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Isabel Iturbe (Bilbao Basket): “El deporte femenino aún parece una acción social”

La presidenta del Bilbao Basket considera que patrocinadores y clubes aún apuestan por el deporte femenino para lavar su imagen, un hecho que considera positivo, ya que pese a todo contribuye a la promoción de la igualdad.

Isabel Iturbe (Bilbao Basket): “El deporte femenino aún parece una acción social”
Isabel Iturbe (Bilbao Basket): “El deporte femenino aún parece una acción social”
“Tendrán que pasar dos generaciones para que el mundo sepa que por ser hombre no eres un mejor gestor”

Albert Martínez

27 feb 2023 - 05:00

Techo de cristal, brecha salarial y poco interés por hacer crecer al deporte femenino. Estos son tres de los males que impiden el desarrollo del deporte femenino y la presencia de más mujeres en puestos directivos, según Isabel Iturbe, presidenta del Bilbao Basket. La directiva considera que tendrán que pasar aún generaciones para que las mujeres tengan el mismo reconocimiento que los hombres como gestoras deportivas y el deporte femenino pueda seguir los pasos que mucho tiempo atrás inició el masculino.

 

Pregunta: ¿Por qué hay tan pocas mujeres en la dirección deportiva?

Respuesta: Como sociedad necesitamos un tiempo para evolucionar y acelerar el proceso de equidad. La mujer ha estado en segundo plano en los círculos de poder. Tú puedes tener una carrera brillante, que si el hombre no quiere no te tiene en mente. Ahora estamos en un proceso en el que exigimos visibilidad, pero hay más ruido que impacto real… Porque miras los datos y seguimos abajo.

 

P.: ¿Hay más techo de cristal en el deporte que en otros sectores?

R.: En el deporte hay techo de cristal y brecha salarial, especialmente en los deportes de equipo. El deporte se ha transformado en un espectáculo y parece que nosotras no somos tan espectaculares como los hombres. El techo de cristal existe porque aún hay una manera de gestionar el deporte muy androcentrista: tendrán que pasar dos generaciones para que el mundo se dé cuenta de que por ser hombre no eres un mejor gestor.

 

P.: Mas allá de los clubes, en las federaciones, que son de interés público, tampoco hay mujeres al frente. ¿Son necesarias cuotas más rígidas?

R.: Hace unos años no lo veía, pero ahora lo tengo muy claro. Es curioso, porque muchas veces los hombres dirigentes de un deporte son antiguos practicantes de esa disciplina, pero no tienen ninguna formación. En cambio, las mujeres deportistas suelen compaginar su carrera con sus estudios, por lo que en teoría están más preparadas.

 

 

P.: ¿Es más débil un sector poco diverso desde el punto de vista de la dirección?

R.: Por supuesto, porque hay sensibilidades y percepciones que tenemos que compartir y debatir. Hay miles de puntos de vista en los que, si todos somos iguales, no caemos. La diversidad es vital, porque uno no se dirige a un solo perfil, sino a una sociedad entera.

 

P.: ¿Como debe ser un manager en un negocio como este? ¿Qué talentos se requieren respecto a otros sectores?

R.: Como si estuviera en un puesto de dirección en cualquier otro tipo de empresa: un buen líder debe tener capacidad de gestión, rendir cuentas y hacer un negocio rentable. Pero lo más difícil es saber que tienes que gestionar a personas, por eso es tan importante la parte emocional. Además, debes rodearte de gente que tenga visión a corto y largo plazo, con capacidad de reacción.

 

P.: ¿El deporte conecta bien con el aficionado femenino?

R.: En baloncesto, muy bien. En edades muy tempranas está muy feminizado. En País Vasco tenemos 13.000 fichas y hasta los dieciséis años, dos de cada tres deportistas son niñas. Inexplicablemente, las chicas dejan el deporte a esa edad, y en edad juvenil, los hombres vuelven a ser mayoría.

 

P.: ¿Por qué?

R.:  Son factores sociales y educacionales. La mujer es más exigente y se centra más en los estudios. Además, maduramos antes y perdemos antes que los hombres la concepción del deporte como hábito.

 

 

P.: El fútbol femenino ha vivido un boom en los últimos años. ¿Por qué el baloncesto se ha quedado fuera?

R.: Es un tema económico. Los clubes de baloncesto de élite en España son los que son y ya sabemos quiénes son los que pueden impulsarlo: es una cuestión de cuantías. En el baloncesto masculino estamos intentando demostrar al femenino que un equipo puede ser sostenible con un presupuesto bajo. Los equipos que pueden han sacado su sección femenina, que ahora casi parece obligatorio.

 

P.: ¿Lo hacen por presión social?

R.: Lógicamente. No creen en el deporte femenino, lo hacen porque lo tienen que hacer. ¡Pero a mí eso me parece bien! Es como las cuotas género. Las mujeres somos la mitad de esta sociedad, por lo que no tiene sentido que se nos excluya de algunos ámbitos.

 

P.: El baloncesto es el deporte con más federadas en España y sin embargo no es rentable. ¿Si hay interés, por qué no hay negocio?

R.: Los patrocinadores y la administración deber apostar por ello, igual que Iberdrola ha apostado por la liga femenina. El caldo de cultivo existe, ahora debemos hacer que crezca.

 

P.: ¿Qué puede aprender la liga de baloncesto femenino de la ACB?

R.: Podría aprender sobre todo lo que ha hecho mal. La ACB es una patronal de equipos, con unos objetivos y servicios comunes. La liga de baloncesto femenino debería generar su propia confederación, para apoyar unos intereses comunes.

 

 

P.: ¿Se ha planteado Bilbao Basket tener sección femenina?

R.: Si, pero todavía es pronto. Tenemos los pasos establecidos y hay hitos que vamos poco a poco cubriendo. Por ejemplo, hasta hace tres años no teníamos cantera, somos un club joven que ha sufrido inconvenientes y las cosas con moderación y sin expectativas que luego se tengan que truncar. Además, Vizcaya es una provincia pequeña, aunque hagamos mucho ruido, y ya tenemos al Guernika en División. Si formáramos un club de baloncesto, deberíamos pensar una coalición o hermanamiento.

 

P.: ¿El deporte femenino tiene patrocinadores que sólo quieren lavar su imagen?

R.: El deporte femenino aún tiene algo que parece una acción social: vamos a apoyar a estas, a ver si tiran para adelante. Pero el patrocinador debe ver unos valores con quien se asocia y el baloncesto aún tiene valores que el fútbol ha vendido al mercantilismo. Y el baloncesto femenino aún no está corrompido.