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El Villarreal CF gana 1,7 millones a la televisión valenciana y ‘pierde’ siete millones con Semedo

El conjunto castellonense ha decidido limpiar balance y ha resuelto procesos extradeportivos en un 2017-2018 en el que las plusvalías por traspasos fueron de 31 millones y permitieron amarrar la rentabilidad. Este año se producirá un escenario muy similar.

M.Menchén

20 feb 2019 - 05:00

El Villarreal CF gana 1,7 millones a la televisión valenciana y ‘pierde’ siete millones con Semedo

 

 

El Villarreal CF es uno de los pocos clubes en cuya visión no está la de generar una rentabilidad alta para sus accionistas. Tras el susto económico que supuso descender a Segunda en 2012, la familia Roig optó por ajustar su presupuesto y trabajar como en ciclos olímpicos, en los que cada cuatro años el balance entre pérdidas y ganancias debe ser cero. Y así es: si en 2016-2017 perdió 2,58 millones, en 2017-2018 se anotó unas ganancias de 2,9 millones de euros y no sólo gracias a las plusvalías por traspasos. El club logró unos ingresos extraordinarios de 1,7 millones de euros tras obtener un fallo favorable en su contencioso con la Radiotelevisión Valenciana.

 

El proceso se remonta a 2013, cuando el Ejecutivo autonómico presidido por Alberto Fabra (PP) puso en marcha la liquidación del grupo de medios públicos debido a sus abultadas pérdidas. La Administración decidió no pagar las últimas facturas del contrato de patrocinio que mantenía con el equipo de fútbol con el argumento de que no se habían cumplido las contraprestaciones acordadas. La demanda se inició en 2015, y constaba de una reclamación de tres millones por impagos (la factura impagada era de 1,6 millones, según la Administración) y otros 2,5 millones de euros por daños y perjuicios.

 

El contrato de patrocinio hacía referencia a Groguet, la mascota del club castellonense por la que debía cobrar 5,1 millones entre 2002 y 2014, si bien el logo del extinto Canal 9 también lució en la manga del submarino amarillo durante algunas temporadas. La televisión pública tenía acuerdos similares con el Valencia CF (2,01 millones) y Levante UD (1,3 millones de euros), según desveló el liquidador del grupo en respuesta a preguntas de los parlamentarios de la Comunidad Valenciana.

 

 

 

 

Se trata de una de las etapas más oscuras del Ejecutivo autonómico, pues la liquidación de Canal 9 arreció toda una serie de críticas a la inversión de dinero público en deporte. Sólo en la compra de derechos de televisión de estos tres equipos se gastaron 459,5 millones de euros entre 2003 y 2013, de los que 152,6 millones correspondieron al Villarreal CF. El equipo de fútbol también recibió 19 millones de euros por lucir durante cuatro campañas el inutilizado Aeropuerto de Castellón.

 

Tras el descenso y la recapitalización del club por parte de los Roig, la familia decidió dejar de basar parte de sus ingresos en la Administración. De entrada, el patrocinador principal es Pamesa, el grupo azulejero propiedad de Fernando Roig y que entre varias partidas abonó 4,2 millones de euros al Villarreal CF en 2017-2018. Se trata de un alza interanual del 16%, ya que desde hace un año ya no sólo es su logo en el frontal de la camiseta, sino también su presencia en la fachada del Estadio de la Cerámica.

 

El submarino amarillo completó en 2017-2018 su primer año completo de explotación de los naming rights del recinto deportivo, con el que ha logrado involucrar a 16 compañías azulejeras, entre las que destacan Porcelanosa, Argenta, Torrecid, Ferro, Tau Cerámica, Bestile, Esmalglass y Colorobbia.

 

 

 


Su llegada explica que la facturación del departamento comercial se haya doblado en dos años, hasta 17,83 millones de euros, y, pese a no tener una gran implantación internacional,  prácticamente tenga la misma relevancia que los pagos que recibe de Uefa por participar en sus torneos. De hecho, en su lista de patrocinadores sólo figuran Coca-Cola y Bet365 como marcas extranjeras, y sus planes de activación tienen un claro enfoque al público local.

 

La hoja de ruta del club continúa siendo la de ampliar su implantación social en la provincia de Castellón (sus programas benefician a más de 14.000 personas de 24 clubes) y mantener el ascenso de jóvenes al primer equipo combinado con el fichaje de talentos extranjeros. De momento, sin embargo, ni se ha planteado una ampliación del aforo del estadio y el avance de la recaudación por socios y abonado es lento, del 1,1% el último año, por lo que no supera aún los cuatro millones de euros.

 

En total, el negocio ordinario del club bajó un 4,3% en 2017-2018 y se situó por debajo de los 100 millones de euros. La caída responde al impacto de pasar de Champions a Europa League, aunque el inicio del nuevo ciclo audiovisual de la Uefa y su mayor cuota de los derechos de televisión de LaLiga le permitirán romper otra vez ese techo y alcanzar 104,21 millones de euros en 2018-2019.

 

 

 

 

La dificultad de hacer crecer su actividad recurrente ha llevado al club a acelerar su participación en el mercado de fichajes, que en tres de los últimos cuatro años habrá aportado plusvalías de más de treinta millones de euros si se cumplen las previsiones para el presente ejercicio. El precio de los traspasos que está firmando son más elevados, pero la alta rotación implica amortizaciones anticipadas.

 

Sin ir más lejos, en 2017-2018 vendió a cinco jugadores por 70,11 millones, a los que tuvo que descontar 24,26 millones del importe que restaba por amortizar por sus derechos, 4 millones en pagos a intermediarios y otros 3,84 millones a terceros que mantenían derechos sobre estos atletas.

 

Estas operaciones no siempre son exitosas, como demuestra el caso de Rubén Semedo. El defensa portugués fue fichado en 2017 por 14 millones de euros, pero su rendimiento fue nulo y actualmente tiene abierta una causa judicial por homicidio en grado de tentativa, lesiones, detención ilegal, amenazas, tenencia ilícita de armas y robo con violencia. Ante las dificultades para recuperar deportivamente al jugador, la dirección aprovechó las altas plusvalías del último ejercicio para provisionar siete millones de euros y dejar a cero su valor.

 

De su rendimiento, ahora en Portugal, dependerá que el Villarreal CF pueda recuperar su inversión sea dándole uso sobre el terreno de juego o traspasándolo. Ahora, no obstante, la prioridad de la dirección es la permanencia en Primera para mantener una estructura que consumirá 77,27 millones en salarios deportivos y ha generado una deuda de 60 millones con otros equipos. Mucho en juego de aquí a junio.