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Galindo (Estudiantes): “Necesitamos cinco millones para estabilizar el club sin debilitar el área deportiva”

El presidente del club de la ACB asegura que la entidad no está en disolución y que la continuidad para esta temporada está garantizada, pero reconoce que mejorar la situación patrimonial es vital para garantizar su viabilidad a partir de 2020-2021.

Patricia López

11 nov 2019 - 05:00

Movistar Estudiantes ha aprobado una ampliación de capital de 4,99 millones de euros que desea realizar en tres meses

ACB Photo / E. Canel

 

Movistar Estudiantes vuelve a salir al mercado en busca de apoyo económico necesario. Y aunque en el último año es la segunda vez que lo hace, en esta ocasión busca firmar la ampliación de capital definitiva que le permita asegurar su viabilidad a futuro. “No estamos en causa de disolución para esta temporada, pero es necesario mejorar la situación patrimonial y la solvencia económica para conseguir una estabilidad que nos permita hacer frente al futuro en mejores condiciones que las actuales”, asegura a Palco23 Fernando Galindo, presidente del club estudiantil.

 

El dirigente logró que los socios aprobaran por unanimidad el aumento de capital de cinco millones de euros el pasado jueves. La entidad confía en realizar esta operación en un plazo de tres meses, con un primer mes preceptivo por Ley reservado a los accionistas actuales, y dos meses más para que puedan participar seguidores y potenciales inversores que deseen entrar en el capital.

 

“No tenemos grandes expectativas en la primera fase, pero sí durante los dos últimos meses, en los que esperamos materializar las aportaciones que estamos buscando con particulares y empresas”, explica Galindo. La entidad no cuenta con ningún inversor de referencia ya atado que aporte todo el dinero, y aunque no ha cerrado esa puerta, el directivo admite que “lo que más nos gustaría es que esta estabilidad se consiguiera con la aportación de muchos socios”.

 

 

 

 

El club estudia que estos apoyos procedan por múltiples vías, como microcréditos bancarios y el crowdfunding, un sistema al que recurrió en su día la SD Eibar para convertirse en sociedad anónima deportiva (SAD) o el Joventut de Badalona para dejar atrás el concurso de acreedores. También otras “fórmulas imaginativas, como que el Estu sea beneficiario del testamento de quién así lo desee”, explica el directivo.

 

Los accionistas también han aprobado con unanimidad la concesión de facultades al consejo de administración para gestionar este proceso, y uno de los derechos que se reserva el equipo es el de seleccionar a los inversores que participan en la ronda.  El Estu confía en que la función social que cumple la entidad, en la que juegan 2.000 jugadores de formación y que tiene una cantera inclusiva compuesta por 250 personas, haga mella en los potenciales accionistas.

 

“Ponemos en valor la marca Estudiantes en términos históricos, somos una entidad de interés general, y numerosas personalidades firmarán un manifiesto que recoja esa esencia y que nos ayudará a asumir este objetivo”, explica Galindo, sobre una de las acciones de la campaña de comunicación para encontrar inversores que participen en la ampliación.  

 

 

 

 

No es la primera vez que el club aprueba una ampliación de capital. De hecho, hace un año se quedó muy cerca de lograr el objetivo de 1,08 millones de euros que pretendía levantar en un plazo de tres meses. Galindo es consciente de que disponen del mismo periodo de tiempo para conseguir cinco millones, pero confía en conseguir “cerca de esa cantidad porque estamos trabajando mucho para conseguirlo y tenemos síntomas de que se nos reconoce la labor social que cumplimos”. En ese sentido, el presidente reconoce que buscarán la involucración de las instituciones públicas, que en los últimos años no han apoyado económicamente al club.

 

De conseguir el objetivo, el dinero se destinará a pagar la deuda del club, que en los últimos años se ha reducido de 14 millones a 7 millones de euros, y a mejorar el presupuesto para mejorar el equipo. De hecho, el importe que se pretende conseguir coincide con los cinco millones de crédito privilegiado que al club le restan por pagar a la Agencia Tributaria; al margen, la entidad tiene dos millones más de deuda subordinada y ordinaria del concurso de acreedores al que se acogió en marzo de 2010.

 

Un año y siete meses después, abandonó la tutela judicial tras pactar con los acreedores y comprometerse a cumplir con las obligaciones asumidas en el convenio en base a un plan de viabilidad. Durante los últimos años el club ha cumplido con el calendario de pagos, y ahora desea reducir su pasivo mediante esta ampliación de capital para poder invertir más en plantilla.

 

 

 

 

“Hasta ahora hemos reducido haciendo un sobreesfuerzo en detrimento de lo deportivo, pero si no somos capaces de conseguir esta ampliación, quizás la próxima temporada no podemos continuar o tenemos que cerrar la cantera”, advierte Galindo. Con todo, el directivo se muestra optimista y afirma que “la situación no es tan crítica porque vamos a terminar esta campaña”.

 

En esa estabilidad que busca el club juega un papel relevante Telefónica, que la pasada temporada renovó el contrato de patrocinio principal de Movistar hasta 2021, el año en que finaliza el acuerdo audiovisual de la plataforma de televisión de pago con la ACB. El acuerdo con el Estu abarca más allá del title right del equipo y la visibilidad que tiene la marca en la camiseta de juego y en el WiZink Center durante los días de partido. De hecho, los ingresos comerciales por el patrocinio de Telefónica permitieron al club pactar con la Agencia Tributaria un convenio singular de la deuda privilegiada pendiente de pago.

 

 

El equipo también ha renovado a Asisa, Wanabet y ha incorporado a Wibo como proveedor técnico durante los últimos meses. Son acuerdos de calado, ya que el patrocinio aporta aproximadamente el 50% del presupuesto, que en la temporada 2018-2019 fue de seis millones de euros. Alrededor de tres millones se destinaron al primer equipo, mientras que el resto se empleó en cubrir los gastos de estructura, el mantenimiento de las instalaciones y la activación de patrocinio, así como la cantera y el equipo femenino, que recibieron 500.000 euros.

 

En las categorías inferiores juegan 2.000 niños y niñas, incluidos 200 atletas con discapacidad que forman la cantera inclusiva más grande del baloncesto europeo. La cantera contribuye al buen hacer del club en términos de asistencia a los partidos del primer equipo, que durante la temporada pasada logró desbancar al Real Madrid como tercer equipo que más aficionados reúne en el pabellón, con 8.611 aficionados, el mejor promedio de las tres últimas campañas.

 

En este sentido, el club espera reforzar su negocio de hospitality con la puesta en marcha de un box privado a pie de cancha, con el fin de que el público familiar y empresarial pueda ver el partido. Es una vía más para activar las ventas del club profesional, que en 2018-2019 contó con un presupuesto de tres millones de euros.