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Jordi Moix (FC Barcelona): “No fuimos a China a buscar el virus, a veces parece que seamos culpables de todo”

El vicepresidente económico de la entidad analiza la situación del club tras presentar las cuentas del ejercicio 2019-2020 con pérdidas que ascienden a 97 millones de euros y un presupuesto para la temporada 2020-2021 todavía por cuadrar.

M. Romero/C. De Angelis

8 oct 2020 - 12:15

Jordi Moix (FC Barcelona): “No fuimos a China a buscar el virus, a veces parece que seamos culpables de todo”

 

 

 

Jordi Moix, vicepresidente económico del Barça, ha presentado esta semana el presupuesto de ingresos de una de las temporadas más difíciles del club. La temporada 2020-2021 estará marcada, según el escenario con el que trabaja el club, por una caída de ingresos del 20% sobre lo cerrado a 30 de junio de 2020. Ante esto, la entidad ha apelado a los trabajadores y particularmente deportistas del club, con quienes ha abierto ya negociaciones.

 

Pregunta: ¿Cómo se gestiona un club como el FC Barcelona en una situación de inestabilidad social como la actual?


Respuesta: Nos preocupa y nos afecta la excepcionalidad que estamos viviendo con el Covid-19. Está afectando al club algo que no deriva de nuestra gestión, si no un factor exógeno que afecta a todo el mundo de las competiciones deportivas. Nostros no fuimos a China a buscar el virus, aunque a veces escuchas algunas opiniones que parece que seamos el culpable de todo. Hay que tener en cuenta que no se han cancelado ningunos Juegos Olímpicos desde la Segunda Guerra Mundial. De esto estamos hablando. Trabajamos en un mercado complejo: cuando hay 4.000 millones de euros menos que no entran ni entrarán, vas a una deflación de las transacciones. Gestionar en este contexto, cuando las cosas están cambiando semana a semana, es muy complejo.

P.: Pero en este último tramo de mandato no sólo ha habido el Covid-19. El Barçagate, la moción de censura, la posible salida de Messi… Se ha generado la tormenta perfecta. ¿Esto ha complicado la gestión económica del club?

R.: Todo este ruido lo ha hecho más singular y más complejo. Yo formé parte de una moción de censura, concretamente contra el presidente Núñez, porque creo que no es bueno que los mandatos no estén limitados. Pero sorprende la moción de censura en un mandato en que Josep Maria Bartomeu no se puede volver a presentar. El voto de censura es una excepcionalidad en nuestra entidad: yo me he concentrado en la gestión de lo que estamos haciendo, que es cuadrar los números. Para mí lo importante es el efecto del Covid-19 en la industria y esto implica gestionar lo que nos toca: cuando fuimos elegidos asumes el cargo con la responsabilidad que implica. Y ahora tocan duras. En 2015 sabíamos, por la edad de los jugadores, que teníamos que gestionar el cambio de generación del equipo. Esto nos ha llevado a una inversión fuerte y nuestros equipos técnicos han seleccionado las inversiones que han considerado oportunas.

 

 

 

 

P.: El otro día presentaron sus presupuestos de ingresos con tres escenarios y se centraron en el escenario medio.

R.: Sí, el medio tirando a optimista.

 

P.: ¿Y qué dice el escenario negativo?

R.: El extremo más malo dice que no podemos abrir el campo en todo el año.

 

P.: ¿Qué implicaciones tendría?

R.: Muy fuertes. Estoy contando los abonos, el Seient Lliure [plataforma para la venta de localidades de los abondos para partidos concretos], el Museo… Sería una cantidad muy importante. La pandemia nos está afectando a nosotros, comparado con otros clubes, a una parte de la cuenta de resultados muy importante. Uno de los argumentos para ser competitivos es no depender sólo de la televisión o del ticketing y el Museu del Barça nos lo permite, pero no planificamos la posibilidad de que hubiera una pandemia que nos afectase tan directamente.

 

P.: La presidenta del Consejo Superior de Deportes, Irene Lozano, dijo que no cree que en 2021 pueda haber estadios al 100%, como hace la previsión media que ha realizado.

R.: Hacer pronósticos con certeza es difícil. Si ocurre, como dice ella, nuestra obligación será hacer frente a estas circunstancias. Lo que hemos de hacer es buscar fórmulas para cuadrar los números y si las cosas van a mejor, hacer menos ajustes, y si van a peor, que sean mayores.

 

 

 

 

P.: En el escenario que plantean, ¿cuánto se debe recortar?

R.: El objetivo es el equilibro presupuestario. El club no se puede permitir una caída.

 

P.: Pero sí se podría plantear cerrar el año con un déficit.

R.: Pero ese déficit lo tienes que pagar.

 

P.: Se podría financiar con deuda.

R.: Pero los bancos miran también la situación de las deudas y tienes que generar confianza. Son comprensivos, pero tienes que demostrar que coges las iniciativas para poder equilibrar las cuentas. Los bancos te dan el dinero si tienen las garantías de que se lo puedes devolver. Con lo que ya tenemos prestado hemos renegociado las pólizas para extender los plazos, para tener más margen de maniobra, pero implica no hacer el agujero más grande. Gestión de sentido común como hacen todas las empresas del mundo.

 

P.: El comité de empresa teme que puedan presentar un Erte.

R.: No haré ninguna manifestación. Lo que no podemos hacer es una negociación compleja que afecta a 600 personas y radiar los pasos que hacemos.  Son sus impresiones.

 

P.: ¿Hay un calendario previsto para esta negociación?

R.: Lo antes posible. Yo quiero pensar que se entiende que tenemos una situación excepcional y que hay 200 millones o 300 millones que no han entrado en el club, y que por tanto hay que buscar fórmulas para cuadrarlo.

 

 

Jordi Moix (FC Barcelona): “No fuimos a China a buscar el virus, a veces parece que seamos culpables de todo”

 

 

P.: No tener el Espai Barça terminado es un problema adicional para el proyecto?

R.: No. Cuando lo haces, lo haces. Pero quiero destacar dos cosas: una es que el Espai Barça no es sólo el Camp Nou, son siete piezas, y un par de ellas ya se han hecho. Ya llevamos invertidos 90 millones de euros. El único impacto que tiene de hacerlo más tarde o más pronto es que si lo hacemos más tarde, más tardan en entrarte los ingresos adicionales que te puede dar esta actuación.

 

P.: Pero si se hubiese hecho, el Barça tendría una palanca adicional para la generación de ingresos que ahora no tiene.

R.: Evidentemente, pero si no se ha hecho, no es porque no hayamos tenido ganas. Lo que quiero que valoren los socios es que, una vez aprobado en referéndum en 2014, iniciamos conversaciones con el Ayuntamiento y nuestra vocación era llegar a un acuerdo en dos años. Teníamos muy avanzadas las negociaciones con el alcalde Xavier Trias y habíamos negociado con todos los grupos presentes en el consistorio porque queríamos un acuerdo de ciudad. En 2015 ganó Ada Colau las elecciones y tardamos otros tres años en volver a pactar con todos. Además, a diferencia de otras iniciativas con anteriores presidencias, antes de terminar el acuerdo lo presentamos a los vecinos. Y esto llevó cierto tiempo también.

 

P.: La sensación que se puede llevar alguien es que en Madrid se hubiera hecho todo esto en seis meses.

R.: No, no es verdad. No es verdad. También tiene sus dificultades. Cuando nosotros empezamos, en 2010, Florentino Pérez ya tenía el proyecto en marcha y las obras las ha empezado nueve años más tarde. Tuvo una negociación con la ciudad y hubo gente que impugnó el intercambio y tuvieron que cancelar el plan y volverlo a empezar. En 2010 tenían el proyecto en marcha, después de haber trabajado con cuatro arquitectos. La tramitación urbanística también tuvo sus dificultades. La tramitación de las cuatro torres sí fue express, eso sí, pero la operación del Santiago Bernabeu en sí también tuvo sus complejidades.

 

P.: Los tittle rights del Camp Nou sí podrían generar ingresos esta temporada.

R.: El contrato que estamos negociando ahora no lo estamos planteando sólo para este año, cuando los ingresos se irán a la Fundación que lo destinará a proyectos para la lucha contra la pandemia. Lo que quiero decir es que no será sólo por un año: incorporas este año el claim del Covid-19, pero en un contrato de una cantidad de años que es como una previa del futuro tittle right sponsor. Esto puede servir como un experimento en este sentido. Y si lo tienes, esto te da una hoja de ruta y de visibilidad de ingresos que, aunque no afecte al presupuesto de este año, sí lo hará para los próximos.

 

 

 

P.: Para entendernos. Podría firmarse esta temporada

R.: Ojalá. Sí, aunque los ingresos de esta temporada irían a la fundación y no afectaría a la cuenta de resultados del club. Pero si tienes esta expectativa, tienes un ingreso adicional que ahora no tienes y para negociar financieramente con los bancos tienes más certidumbres.

 

P.: ¿Qué calendario tiene esta negociación?

R.: Tenemos dos empresas con quienes hemos trabajado mucho y hay interés. La decisión está ahora en sus comités internos. No discuten si sí o no la operación, sino que se están pensando cómo utilizan sus presupuestos de márketing con el Covid-19: seguro que hay quien dice que, si no hay gente en el campo, si tiene sentido que esponsoricemos esto. Por esto hemos dicho que este primer año pueda ser márketing social. Estamos en la fase de que lo aprueben o no.

 

P.: La decisión podría ser inminente entonces: si mañana llaman y dicen sí, ¿estaría hecho?

R.: Sí. Pero de momento no lo ponemos en los presupuestos.

 

P.: ¿Los tittle rights aún se valoran en 200 millones de euros?

R.: La expectativa es un poco superior a los 200 millones de euros. No quiero decir una cifra. Depende del número de años que contraten. Lo importante es cuánto pagan al año y si me pueden pagar el dinero por avanzado, con un descuento financiero, tiraríamos menos de la financiación de Goldman Sachs.

 

P.: ¿La deuda de cerca de 800 millones es sana para al clube?

R.: El primer matiz es que es la deuda bruta. La deuda neta es de 400 millones. Y esto está en un contexto en el que, sin Covid-19, hubiéramos tenido 1.000 millones de euros de ingresos. Es un volumen proporcionado y sostenible.