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El Valencia CF también prescinde del director técnico tras el cambio de entrenador

El club ha despedido a Pablo Longoria, que llegó para hacerse cargo de la planificación deportiva con el exentrenador Marcelino García.

Palco23

20 sep 2019 - 18:49

El Valencia CF prosigue con la reestructuración de su organigrama. El club anunció el viernes por la tarde que había llegado a un acuerdo con Pablo Longoria para rescindir su contrato. Su cese se produce tras el reciente despido del entrenador Marcelino García Toral, su principal valedor dentro del conjunto ché, que ha vivido uno de sus veranos más convulsos en la parcela deportiva.

 

“El club desea agradecer su labor y dedicación en su etapa como director técnico de la entidad”, indicó el consejo de administración en un comunicado. Su continuidad estaba en entredicho desde que en el último mercado de fichajes se evidenció que la propiedad y la dirección tenían visiones muy distintas sobre cómo proceder con las entradas y salidas de jugadores.

 

El mejor ejemplo fue Rodrigo, al que Peter Lim confiaba en vender por al menos 60 millones de euros y del que el área deportiva no se quería desprender. No obstante, también hubo discrepancias en algunas incorporaciones, como la frustrada de Rafinha Alcántara pese a que ya existía un acuerdo casi total con el jugador y el FC Barcelona.

 

Longoria llegó al club en febrero de 2018 avalado por Marcelino García Toral, pues el joven directivo había trabajado con su representante antes de ser ojeador de jóvenes talentos para la Juventus; también trabajó para Recreativo de Huelva, Newcastle, Atalanta, Sassuolo. De hecho, hay quien ve un pulso entre el entorno del exentrenador y Jorge Mendes, asesor de Lim, en cuanto a la planificación deportiva.

 

Por el momento quien sí sigue en su cargo es Mateu Alemany, director general fichado en 2017 y bajo cuyo mando se ha podido estabilizar al club, dar cierta sostenibilidad económica al proyecto y desencallar operaciones como la venta de los terrenos de Mestalla. Además, se ha logrado más que doblar el valor de los contratos de patrocinio vinculados a la equipación, que en total suman en torno a catorce millones de euros.