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Ingresos, deuda y tesorería: ¿quién gana ‘El Clásico’ de las finanzas?

Barça y Madrid llevan más de cinco años pugnando por la primera plaza en cuanto a facturación, pero los blancos han sabido construir un balance más sólido, con mejor posición de tesorería y endeudamiento neto.

Marc Menchén

13 oct 2017 - 04:59

Ingresos, deuda y tesorería: ¿Quién gana ‘El Clásico’ de las finanzas?

 

Son los dos grandes colosos del fútbol español, pero desde hace años también son los grandes dominadores del fútbol europeo. En lo deportivo, pero también en lo económico, como revelan las últimas cuentas anuales de FC Barcelona y Real Madrid. Un análisis de los últimos seis años revela la igualdad entre ambos, aunque siempre con los blancos por delante, tanto en facturación, como rentabilidad económica y, desde hace dos años, también en endeudamiento. En definitiva, puntos de partida muy diferentes para dos instituciones que ante sí tienen un mismo reto: mantener la competitividad de la plantilla y acometer la remodelación de los estadios. ¿Quién gana en cada faceta del juego en el El Clásico de las finanzas?

 

El Real Madrid siempre ha ido por delante del Barça en cuanto a ingresos durante los últimos seis años, a excepción de 2015-2016, cuando las ventas de jugadores y un premio de Nike le situaron en 679 millones de euros. El último año, los blancos volvieron a adelantar a los culés gracias a su mejor política de venta de jugadores, ya que en el negocio ordinario estuvo ligeramente por debajo, debido a los distintos ciclos de los patrocinadores.

 

El club presidido por Josep Maria Bartomeu logró adelantar la renovación de su contrato con Nike y anticipar la mejora de ingresos del patrocinio técnico, mientras que este año ya se ha estrenado la nueva alianza principal con Rakuten. En cambio, la entidad encabezada por Florentino Pérez es este 2017-2018 que estrena la mejora con Emirates (70 millones al año, 15 millones más que su rival) y que empieza a negociar un aumento de los cobros que recibe de Adidas para adecuarlo a la actual situación del mercado.

 

 

Los dos equipos también están a la caza de un patrocinador que dé nombre a las respectivas instalaciones. El Barça confía en llevar una propuesta a los socios en una asamblea prevista para antes del verano de 2018, mientras que el Madrid negocia con Ipic el cumplimiento del principio de acuerdo que alcanzaron en su día. El reto, en ambos casos, ha sido demostrar que las remodelaciones saldrán adelantes y la asociación de imagen será a dos de las principales instalaciones deportivas de la industria. El objetivo es supera los 20 millones de dólares que paga Metlife por el nombre del recinto de los New York Giants y los New York Jets.

 

También se aspira a dar un importante impulso al negocio asociado al estadio. Asumiendo que la facturación por socios y abonados difícilmente pueda sobrepasar los 50 millones de euros anuales por la política de congelación de precios y no masificación de la base social, la oportunidad está en dotarse de nuevos espacios VIP y espacios comerciales. Aquí el Madrid ya parte con ventaja, pues prácticamente triplica los 20 millones que aproximadamente genera el hospitality del Camp Nou.

 

En el área de televisión y giras, la evolución de ambos es muy similar, pues sus diferencias son mínimas en el reparto audiovisual de La Liga y la parte del pastel que reciben de la Champions League tampoco es abismal. Las diferencias sí podrían ir variando a corto y medio plazo según la posición que ocupen en la clasificación, aunque la tendencia alcista de este negocio y la cercanía renovación de ciclos en Uefa y Liga Santander invitan al optimismo en ambos casos, y quizás en algún momento se acerquen a los 200 millones de euros.

 

Toda esta maquinaria de facturar, sea con entradas, con patrocinios o con camisetas, está diseñada para sostener una actividad deportiva cada vez más costosa. Desde 2011-2012, la masa salarial del Barça ha subido un 45%, hasta 432 millones, mientras que la del Madrid lo ha hecho en un 50%, hasta 476 millones, debido a los premios por ganar la Liga Santander y la Champions League en 2016-2017. Este importe, que incluye sueldos deportivos, las secciones y las amortizaciones por fichajes, se situará en 588 millones y unos 450 millones, respectivamente.

 

 

En otras palabras, mientras que el Madrid ha logrado contener el gasto sin perder efectivos y reforzando la plantilla, el Barça ha dado un importante salto sustentado en los ingresos extraordinarios de la venta de Neymar, cuyo impacto neto han sido 144 millones, descontada la provisión de 44 millones por el litigio que se mantiene con el jugador y el importe que restaba pendiente de amortización.

 

No es una cuestión baladí, ya que esta circunstancia obliga al club dirigido por Óscar Grau a buscar ingresos adicionales por 150 millones de euros al año en un solo curso, aunque sólo para sustentar lo que ya existe. En el Camp Nou defienden que se han atado a largo plazo a jugadores clave como Messi, Luis Suárez, Piqué o Sergi Roberto, además de que esperan poder cerrar la salida de algunos futbolistas que generen ingresos y liberen masa salarial.

 

Por el contrario, esa obligación de generar dinero para la plantilla irá en detrimento de la capacidad de generar recursos para afrontar el Espai Barça o mejorar la rentabilidad. Es una parcela en la que el conjunto blanco le supera, aunque no en exceso y con un elemento diferencial claro: los blaugrana asume un déficit estructural de unos 35 millones por las secciones polideportivas, que en el caso de los blancos se rebaja a los 25 millones. De ahí que, en el último lustro, el beneficio neto acumulado de los primeros sea de 184,2 millones, por los 201 millones de los segundos.

 

La rentabilidad de unos y otros también se refleja en el patrimonio neto, de 463 millones de euros en un Madrid que no ha sufrido pérdidas en el siglo XXI. En cambio, el Barça ha sufrido dos importantes correcciones de balance, una en 2003, cuando Joan Laporta relevó a Joan Gaspart en la presidencia, y otra en 2010, cuando Sandro Rosell relevó al primero en este mismo cargo. Las mismas exigieron asumir importantes números  rojos, y explican que el patrimonio neto culé sea sólo de 115 millones.

 

El último elemento que revela una mayor fortaleza del balance construido por Florentino Pérez es la posición de tesorería, y la traducción directa que tiene el endeudamiento neto. De manera sistemática, el Real Madrid ha conseguido duplicar o triplicar la posición de tesorería del Barça, con 178 millones de euros el último año. En términos de deuda, tal y como la calcula La Liga, las posiciones se han igualado y ambos están en situación negativa, es decir, que les deben más de lo que tienen que pagar. Cuestiones clave, quizás no para muchos aficionados, pero sí para los bancos a los que pedirán dinero para las obras. Y ahí, el título será conseguir un tipo de interés y un calendario de pagos mejor. No saldrá en portadas, pero en las oficinas quizás sí se celebre.