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Emilio Abejón (Fasfe): “Los ingresos del fútbol deberían repartirse de manera más democrática”

El secretario general de la Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español (Fasfe) prevé que, tas la crisis del Covid-19, habrá fusiones de clubes de Tercera División en Madrid y Cataluña.

P. López

11 jun 2020 - 04:57

Emilio Abejón (Fasfe): “Los ingresos del fútbol deberían repartirse de manera más democrática”

 

 

La industria del fútbol se ha visto zarandeada por el Covid-19. La organización de encuentros a puerta cerrada impide a los abonados acudir al estadio, y sólo el Consejo Superior de Deportes (CSD) podría cambiar las normas y permitir la apertura de recintos deportivos. Ante esa situación, la Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español (Fasfe) ha propuesto a los clubes recapitalizar los abonos para que se conviertan en acciones, y así frenar la hemorragia de tesorería que algunos clubes están afrontando con la devolución de entradas y abonos. Emilio Abejón, secretario general de Fasfe, asegura que los equipos están más fuertes que hace seis años para afrontar la crisis, aunque “queda recorrido por mejorar porque el modelo tiene debilidades”.

 

Pregunta: Durante los últimos años LaLiga ha llevado a cabo un control económico que ha hecho que los clubes estén en mejor situación financiera. ¿Están más preparados que hace una década para afrontar una crisis?

Respuesta: Estamos muy a favor del control financiero que se ha llevado a cabo en los clubes y lo que ha conllevado. Los derechos audiovisuales han mejorado muchísimo los ingresos de nuestros clubes, si bien sus ratios de endeudamiento no han disminuido mucho, pero sí con Hacienda y administraciones. Ha mejorado, pero queda recorrido y creemos que el modelo tiene debilidades.

 

P.: ¿Cuáles?

R.: Es verdad que los ingresos son mucho mayores, pero el ratio de apalancamiento no es inferior. Además, cuando hay incremento de ingresos, se destinan a pagar mayores fichas, traspasos y comisiones y gastos derivados del mercadeo de jugadores. Que el incremento de ingresos no haya sido uniforme y haya sido gracias a los ingresos de televisión, lo hace muy dependiente del negocio audiovisual. Cuando tienes muchos huevos en la misma cesta, tu capacidad de supervivencia y sostenibilidad no mejora mucho. Así que sí, creemos que ha mejorado, pero aún hay margen.

 

P.: ¿Los proyectos son hoy más sostenibles de lo que lo eran en el pasado o aún queda mucho camino por recorrer?

R.: Depende de a dónde nos remontemos en el pasado. Si nos vamos a una época en la que el negocio del fútbol era distinto porque los ingresos de televisión eran marginales, y eso fue antes de los años 90, probablemente en aquella época fuera más sostenible. Si comparamos el fútbol de élite en España respecto a cómo era hace seis años, es más sostenible porque se ha implementado el sistema de control financiero y vemos que eso, de alguna manera, embrida un poco las tendencias locas que tiene el sector, como el pago de traspasos muy elevados.

 

 

 

 

P.: ¿Qué alternativa hay para aumentar los ingresos reduciendo la dependencia del factor audiovisual?

R.: Desde Fasfe pensamos en el sistema muy a nivel global y no tanto desde la perspectiva de necesidad de ingresos. Cuando los incrementos de facturación se van directamente a una partida que concentra la mayor parte de los gastos, que son la plantilla deportiva y los fichajes y derivados, entendemos que es mejor que los gastos de ese tipo no sean tan altos. Pero es fácil decirlo y difícil de hacerlo, porque estamos en una liga y una industria global, y, si el resto de las competiciones no reducen su gasto en fichajes y nóminas, es complicado que los clubes de LaLiga puedan hacerlo sin que haya una fuga de talento. Independientemente de la solución, la identificación del problema es evidente. Nosotros no tenemos la barita mágica, pero sí que decimos que se puede gastar menos como alternativa.

 

P.: ¿Los pequeños accionistas proponen gastar menos en talento?

R.: La tendencia a la sobre inflación para captar el talento no ha ayudado a la economía de los clubes. Si no hay una especie de reunión en la que se autoimponga un límite, será complicado. Además, la exposición de un límite salarial es algo que entraría en conflicto con la legislación europea en materia de competencias. Lo que tenemos claro es que no se pueden reducir los salarios de los futbolistas para incrementar los dividendos o la remuneración del socio. Eso sería un error, porque estaríamos contribuyendo a esa burbuja del futbol profesional. No hay que quitar el dinero a los artistas, a los futbolistas, para dárselo al accionista.

 

P.: ¿Dónde redirigiría usted ese dinero?

R.: Todos los ingresos del fútbol deberían repartirse de manera más democrática. Eso sería muy bueno para la formación y el talento desde la base. Una mayor filtración de los ingresos hacia categorías inferiores y futbol de formación ayudaría. Ese es el tipo de reparto que existe en las ligas norteamericanas. En la NBA se da el revenue sharing, pues el dinero que factura Los Angeles Lakers por la venta de camiseta se redistribuye entre todas las franquicias. Defendemos un modelo parecido en el que, con ligas abiertas, se compartan los ingresos y se canalicen hacia la base porque, si no se hace, la desigualdad va a seguir. La base es la que sostiene el resto. Es razonable que el dinero que se ingresa por la venta de la camiseta de Leo Messi vaya, en parte, a la formación y a nutrir el futuro del club.

 

P.: Si se invierte más en cantera, ¿se necesitará menos recurrir al mercado de traspasos?

R.: Tras el Covid-19 se va a gastar menos en traspasos. Lo que vemos es que se destina mucho dinero a comisiones estratosféricas a agentes y intermediarios, y consideramos que ese dinero es obsceno, y que daría más frutos en construir una instalación en la que jueguen las categorías inferiores, o en ayudar a los clubes de Segunda B y Tercera. El Real Decreto 15/2020 ha avanzado en esa línea, con LaLiga mejorando su apoyo a la Real Federación Española de Fútbol (Rfef) y al Consejo Superior de Deportes (CSD).

 

 

 

 

P.: La Rfef ha afirmado que comercializará los derechos audiovisuales en Segunda B y Tercera. ¿Confía en esta vía de ingresos para que mejore el presupuesto de los clubes?

R.: En principio el contrato centralizado, con la evidencia de lo que ha ocurrido en Primera y Segunda División, ayuda a optimizar los ingresos de los equipos. Las audiencias y seguimientos en España están muy concentrados en algunos clubes de las categorías superiores, por lo que los niveles de audiencia en estas categorías serían muy modestos. Y, aún así, la experiencia nos dice que se mejoran los ingresos cuando se venden de manera centralizada, en lugar de que cada club los comercialice por su cuenta.

 

P.: Los ingresos que se han frenado en seco en los clubes son la venta de entradas y abonos. ¿Cómo afecta esta realidad a los clubes de Segunda B, cuyos ingresos dependen más de esta vía?

R.: Es cierto que de Segunda B para abajo son prácticamente inexistentes otro tipo de ingresos, y se basan más en la venta de entradas, abonos o carnets, el gasto que se hace en el campo, la cafetería, etcétera. También hay patrocinadores y ayudas institucionales. Los protocolos para la vuelta al futbol son complicados, pero a su vez se suma que no hay ningún interés en que regrese una competición de fútbol que no se ve por la televisión. Se da por supuesto que la próxima temporada empezará con restricciones en los accesos.

 

P.: ¿Qué consecuencias puede provocar todo ello?

R.: Desaparecerán clubes de Segunda B o Tercera. En cuanto a las fusiones, que es algo que en le fútbol profesional ni se plantea, sí podría ocurrir en Tercera, una categoría donde conviven clubes con historia y afición. Me extrañaría que no se dieran fusiones en la Comunidad de Madrid o Cataluña, donde hay clubes próximos. Habría que ver hasta que punto las fusiones ayudan a esa optimización, porque también hablamos de provisión de un bien público que redunda en la salud en las personas y deportistas de formación.

 

 

 

 

P.: Desde Fasfe han planteado la posibilidad de recapitalizar los abonos no disfrutados. ¿Han planteado a los clubes esta opción?

R.: Algunos de nuestros miembros se lo han propuesto a sus clubes, y lo están estudiando. En concreto, en el caso del Málaga CF, que está en una situación peculiar; el RC Recreativo que está en problemas concursales y la propiedad es del ayuntamiento, esos dos lo están considerando.

 

P.: ¿Qué beneficios tendría atomizar el accionariado?

R.: Desde nuestra perspectiva de aficionados accionistas, es un gesto de estar ahí cuando el club lo necesita, es ser solidarios, y también una vía para ampliar nuestra influencia. Queremos influir más en un momento en que a los abonados y pequeños accionistas nos están dando un poco de lado, en parte porque la televisión contribuye mucho más a los ingresos.

 

P.: ¿Dificultaría la gestión una atomización de la propiedad?

R.: Cada club y gestor es un mundo. Entendemos que integrar a tu masa social dentro del accionariado, que pueda asistir a la junta de accionista, no puede ser malo en ningún caso porque consideramos que la gestión de grupos implicados y de stakeholders, cuanto más integrada está, mejor será al tener un mayor grado de identificación e interacción porque el grado de identificación e interacción será mayor.

 

P.: ¿Están bien representados los pequeños accionistas en la gestión de los clubes?

R.: En los clubes españoles, que no tienen empresas cotizadas, y que han mejorado en transparencia, aún es complicado acceder a determinadas informaciones, aunque tengas acciones. Un propietario muy personalista y con un elevado número de participaciones no facilita la presentación de los pequeños accionistas ni la influencia.