Hope Group iniciará una batalla legal por la propiedad del Parma

Hope Group no está dispuesto a salir del Parma Calcio por la puerta de detrás. El hólding futbolístico chino, que en España controla el Granada CF, ha anunciado que, junto a su dueño Jiang Lizhang y Link International, “están a punto de tomar medidas legales para retomar el mando” del equipo de la Serie A. Ello, después de que los empresarios locales que en su día vendieron la mayoría maniobraran para recuperar un 30% del capital y volver a ser el principal accionista.

“El presidente Jiang Lizhang y Hope Group consideran que los recientes cambios en la participación de acciones, en la presidencia y en la gestión del Parma Calcio 1913 no son válidos y no son coherentes con los principios de lealtad”, señalan en un comunicado. La entidad se refiere a la operación por la que se vieron forzados a bajar su participación del 60% al 30%, bajo el argumento de que se habían incumplido parte de los acuerdos de la compraventa.

“Hemos presenciado una creciente dificultad para que el socio chino cumpla con prontitud con las numerosas obligaciones que impone un negocio tan regulado como el fútbol italiano”, justificaba a finales de octubre el grupo formado por importantes empresarios locales, como Marco Ferrari, Guido Barilla, Giampaolo Dallara, Mauro Del Rio, Angelo Gandolfi, Giacomo Malmesi y Paolo Pizzarotti.

Este grupo inversor, aglutinado en torno a la mercantil Nuovo Inizio, ha acogido con “perplejidad” la posible judicialización de la propiedad. En su opinión, “la recuperación de las cuotas de mayoría del Parma por parte de Nuovo Inizio ha sido totalmente legal y fue consecuencia directa, como bien sabe Hope Group, de los múltiples, gravísimos y evidentes incumplimientos del socio”. Además, acusan al hólding dirigido por David Belenguer de “incapacidad de cubrir el rol de máximo accionista”.

La convivencia con socios minoritarios pero relevantes habría dificultado la gestión del proyecto del Parma Calcio, ya que Hope Group aspira a homogeneizar los criterios de gestión y de trabajo, tanto en el aspecto económico como deportivo. Es una cuestión que en el club de la Serie A no se habría conseguido, pese a que con su llegada al accionariado se logró completar el ascenso a la máxima competición del fútbol italiano.

Un regreso a la élite que podría suponer un punto de inflexión para una entidad que durante varios años estuvo al borde de la liquidación, y que su cuenta de resultados aún presenta importantes desequilibrios. Entre 2015 y 2017 acumula unos números rojos superiores a los ocho millones de euros en su tránsito por la Serie B.