Fininvest da tres meses más al inversor chino para cerrar la venta del AC Milan

Es una de las mayores operaciones corporativas que se están realizando en el fútbol europeo, y va a requerir más tiempo del previsto. Fininvest ha decido dar tres meses más, hasta el próximo 3 de marzo, para que el grupo chino Sino-Europe Sports Investment Management Changxing Co.Ltd pueda reunir todo el dinero necesario para adquirir el 99,93% del AC Milan por 500 millones de euros.

El holding de Silvio Berlusconi argumenta que se ha pospuesto la "fecha límite" para cerrar la venta a solicitud del futuro propietario del club de la Serie A. Previamente, el consorcio de inversores chinos, que ya ha desembolsado 100 millones de euros, ha acreditado la existencia de un depósito con otros 100 millones adicionales para acometer esta operación.

Mientras tanto, la familia del ex primer ministro se ha comprometido a seguir compartiendo la toma de decisiones con el próximo máximo accionista, de manera que no pueda comprometerse la actividad del club a medio plazo sin el consentimiento de ellos. Según explican, durante todo este proceso está reinando "un clima de plena cooperación".

Además del pago por los títulos, el grupo que encabeza el empresario Yonghong Li se ha comprometido a asumir la deuda de 220 millones de euros que arrastra el club y a inyectar otros 350 millones de euros en tres años. En el punto de mira, la necesaria renovación de la plantilla, así como un proyecto hoy estancado de construcción de un nuevo estadio.

A falta de conocer los resultados de la campaña 2015-2016, los últimos datos disponibles revelaron unas pérdidas de 89,3 millones de euros en la temporada 2014-2015, que se añaden a los 91 millones perdidos en el ejercicio anterior. El patrimonio neto consolidado fue negativo en 33,37 millones, mientras que se amortizó deuda financiera por 58,3 millones, dejando el saldo neto pendiente por saldar en 188,5 millones.

La facturación del club se situó en 219,7 millones de euros, casi treinta millones menos que un año antes. La dirección atribuye la caída del negocio a los menores ingresos percibidos por no disputar la Champions League, con un impacto de 12 millones, y la menor afluencia de seguidores al estadio, con una merma de 7,5 millones. A nivel comercial, la facturación se habría mantenido relativamente estable gracias a las aportaciones que recibe de sus patrocinadores principales, entre los que figuran Adidas, Emirates y la propia Mediaset. En todo el año 2015, los gastos de personal aumentaron en 9,4 millones, hasta 163,9 millones.