Olvier de falta de garantías y querer pignorar las acciones del club para pagar un préstamo.

Palco23

11 ene 2018 - 09:34

El Córdoba CF se encuentra en posiciones de descenso y, en lugar de buscar reforzarse en el mercado de fichajes, se encuentra inmerso en un importante lío accionarial. Ayer debía hacerse oficial la venta del club a Jesús León y Luis Oliver, pero la familia González frenó en seco la operación por considerar que no se daban “las condiciones y las garantías pactadas de manera explícita e implícita”. El precio acordado era superior a los 8 millones de euros por el 98,71%.

 

El actual propietario del equipo de fútbol emitió ayer un comunicado en el que negaba que este giro de los acontecimientos se debiera a que contaban con una oferta económica superior a la de los exconsejeros del Sevilla FC y el Real Betis, respectivamente. Según su versión, al revisar ayer la documentación ante el notario, se percataron de que el nuevo titular de los títulos no sería la mercantil Aglomerados Córdoba, sino dos sociedades terceras.

 

“Los cheques bancarios presentados no habían sido emitidos por la sociedad” acordada, prosigue el relato de los González, si bien admite que ambas adquirían el club gracias a un préstamo de Aglomerados Córdoba. “Contraviniendo toda lógica y buena fe, en el contrato de préstamo firmado […] establecía como garantía para la devolución del citado préstamo, la pignoración de las acciones del Córdoba CF”.

 

 

 

 

No obstante, los actuales accionistas consideran que este esquema deja “desde un punto de vista práctico, sin efecto la garantía acordada” entre las dos partes para el cobro de los pagos aplazados. Es decir, que los González temen que, en caso de impago, las dos mercantiles priorizaran la entrega de títulos a Aglomerados Córdoba en lugar de a Azaveco, patrimonial de los actuales dueños.

 

León quiso salir al paso de las acusaciones y, en una comparecencia ayer por la noche, aseguró que se comprometían a pagar dos millones de euros tras la firma de la escritura pública y, a 30 de junio de 2018, abonar cinco millones de euros más con pagarés a la orden del Banco Popular. “En caso de impago llevaría a que González recuperaría el club”, y, además, “como causa penal se aceptaba el pago de la misma cantidad”, señaló. “La actitud ha sido extraña por la parte vendedora y eso ha hecho que la operación se paralice tras realizar unas peticiones que anulaban lo pactado; cada día que pasa se  hace más complicado configurar un equipo para conseguir el objetivo de la salvación”, advirtió.

 

“Lo mejor para evitar cualquier inestabilidad futura respecto a las acciones del club, como las acontecidas en otros clubes andaluces, y velando por los intereses del CCF, es paralizar la operación hasta que la parte compradora ofrezca de manera clara e inequívoca las garantías legales suficientes”, concluyen los González.