Clubes

Expulsión de competiciones y abandono de jugadores: así afecta la guerra a los clubes rusos

A expensas de la Uefa, Spartak de Moscú puede ser descalificado de la Europa League como consecuencia de la guerra. Tornike Shengelia ha abandonado el Cska de Moscú como señal “para no jugar por el club del ejército ruso”.

Expulsión de competiciones y abandono de jugadores: así afecta la guerra a los clubes rusos
Expulsión de competiciones y abandono de jugadores: así afecta la guerra a los clubes rusos
Por otro lado, Zenit de San Petersburgo (controlado desde 2005 por la petrolera estatal Gazprom) ha dado permiso a todos sus empleados que no poseen la nacionalidad rusa de abandonar el país

A.Ferrer

1 mar 2022 - 05:00

La guerra en Ucrania se ceba con los clubes rusos. Expulsión de las competiciones, acuerdos de patrocinio rotos y el abandono de algunos deportistas son algunas de las consecuencias más inmediatas para los clubes del país tras el inicio del conflicto bélico que estalló en la madrugada del pasado jueves entre Rusia y Ucrania.

 

El baloncesto ha sido el deporte que más se ha visto afectado entre los clubes rusos. La presencia de los tres clubes del territorio en la máxima competición continental de equipos (Zenit de San Petersburgo, Cska de Moscú y Unics Kazán) pendía de un hilo hasta que, a media tarde de ayer, la Euroliga se reunió para decidir expulsar a los conjuntos rusos de la competición y, así privándoles de disputar los play-offs.

 

“Nos obligan a jugar en desventaja; durante el 1 de Octubre los clubes españoles no tuvieron que jugar fuera de sus fronteras, ¿por qué debemos hacerlo ahora nosotros?”, señalaba irónicamente Andrey Vatutin, presidente del Cska de Moscú.

 

Desde su fundación en 1911, el Cska de Moscú era el equipo adjunto al ejército rojo. Hasta que cayó el Telón de Acero, el conjunto ruso podía fichar a cualquier jugador con el pretexto de que era llamado a filas. Para volver a ser un equipo de primera fila en su territorio, en 2009 recibió una ayuda económica de Sibneft, una petrolera cuyo propietario era Roman Abramovich, el dueño del Chelsea FC.

 

 

En los últimos días, hasta cuatro jugadores del equipo de baloncesto (uno de los más relevantes del panorama europeo) han abandonado la entidad como protesta por la situación entre Rusia y Ucrania. Se trata de Johannes Voigtmann, Iffe Lundberg, Marius Grigonis y Toko Shengelia. Este último cambió su foto de perfil de Facebook para poner una foto de la bandera de Ucrania y, tras ello, escapó a España con su familia, donde residía antes de fichar por el conjunto ruso.

 

 

 

 

Por otro lado, Zenit de San Petersburgo (controlado desde 2005 por la petrolera estatal Gazprom) ha dado permiso a todos sus empleados que no poseen la nacionalidad rusa de abandonar el país. Sumando técnicos y jugadores, el conjunto de la capital podría quedarse en cuadro y sufrir una desbandada de hasta diez personas, entre las que se encuentran el exentrenador del FC Barcelona, Xavier Pascual.

 

Unics Kazán, el último de los tres clubes rusos que participan en la Euroliga, también ha sufrido el adiós de algunos de sus jugadores. Isaiah Canaan, John Brown, Lorenzo Brown y Jarrell Brantley (todos ellos estadounidenses) han decidido salir de la entidad fruto del inicio de la guerra.

 

El fútbol también se ha visto salpicado por el conflicto. Tras mover la sede de la Champions League de Rusia a Francia, la Unión de Federaciones Europeas (Uefa) ha decidido expulsar de la Europa League al Spartak de Moscú, que aún debía disputar su eliminatoria frente al Red Bull Leipzig alemán.

 

Ayer, el Comité Olímpico Internacional (COI), a través de su comité ejecutivo, recomendó a las federaciones deportivas internacionales que prohibiesen a los atletas rusos y bielorrusos competir en acontecimientos deportivos para “proteger la integridad de las competiciones de carácter deportivo en el mundo”.

 

Tras ello, la Fifa expulsó a Rusia de la repesca que permitía al conjunto optar a clasificarse para la Copa del Mundo de Qatar 2022. Una larga lista de selecciones nacionales como República Checa, Suecia, Polonia (que debían jugar contra Rusia), Inglaterra, Gales, Dinamarca y Francia hicieron boicot en los últimos días a Rusia y anunciaron que no jugarían contra la selección, ni siquiera en territorio neutral.